Editorial
El último Consejo de Ministros analizó el anteproyecto de Ley Reguladora de los Planes de Pensiones de Empleo, una actuación que es consecuencia de las recomendaciones del Pacto de Toledo y que está contemplada tanto en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia como en los Presupuestos Generales del Estado. El ministro Escrivá, responsable de la propuesta legislativa, ha explicado que hasta el momento tales planes estaban orientados a grandes empresas, pero a partir de ahora se orientarán a los autónomos, asalariados y empleados públicos. Desde su creación y hasta hoy, los fondos de pensiones se limitaban a planes individuales del sistema bancario, con altas comisiones y concebidos para rentas altas, y ahora se trata de configurar un producto de ahorro barato, impulsado desde el sector público y gestionado desde el sector privado, orientado a complementar las pensiones. Una plataforma digital contendrá toda la información, a disposición de cada partícipe del plan y facilitará la transparencia y la portabilidad entre planes. La idea parece atractiva, aunque su éxito dependerá de que se plasme correctamente y de que el conjunto de los trabajadores se muestre receptivo a la propuesta.
(Ideal, 28/11/21)