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No quieren límites para echar

El gobierno de Macri volvió a cargar contra la ley antidespidos

Triaca comparó al proyecto opositor para frenar la ola de cesantías con “el cepo al dólar”. “Lo del Gobierno pidiéndoles a los empresarios que no despidan es admitir el problema”, afirmó Recalde. Massa dijo que la ley va a salir y que sería un error vetarla

El gobierno nacional continúa su cruzada en contra de la ley antidespidos. Sin que dé frutos su estrategia de que los empresarios expresen públicamente un compromiso de no despedir, el presidente Mauricio Macri sostuvo que su sueño “es que cada argentino tenga la posibilidad de desarrollarse a partir de un buen trabajo en el lugar que haya elegido para vivir”. Su Gobierno despidió a 10 mil personas, que llegan a 30 mil si se suman provincias y municipios. En el sector privado, las cifras de las ART indican una baja de 90 mil puestos de trabajo desde el inicio de la administración PRO. El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, fue otro de los encargados de atacar el proyecto opositor que avanza en Diputados: aseguró que es comparable con “el cepo al dólar”. Desde el Frente Renovador, Sergio Massa sostuvo que la ley va a salir y que “sería un error que Macri la vete”. “Lo del Gobierno pidiéndoles a los empresarios que no despidan es admitir el problema”, dijo Héctor Recalde, del Frente para la Victoria.
El Gobierno viene haciendo lo imposible por frenar el proyecto de ley antidespidos. Macri le salió al cruce en varias oportunidades y sostuvo que cuando se aplicó una ley de ese tipo “destruyó trabajos”, una afirmación que no se sostiene con los datos de 2002-2007. En el Senado, los macristas sufrieron su primera derrota con la aprobación del proyecto que fija doble indemnización para las empresas que despidan trabajadores y deja fuera de esa premisa a los nuevos empleos que se creen. Mientras Macri amenazaba con el veto, la vicepresidenta Gabriela Michetti demoró todo lo que pudo el giro del proyecto a Diputados. Mientras tanto, los operadores del PRO intentaban negociar con Massa o con Diego Bossio para quebrar el bloque opositor que respalda la iniciativa.

Hasta ahora, esas negociaciones no arrojaron el resultado que esperaban los macristas, si bien hay un debate sobre si hacerle modificaciones al proyecto para excluir a las pymes de la norma. Mientras tanto, el Gobierno intentó llegar a un acuerdo con sectores del empresariado para anunciar un “compromiso” de que no despedirán masivamente. Tampoco han obtenido hasta ahora una respuesta satisfactoria. El ministro de Producción, Francisco Cabrera, expresó la frustración del oficialismo: dijo que estaban “enojados y desilusionados” con los empresarios. No esbozó ninguna autocrítica sobre el rol pasivo del Ministerio de Trabajo.

En una nueva intervención pública, tras cuestionar el ausentismo y las licencias en el Día del Trabajador, el Presidente publicó una columna de opinión en un diario de Catamarca El Ancasti, que se tituló “Con el corazón en el trabajo”. Como recomienda el libreto de Jaime Durán Barba, el texto tiene un tono intimista y describe encuentros nunca comprobables con personas de distintas provincias. El Presidente sostuvo que el país transita “un año difícil desde el punto de vista económico. Estamos haciendo todo lo posible para salir de la situación en la que nos dejaron y poder crecer”.

“Sé que esta transición es dolorosa para muchos, y por eso desde el Estado los estamos acompañando a través de medidas concretas”, indicó.

Triaca se ocupó de fustigar la ley antidespidos: “La generación de empleo no se logra con un cepo, ese proyecto lo que hace es evitarla, es una situación análoga con el cepo al dólar”, aseguró, aunque no se ocupó de explicar cuál sería la analogía. “Sabemos la dificultad que genera el sinceramiento de la economía, esta situación no la provocó este Gobierno”, se defendió.

Feliz en el centro de la escena, Massa retrucó: “Habrá ley antidespidos con doble indemnización porque vamos a llegar a un acuerdo entre muchas fuerzas políticas. Muchos de los que despidieron van a tener que retrotraer su decisión”. El dirigente del Frente Renovador sostuvo que un veto presidencial “sería un error, porque si veta una decisión del Parlamento se va a quedar con su propia verdad y no con la verdad construida por muchas fuerzas políticas”. “Nosotros creemos que hay que proteger al empleo y también a la PyMEs. Las PyMEs tienen un techo muy bajo pero es el laburo que hace todos los días el comerciante, no tiene las herramientas para poder progresar”, indicó.

“Si alguno le está diciendo a Macri que con eso reafirma el poder, me parece que se equivoca. Vetarla tendría un costo político innecesario”, estimó el diputado Héctor Daer. El diputado Facundo Moyano, en tanto, indicó que “preocupa la estrategia dilatoria del oficialismo. Buscamos alcanzar consensos con los opositores y el oficialismo, no proponemos leyes para que las veten y pague el costo político”. Sobre los empresarios, afirmó que ve “difícil que asuman el compromiso de que no haya despidos, porque en el empresariado siempre prima el interés económico”. “Acá hubo un ajuste brutal promovido a partir de recetas económicas liberales y los sindicatos ya le dieron al Gobierno un buen margen de tiempo, sin lanzar medidas”, consideró.

“Las pymes están sufriendo las causas que hoy hacen que estemos debatiendo una ley para proteger los despidos”, sostuvo el ex gobernador Daniel Scioli. “Macri no quiere una ley que proteja a los trabajadores porque su plan es que haya cada vez más despidos”, sostuvo por su parte el dirigente kirchnerista Martín Sabbatella. El jefe de la bancada kirchnerista en la Cámara baja, Héctor Recalde, indicó que “la posición de nuestro bloque no es realizar ninguna modificación al proyecto que prohíbe los despidos y las suspensiones por 180 días, aunque entendemos que el que se había dictaminado en Diputados era mejor, pero a veces es preferible que sea rápido”, dijo. “Nosotros queremos defender el empleo y ayudar a las pymes, porque los derechos de los trabajadores son los mismos aunque trabajen en empresas chicas, medianas o grandes.”

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