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Fátima Báñez: "Pensamos en los 5 millones de parados y en los jóvenes"

La ministra de Empleo tiende un puente a los sindicatos pero advierte que «hemos hecho la reforma laboral que teníamos que hacer».

Está en el punto de mira, en el centro de todas las miradas porque por sus manos ha pasado la reforma más trascendental para España, la medicina que debe tomar un mercado laboral enfermo que en tres años de crisis ha destruido casi tres millones de empleos y ha disparado la cota de paro por encima de los 5,2 millones. Ella lo sabe y así se lo cuenta a ABC horas después de aprobarse esta reforma.

— ¿En qué medida cree que la reforma contribuirá a crear empleo?

— Hemos hecho la reforma que teníamos que hacer, pensando en los ciudadanos y, especialmente, en los más de cinco millones de parados que quieren trabajar y no pueden. Una reforma que apuesta por el empleo estable y de calidad, por la formación como derecho y por el apoyo a autónomos y pymes, que representan más del 95% del tejido productivo; es una reforma que aumenta la flexibilidad para que ante las dificultades las empresas se puedan ajustar a la realidad económica y el despido sea el último recurso.

— Ustedes han repetido que no abaratarían el despido, pero la reforma aprobada generaliza los 33 días de indemnización para todos los trabajadores. ¿Por qué este cambio?

— Esta reforma introduce mayor transparencia y seguridad jurídica en las relaciones laborales. Lo que hacemos es generalizar la indemnización de 33 días del contrato para el fomento del empleo que fue pactado en 1997 por los agentes sociales. Y clarificamos y objetivamos las causas del despido objetivo de 20 días que ya existía y evitamos conflictos judiciales. Es una reforma en línea con Europa, que introduce transparencia y seguridad jurídica en las relaciones laborales en nuestro país.

— Pero la reforma sin duda abarata y facilita el despido a las empresas.

— Lo que hace esta reforma es permitir a las empresas con mayor flexibilidad que puedan ajustarse a las situaciones económicas adversas y que el despido sea el último recurso.

— ¿No se corre el riesgo de que en los próximos meses en lugar de crear más empleo, las empresas aprovechen las mayores facilidades para despedir con 20 días para prescindir de sus trabajadores más antiguos, a los que la entrada en vigor de la reforma rebaja su indemnización por despido improcedente de 45 a 33 días?

— La reforma es muy respetuosa con los derechos adquiridos de los trabajadores. No tienen que temer nada porque se les respetan sus derechos adquiridos por el tiempo ya trabajado pero, a partir de la aprobación de la norma, se generalizará la indemnización de 33 días, que nos acerca más a Europa.

— La causa económica para despedir con 20 días queda bien clara tras la reforma. Tres trimestres de caída de ingresos será suficiente para extinguir un contrato. ¿Abrirá esta clarificación las puertas a este despido, ahora casi nulo?

— Tratamos de evitar conflictos judiciales porque hemos objetivado y clarificado más las causas del despido procedente. También desaparece el «despido exprés», un despido prácticamente libre a un coste muy alto. El despido en este país va a ser con causa, ya sea económica, productiva u organizativa. El empresario con esta reforma podrá alegar la causa que está más clara en el texto normativo, pero evidentemente los derechos del trabajador permanecen intactos, entre ellos la tutela judicial efectiva.

— Ustedes defienden que la nueva norma permitirá a las empresas tomar múltiples medidas antes de despedir ¿Cómo cuáles?

— Más flexibilidad en la empresa significa que cuando haya situaciones económicas adversas, el empresario podrá modular las condiciones de sus trabajadores, ya sea funcioneso distribución de la jornada. Y esto facilitará que no utilice la vía del despido.

— ¿La reforma acaba con la prórroga automática e indefinida de los convenios, la denominada «ultraactividad». ¿Por qué dos años máximo para que expire un convenio?

— Esta reforma introduce los acuerdos a los que han llegado empresarios y sindicatos en la últimas semanas. Eso significa que cuando no hay acuerdo en determinados momentos en la empresa, por ejemplo, para descolgarse de un convenio o cuando éste caduque, se tenga que volver a negociar. Esta nueva norma recoge la solución extrajudical de conflictos y el arbitraje obligatorio que han pactado los agentes sociales porque respetamos profundamente el diálogo social. Y nos gustaría que la solución de conflictos en las empresas fuera siempre negociada, pero como Gobierno tenemos que dar seguridad jurídica. Por eso, en caso de desacuerdo en las empresas, en 25 días habrá un descuelgue por un árbitro que designará un órgano tripartito, como la Comisión Nacional de Convenios colectivos o el autonómico de referencia y, en el caso de la revisión de un convenio colectivo y para favorecer la negociación y el acuerdo, las partes deberán negociar un nuevo convenio en el plazo máximo de dos años.

— ¿Pensó en algún momento que patronal y sindicatos llegarían el mes pasado a un acuerdo sobre la reforma laboral?

