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Alberto Garzón: "Repartir vicepresidencias y ministerios fue un error de Pablo Iglesias"

Es partidario de la confluencia desde cuando nadie en IU la quería. Y ahora está a punto de convertirse en el nuevo líder en la asamblea federal que se celebrará en julio. Amigo de Pablo Iglesias, espera que la coalición Podemos-IU se cierre y en términos favorables para su organización. Con ella dice aspirar a ganar las elecciones.

- «Izquierda Unida es un proyecto político agotado lleno de cenizos políticos que en 25 años han sido incapaces de hacer nada. Podéis cantar la Internacional, tener vuestras estrellas rojas. Pero no quiero hacer política con eso. Dejadnos vivir a los demás». Lo dijo el líder de Podemos, Pablo Iglesias, hace nueve meses. ¿Es razonable que IU cierre una coalición con quien piensa eso?

- No estamos pensando, al hacer esta coalición, en las declaraciones anteriores de Iglesias o de otros. Estamos pensando en la Ley de Educación, el desempleo, la miseria, la desigualdad y en cómo resolver esos problemas. Nos parece necesario articular un instrumento que no tiene tanto que ver con Pablo, conmigo o con nadie, sino un proyecto político. Queremos aunar esfuerzos entre organizaciones diferentes. Hablamos más en términos políticos que en términos emocionales que no ayudan a la gente a vivir mejor.

- ¿Se ha sentido alguna vez «cenizo político»?

- No. Jamás me he sentido incómodo por militar en IU y defender un proyecto histórico como éste, con una larga trayectoria previa. Nunca nos hemos sentido cómodos con los que nos han estado ofendiendo. Pero éste es un momento histórico en el que tenemos que entender que debemos estar por encima de las cuestiones menores que no afectan a la ciudadanía. Cuando voy por la calle, la gente me dice que nos unamos, que trabajemos para arreglar los problemas. No hablan de declaraciones pasadas, ni de listas.
- Iglesias dijo que «el debate político entre izquierda y derecha es un juego de trileros». ¿Está de acuerdo?

- IU es un partido de izquierdas y algunos somos comunistas. Nosotros somos muy claros en nuestra conformación ideológica. Pero queremos colaborar con otra gente que no se identifica con las etiquetas con las que nosotros nos identificamos.

- ¿Un Gobierno de Iglesias sería de izquierdas o transversal?

- Hay una posibilidad de que evitemos que el PP y Ciudadanos gobiernen este país con sus políticas. Y eso significa conformar un Gobierno de transformación y de cambio. Ese Gobierno se definiría de izquierdas. Pero hay otra gente que le puede llamar de cambio, de resistencia, transversal... A mí no me preocupa la etiqueta. Me preocupa que tome medidas en favor de la mayoría social, como paralizar los desahucios, evitar la privatización de Bankia...

- El 84% de los militantes de IU apoya la coalición, pero ha votado menos del 30%. ¿Por qué?

- A nosotros siempre nos gusta que la participación sea lo más alta posible y por eso estamos satisfechos. Ésta ha sido la consulta en la que más se ha participado en la historia de IU. Hubo una muy reciente en la que no se superaron los 5.000 votos. Ahora hemos tenido 20.000. A veces los simpatizantes se registran y luego pierden la motivación para votar. El proyecto de la coalición se ha reforzado por la consulta, no sólo por la participación, sino por el rotundo e incuestionable resultado.

- ¿No será que la coalición despierta poco entusiasmo en las bases?

- Si despertara poco entusiasmo, hubieran votado que no. Es legítimo que haya críticas o que haya gente que no vea la coalición, como Gaspar Llamazares, que ha dicho que no quiere un acuerdo con Podemos. Pero es bastante tramposo usar la consulta como excusa de su cruzada anticonfluencia a través de los medios de comunicación.

- ¿Corre peligro IU de diluirse en Podemos?

- Eso no es un riesgo. La consulta se ha planteado de forma clara, sencilla y con condiciones: coalición, reconocimiento de fuerzas políticas, campaña diferenciada, programas independientes y visibilidad y autonomía tanto en campaña como en el grupo parlamentario. De ninguna manera es una absorción o una disolución. Es una coalición.

- Cita a Llamazares, que esta semana ha dicho que «IU puede convertirse en un satélite de un partido populista». ¿Qué le parece?

- Me parece una afirmación propia de los que están contra la coalición con Podemos, de los que prefieren perder las elecciones con un 5% a ganarlas y transformar el país. Perder es una mala decisión. Nosotros tenemos que aspirar a transformar el país y la coalición es la mejor forma. No tenemos ningún miedo a presentarnos solos, pero en este momento, la ciudadanía exige altura de miras. Nosotros no somos Podemos, ni queremos serlo, pero hay espacios para la colaboración.

- Dice que no son Podemos, pero su portavoz en el Congreso va a ser el líder de Podemos.

- Estoy convencido de que IU tendrá un grupo independiente en el Congreso. Y eso lo quieren tanto ellos como nosotros. Eso habrá que articularlo en el Reglamento.

- ¿Su exigencia de que un sexto de los puestos de salida sean para miembros de IU es irrenunciable?

- Es un claro gesto de generosidad. En diciembre tuvimos un cuarto de los votos de la suma de Podemos e IU y ahora pedimos sólo un sexto de los diputados.

- Dice Pablo Echenique que les ha ofrecido nueve diputados y lo han rechazado. ¿Es cierto?

