En total, se calcula que el mosaico tiene 50 metros cuadrados: en septiembre se extrajeron unos 30 y el resto podrán empezar a excavarse a partir de ahora, cuando empezará a desmontarse el Pont del Treball Digne.
"Que continúa es seguro, pero no sabemos cuánto", ha aventurado Pujades, que ha recordado que cuando se rescató la primera parte del 'opus tessellatum' ya se veían las teselas contiguas.
Sólo había que esperar unos meses hasta el desmontaje del puente, pues la villa romana en la que se encontraba estaba justo en medio.
Además, ha avanzado que en el entorno de las obras hay una masía en la que también puede haber "restos arqueológicos".
La villa tenía dos conjuntos de habitaciones separados por un gran espacio, sobre el que se cree que había un atrio en torno al cual se distribuían el esto de las edificaciones de la villa.
Aunque las investigaciones siguen su curso, los arqueólogos apuntaron en septiembre que la villa seguiría en uso al menos hasta los siglos IV-V D.C. con alteraciones constructivas, mientras que sobre su fundación no hay datos, aunque se han recuperado materiales cerámicos de época alto imperial.
Sin embargo, la villa se desmanteló al considerar que aunque el valor documental es importante su valor patrimonial era "escaso", a excepción del gran mosaico, según apuntó el quinto teniente de alcalde y responsable municipal de Cultura, Jaume Ciurana.
El mosaico que se salvó pasó a disposición del Museu d'Història de Barcelona (Muhba), que lo custodia en los almacenes de la Zona Franca, aunque la intención a largo plazo es exhibirlo, a poder ser en el barrio de la Sagrera.
Además de rescatar las piezas más relevantes de la villa, la conservación documental del yacimiento se complementará con la publicación de una memoria --en catalán, castellano e inglés-- en 2013 y una simulación en 3D de la villa en funcionamiento.
- Autocrítica.
En la presentación del 'Anuario de arqueología y patrimonio de Barcelona 2010' el pasado martes, Ciurana hizo una ligera autocrítica sobre la manera en que gestionó el hallazgo, diciendo que había que hacer una reflexión "sobre la fluidez de la comunicación".
En su opinión, muchos de los recelos se deben a una batalla que hay que ganar: "Para mucha gente, la aparición de un yacimiento no es una joya sino una piedra en el zapato", lamentó.
Europa Press