— El Gobierno ha respetado siempre el diálogo social porque las reformas que tienen el respaldo de los agentes sociales siempre se aplicarán mejor en el futuro. Y valoramos muchísimo el trabajo hecho por los agentes sociales desde que gobierna el PP, porque han llegado a un acuerdo histórico de moderación salarial por tres años que nos sitúa en la senda de la mejora de la competitividad y del crecimiento y la creación de empleo.

— Pero finalmente el Gobierno ha tenido que legislar.

— Empresarios y sindicatos han llegado hasta donde han podido, pero el Gobierno tiene la obligación con los ciudadanos por la crisis, los 5,2 millones de parados que tenemos y por la falta de oportunidad de los jóvenes. Hemos demostrado desde el principio que contamos con ellos. Y contaremos con ellos siempre porque este país se hace con el consenso de todos.

— ¿Teme, como Rajoy, que los sindicatos convoquen huelga general?

— Confío en la responsabilidad de los sindicatos y en su compromiso con España en un momento tan delicado. Respeto profundamente la libertad de cualquier ciudadano y de las organizaciones sindicales de expresar su opinión sobre esta reforma, pero estoy convencida de que cuando la lean en profundidad verán que es equilibrada y que hemos contado con sus acuerdos y los hemos llevado al texto legislativo. Ahora, la reforma comienza su tramitación parlamentaria. Me reuniré mañana con sindicatos y empresarios para explicársela en profundidad. Juntos tenemos que superar esta crisis y estamos dispuestos a mejorar el texto con sus aportaciones en la tramitación parlamentaria.

— ¿Aprobará este Gobierno de Mariano Rajoy una ley de huelga?

— La prioridad del Gobierno es el empleo, la salida de la crisis con un ambicioso paquete de reformas económicas. En solo 50 días hemos aprobado tres profundas reformas con el objetivo de situar a España en la senda de la recuperación económica. Esta reforma es necesaria, pero no suficiente y por eso en 50 días hemos hecho mucho más que otros gobiernos en años.

— Nos dijeron que iban a reducir el número de contratos y la reforma crea una figura nueva.

— Hemos reorientado y reorganizado todas las bonificaciones que eran muchísimas y muy poco transparentes, enfocándolas hacia los colectivos que necesitan de verdad la atención del Gobierno. La reforma introduce incentivos muy importantes para la contratación de jóvenes, mujeres y parados de larga duración y otros colectivos que tienen especiales dificultades para entrar en el mercado laboral; mujeres que sufren violencia de género, personas con algún tipo de discapacidad y aquellos colectivos en riesgo de exclusión social. Además, simplificaremos los modelos que creaban confusión a las empresas y ciudadanos.

— El Gobierno ha garantizado que no recortarán las prestaciones por desempleo. Pero ante un escenario de mayor aumento del paro ¿se podrán mantener esas prestaciones, no solo su cuantía, sino sus plazos?

— La prestación por desempleo es un derecho de los trabajadores y este Gobierno no la va a tocar. Es más, tan claro es que no las va a tocar que la reforma posibilita que el trabajador pueda compatibilizar su sueldo con la percepción del 25% de la prestación por paro en los nuevos contratos. Lo que sí que vamos a hacer es evitar que haya fraude.

— ¿Por dónde pasa la hoja de ruta contra el fraude?

— Vamos a poner en marcha un plan de lucha contra el fraude para que se cumpla la ley mejorando la inspección e intensificando los controles y los cruces de información entre los distintos órganos de la Administración. También impulsaremos que los parados que perciben una prestación en un momento tan difícil de crisis social puedan ayudar a través de servicios a la comunidad gracias a convenios con comunidades autónomas, ayuntamientos y otras instituciones.

— El nuevo contrato para emprendedores fija un año de prueba. ¿No es un fórmula encubierta de temporalidad?

— Hemos implementado un contrato especial para emprendedores, pensando en que nuestro tejido productivo en más de un 95% son pymes y autónomos. De ellos depende la recuperación y la salida de la crisis. Por eso hemos hecho esta apuesta tan fuerte por ese contrato indefinido. Es verdad que tiene un periodo de prueba de un año. Es un periodo razonable para que el empresario y el trabajador sepan si están contentos con su relación laboral. Además, va a estar muy incentivado. Es un contrato dirigido principalmente a las pymes, pensando en los jóvenes. Los autónomos que contraten a su primer trabajador menor de 30 años tendrá una deducción en su cuenta fiscal de 3.000 euros y, algo muy importante, la prestación por desempleo, si conseguimos que el empresario contrate a un trabajador que salga del paro, éste podrá compatibilizar el sueldo con el 25% de la prestación que recibía durante un año. El empresario podrá deducirse, sin cargo para el trabajador, el 50% de la prestación por desempleo que viniera percibiendo el trabajador.

— El absentismo se tipifica por primer vez como causa de despido disciplinario individual.

— España, en comparación con la UE, presenta niveles de absentismo muy altos, aunque es verdad que han bajado con la crisis. Pero un trabajador tiene que ser cumplidor o no en función de su comportamiento, no de la media del comportamiento de los demás. Por eso hemos eliminado esa rigidez y consideramos fundamental que en la lucha contra el absentismo colaboren las mutuas.

— ¿Quién gana y quién pierde con esta reforma?