- Si Podemos ofrece a IU nueve puestos de salida aceptamos. Si es así, el acuerdo es inminente.

- ¿Irá en la lista de Madrid?

- Ese es mi deseo porque es lo natural. En nuestro sistema político, las referencias de cada partido van por Madrid.

- ¿Será el tres o el cinco?

- Cuanta más visibilidad tenga más ganamos todos. Tenemos que ilusionar a la ciudadanía, convertirnos en la suma que multiplique y eso significa que perfiles como el mío tienen que tener una visibilidad que a Podemos también le interesa.

- ¿Las siglas de IU estarán en la marca electoral?

- No es un inconveniente. Es razonable que nuestras siglas aparezcan en todos los espacios de la campaña electoral, incluyendo la papeleta, los carteles, cualquier espacio.

- ¿Quién tiene la mayor parte de culpa de la repetición electoral?

- Hay responsabilidades compartidas. Pero si tengo que señalar a uno, la culpa es del PSOE. El Partido Socialista era la única formación por la que pasaba cualquier acuerdo. Por eso tenía que elegir. Y lo hizo, escogió a Ciudadanos, a la derecha, abandonando la mesa a cuatro de la izquierda, que podría haber sido muy fructífera. Aquella decisión ha condicionado todo. El PSOE, en vez de intentar un Gobierno por la izquierda con 161 escaños, lo hizo con Ciudadanos y 130, con el resultado que todos conocemos, un fracaso.

- ¿Por qué cree que tomó el PSOE esa opción?

- Lo hizo motivado por su correlación de fuerzas internas. El Comité Federal le puso una camisa de fuerza a Pedro Sánchez que le obligó a explorar una vía con Ciudadanos que tenía muy pocas posibilidades. Susana Díaz le dijo a Sánchez que no podía pactar con Podemos, que no podía pactar con el PP y que no podía ir a elecciones. Es decir, no te queda nada más que irte de la realidad. Esa pugna de poder en el PSOE condicionó una decisión ideológica que nos ha llevado a la repetición de las elecciones.

- ¿Entiende entonces que si hubiera un cambio de líder en el PSOE después del 26 de junio, eso dificultaría aún más el acuerdo de izquierdas?

- Sánchez tenía interés en explorar un gobierno de izquierdas. Pero su partido se lo impidió y le llevó a un callejón sin salida. Con Susana Díaz sería más difícil un acuerdo desde la izquierda. Díaz acabó en Andalucía con el Gobierno con IU y pactó con Ciudadanos. Giró de izquierda a derecha, que es lo mismo que el PSOE ha obligado a hacer a Pedro Sánchez.

- En las conversaciones para la investidura, ¿no considera que fue un error de Pablo Iglesias repartir vicepresidencias, ministerios y hasta el CNI?

- A nosotros nos pareció un error. Iglesias se equivocó. Nosotros decimos programa, programa y programa. Lo importante es solucionar los problemas de la gente y después poner nombres y apellidos para hacer las políticas concretas. En aquel momento, cada fuerza tenía su legítima estrategia y aquella nos pareció incorrecta.

- Esta semana, Iglesias ha seguido repartiendo vicepresidencias, esta vez para Pedro Sánchez. ¿A usted le ha ofrecido alguna?

- (Se ríe). Todo eso son futuribles. Vamos a unas elecciones cuyo resultado no conocemos, por eso es profundamente prematuro hablar de repartir ministerios. Iglesias se refería a que no parece que nadie vaya a tener mayoría absoluta. Por eso, se van a requerir alianzas con otras fuerzas políticas.

- ¿Pero se ve de vicepresidente de Iglesias?

- En IU no tenemos ambiciones personales. Dependerá de qué programa vamos a aplicar.

- ¿Y se ve compartiendo un gobierno con Ciudadanos?

- Eso me parece muy improbable. Mucho tiene que cambiar Ciudadanos para poner en marcha un espacio de cohabitación coherente.

- ¿La coalición Podemos-IU superará al PSOE?

- Como mínimo, vamos a ser segunda fuerza. Pero nuestro objetivo no puede ser superar al PSOE, cuya base social también es de izquierdas. Hay que concentrarse en ganar las elecciones. Si sale el acuerdo, no podemos hacer una campaña mirando al PSOE. Sólo hay un objetivo: superar al PP. Quedar por encima del PSOE no es suficiente para transformar el país. Cuando hablamos de sorpasso, nos tenemos que referir al PP. Si no, nos estaremos confundiendo de adversario.

- Ninguna encuesta ni previsión apunta ni de lejos a que Podemos-IU pueda superar al PP.

- Yo lo veo posible. En las confluencias municipales, proyectos como Ahora Madrid consiguieron ganar al PP. Eso fue porque hubo una campaña de desborde e ilusión. Si hay acuerdo, va a haber un apoyo muy grande a esta candidatura. En una campaña en la que participen Ada Colau, Xose Manuel Beiras, Mònica Oltra, Pablo Iglesias, y yo eso puede generar un espacio de desborde muy parecido al que se produjo en Madrid, Barcelona, Zaragoza, La Coruña, Santiago, Ferrol... Ya hay algunas encuestas que sitúan que una confluencia podría estar muy cerca del PP. Y una parte importante de la base del PSOE podría apostar por esta confluencia porque se han dado cuenta de que el PSOE ha optado por la derecha y por Ciudadanos. Si no hay acuerdo entre Podemos e IU, entonces sí iremos a un escenario más parecido al del 20 de diciembre.

(Luis Ángel Sanz, El Mundo)