Un pacto de última hora fraguado entre la defensa y las acusaciones ha evitado la celebración del juicio por la muerte de Juan Andrés Benítez en octubre de 2013 en el Raval . Los seis Mossos d’Esquadra acusados han aceptado declararse culpables de un delito de homicidio imprudente aceptando una pena de 2 años de prisión que les librará de la cárcel, dos años de supensión de empleo y sueldo, y 5 años sin patrullar a cambio de no someterse al juicio que debía empezar hoy. Al mismo tiempo, han aceptado realizar un cursillo de formación.
El acuerdo se debe ratificar en una vista que se está a punto de celebrar y en el que las partes firmaran el documento de conformidad. Los dos mossos acusados de obstrucción a la justicia por destruir pruebas del escenario de los hechos, han aceptado una suspensión de tres meses.
Hace meses que la familia de la víctima Juan Andrés Benítez, cerró un pacto con los mossos para no tener que revivir el trauma durante el juicio pero la acusación popular que ejerce la Asociación Catalana de Derechos Humanos se opuso al considerar que los mossos debían ser expulsados permanentemente del cuerpo.
Los seis mossos que participaron en las maniobras de reducción a Juan Andrés Benítez se enfrentaban a una pena de 11 años de prisión acusados de homicidio con dolo eventual o, en su defecto, homicidio imprudente.
(Toni Muñoz, La Vanguardia)