El discurso institucional de la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, es para Izquierda Unida una "banalidad". Así su coordinador general, Adolfo Barrena, ha asegurado que se trata de un discurso "vacío y hueco" y lo asimila a una felicitación navideña lanzada a la ciudadanía aragonesa.
Para la formación de izquierdas las palabras de Rudi han conformado "frases hechas, vaguedades y mensajes cargados de buenas intenciones que no son coherentes ni con su práctica política, ni con su programa liberal ni, tan siquiera, con su inexistente acción de Gobierno".
A juicio de Izquierda Unida, Rudi obvia en su discurso que en los seis meses de gobierno del PP ha aumentado el paro, ha habido recortes del gasto social, que los Presupuestos que ha presentado están invalidados por un Decreto-Ley que los modifica y que se ha visto obligada a forzar una crisis de gobierno motivada, fundamentalmente, por el nombramiento para un cargo en el Gobierno de Rajoy de su consejero de Hacienda.
“Es una burla para los más de 100.000 parados y paradas que hay en Aragón afirmar que se ha empezado a recuperar el buen camino", señala Barrena. “Es profundamente demagógico -, continúa,- afirmar que el Gobierno que preside ha comenzado ya a hacer su trabajo cuando estamos denunciando reiterada e insistentemente que el Ejecutivo de Rudi no ha empezado a gobernar todavía y ya ha tenido que cambiarlo”.
La formación izquierdista llama la atención, también, sobre la "falta de rigor" del discurso de Rudi cuando afirma que están cumpliendo sus compromisos. “No los cumple el PP que prometió alternativas y no las tiene y no los cumple el PAR que se comprometió a no formar parte del Gobierno si no llegaba a ocho diputados".
Finalmente, indica Barrena, es "insultante" para quienes están siendo víctimas de la crisis, para quienes están sufriendo el paro, los desahucios, las congelaciones salariales ver en el mensaje de Rudi una invitación colectiva a “renovar” la disposición a hacer sacrificios y sin aparecer "la más minima alusión" a crear empleo o a incrementar los impuestos a las rentas altas y "a quienes son claramente beneficiarios de la crisis”.
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