— Ganan todos los trabajadores, porque la reforma busca la estabilidad en el empleo. Ganan los parados, que van a tener más oportunidades, los jóvenes y las pymes, que van a tener un contrato a la medida de su tamaño, y ganamos todos en transparencia y seguridad jurídica en las relaciones laborales. Va a haber más flexibilidad para todos. También gana el empleo, con la colaboración público-privada en la búsqueda de empleo. La prioridad del Gobierno es el empleo y con la reforma no pierde nadie.

— ¿Llegaremos este año a 6 millones de parados?

— Nuestro compromiso con los ciudadanos es poner en marcha cuanto antes las reformas y, en el primer trimestre, los Presupuestos que nos ayuden a salir de la crisis. Con esta reforma pretendemos que se frene la sangría de destrucción del empleo que tenemos. En esta crisis se han destruido 2.669.000 empleos y esperemos que con mayor flexibilidad en las relaciones laborales se evite el despido y se mantenga el empleo en las empresas a corto plazo. De lo que estamos seguros es que estamos poniendo las bases de la creación de empleo estable cuanto antes.

— ¿Cómo cree que van a recibir más allá de nuestras fronteras esta reforma y hasta qué punto han influido determinadas organizaciones internacionales en su contenido?

— España está demostrando que es un país serio. El Gobierno ha vuelto a dar credibilidad a España en Europa, en el resto del mundo con sus medidas y su agenda de reformas. España debe volver a ser un país con prestigio internacional. Para ello, es fundamental ser serio, cumplir los compromisos y llevar a cabo esta agenda de reformas.

— ¿Las siguiente reforma afectará a las pensiones?

— Debemos velar porque la columna vertebral del sistema, que son las pensiones, estén garantizadas. Y se garantizan con empleo. También queremos que la jubilación se lleve a cabo con libertad, que sean posibles carreras de jubilación más largas compatibilizando pensión y empleo. Es el camino que vamos a iniciar en el seno del Pacto de Toledo.

— Es la primera mujer que ha ocupado el cargo de ministra de Empleo y Seguridad Social ¿Cómo ha sido recibida?

— Estoy muy agradecida por la confianza que ha tenido en mí el presidente del Gobierno. Yo creo que el ser mujer o ser hombre no ha influido en la decisión del presidente. Me siento muy respaldada por el resto de compañeros del Ejecutivo y respetada por los agentes sociales. Si ya entramos en el terreno de la mujer, creo que la política es bueno mirarla también con ojos de mujer. Nosotros vamos a los detalles pequeños, favorecemos más los consensos y sabemos trabajar más en equipo.

— Ya que usted habla del respeto de sus compañeros. ¿Se ha sentido presionada en la elaboración de esta reforma laboral por los ministros Cristobal Montoro y Luis de Guindos?

— Esta reforma laboral es la reforma del Gobierno de Mariano Rajoy y del Consejo de Ministros, de todo el Gobierno. Me siento al cien por cien respaldada por todos mis compañeros. Montoro y De Guindos están haciendo un esfuerzo conmigo para explicarla a los ciudadanos.

— También se ha dicho que Javier Arenas ha tenido su influencia en este proceso

— Los primeros convencidos de que esta reforma es crucial para Andalucía somos el presidente del PP, Javier Arenas, y yo. Estoy muy orgullosa de ser andaluza y por eso el presidente del PP andaluz confía en esta reforma, porque va a beneficiar a más de un millón de andaluces que hoy están en paro y a los jóvenes que en Andalucía no tienen oportunidades.

— ¿Ha hecho la reforma laboral que quería?

— Hemos hecho — la reforma es del Gobierno— lo que pensábamos que era más equilibrado, lo más útil y más importante para que traiga empleo a los españoles.

— Por primera vez también ha sido la ministra la que se ha acercado a la sede de los sindicatos en su primer contacto, tras la toma de posesión.

— Cuando Rajoy me nombró ministra les dije que me gustaría que estuvieran en mi toma de posesión. Vinieron todos y se lo agradecí profundamente. Yo quise devolverles el gesto teniendo la primera reunión en sus sedes respectivas. La verdad es que me trataron con mucha cordialidad.

— ¿Trataba con ello de tender puentes ante la difícil relación que pueden tener en los próximos meses?

— Una actúa como es y con la naturalidad que cree que debe de actuar en cada momento. Desde luego, lo que no he hecho es sobreactuar.

— Ha conseguido mantener una relación tan fluida que hasta le felicitan por su cumpleaños.

— Es una relación permanente que viene de lejos, cuando yo tenía responsabilidades en el Grupo Parlamentario. Creo que es bueno para España que haya sintonía entre los agentes sociales y el Gobierno. Me felicitaron por mi cumpleaños el 5 de enero porque yo les había dicho, en broma, que me hicieran el regalo del acuerdo.

— ¿Cómo consiguió el pacto salarial con el que Rajoy se presentó en Berlín durante su visita a Ángela Merkel?

— Le explicamos lo necesaria que es la responsabilidad para salir de la crisis. Estoy muy agradecida porque estuvieron a la altura de las circunstancias.

Susana Alcelay, Javier González, Paloma Cervilla, ABC