Washington ya advirtió sobre una reacción si cierran el canal, crucial para el paso de petróleo.
La república islámica llama a países árabes vecinos a no aumentar la producción de crudo.
Irán informó este domingo que recibió una carta de Estados Unidos sobre el estrecho de Ormuz, la crucial ruta de transporte mundial de petróleo que Teherán amenaza con cerrar si las sanciones que pretende imponer Occidente por su programa nuclear bloquean sus exportaciones de crudo.
Citado por la agencia oficial Irna, el vocero del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Ramin Mehmanparast, señaló que la república islámica no ha decidido si va a responder a la misiva, de la que recibió tres copias por tres canales distintos, y de la cual no dio detalles.
Una de las copias fue entregada por la representante permanente de Estados Unidos en la Organización de Naciones Unidas, Susan Rice, a su par iraní, Mohammad Jazaei; otra llegó a través de la embajada suiza en Teherán, que representa los intereses estadunidenses en Irán, y una tercera fue enviada por medio del presidente iraquí, Jalal Talabani.
La Casa Blanca advirtió el viernes al ayatola Alí Jamenei, guía supremo iraní, que el bloqueo estratégico del paso de Ormuz representaría el cruce de una "línea roja", lo que provocaría una reacción de Washington, recordó hoy el New York Times.
"Estamos examinando la carta, y si hace falta, daremos respuesta", indicó Mehmanparast tras subrayar, de acuerdo con Afp, que "el estrecho de Ormuz es un canal estratégico para el suministro de energía que el mundo necesita, y es evidente que garantizar su seguridad es una de las prioridades de la política exterior de Irán".
El anuncio de la emisión de la carta, que al cierre de esta edición no fue desmentida ni confirmada por Estados Unidos, se da en el contexto de una visita que Martin Dempsey, asesor militar de alto rango del presidente Barack Obama, realizará esta semana a Israel, país que se ha declarado dispuesto a atacar Irán.
Por otro lado, Irán llamó a sus vecinos árabes del Golfo Pérsico a no aumentar la producción de crudo para remplazar el petróleo iraní en el caso de que se produzca un embargo de la Unión Europea (UE). "Si los países petroleros del golfo Pérsico dan su acuerdo para remplazar el petróleo iraní (en caso de sanciones), serán los principales responsables de lo que suceda", declaró el representante de Irán ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohamad Alí Jatibi.
"Si nuestros vecinos del sur utilizan su capacidad de producción para remplazar nuestro petróleo y cooperan con los países aventureros (occidentales), serán responsables de los incidentes que se produzcan y su gesto no será amistoso", insistió en declaraciones la diario Sharq.
La UE acordó en principio prohibir las importaciones de Irán como parte de los últimos esfuerzos de Occidente por intensificar la presión sobre Teherán a causa de su programa nuclear. Este lunes, los cancilleres del bloque europeo podrían ultimar las modalidades del embargo de crudo, que podría entrar progresivamente en lo próximos meses.
Dirigentes occidentales afirmaron en las últimas semanas que algunos países del Golfo, sobre todo Arabia Saudita, remplazarían el petróleo iraní en caso de sanciones. Citado hoy por el diario al Watan, el ministro saudita del Petróleo, Alí Nuaimi, declaró que su país "es capaz de producir 12.5 millones de barriles diarios, responder a las necesidades del mercado mundial y satisfacer todo aumento de la demanda de los países consumidores".
Irán, segundo productor de la OPEP, extrae 3.5 millones de barriles diarios y obtiene 80 por ciento de sus divisas de sus exportaciones petroleras. A la UE, Teherán vende unos 450 mil barriles diarios (18 por ciento de sus exportaciones).
Los principales clientes asiáticos, China, Japón, Corea del Sur, India y Turquía, así como Rusia, han rechazado las sanciones occidentales o se han mostrado reticentes.
Pero el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, se declaró convencido de que se adoptarán “medidas adicionales muy importantes en el consejo europeo de relaciones exteriores del día 23, que cubran el sector de petróleo, y posiblemente otros ámbitos. Irán ya ha sido objeto de sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y de Estados Unidos concretamente.
Una nueva ley de Washington, firmada por Obama en la víspera de Año Nuevo, sacaría del sistema financiero de Estados Unidos a cualquier institución que negocie con el Banco Central de Irán, que procesa los ingresos del petróleo. Si se aplica plenamente, la ley hará imposible a la mayoría de los países la compra de petróleo iraní.
Hague también señaló que su país ya no descarta un ataque militar contra Irán, aunque sin constituir una prioridad por el momento. "Todas las opciones deben estar sobre la mesa", dijo.
El canciller negó también cualquier implicación británica en el asesinato del científico nuclear iraní Mostafa Ahmadi Roshan la semana pasada, y se negó a especular sobre quién podría estar detrás del hecho.
Roshan, uno de los responsables de la planta nuclear de Natanz, murió al estallar una bomba magnética colocada en su coche por dos motociclistas, atentado que fue atribuido por el gobierno iraní a Israel y a Estados Unidos, sin descartar la implicación de Gran Bretaña.
Esta acción y la condena a muerte del iraní estadunidense Amir Mirzael Hekmat, acusado por Teherán de trabajar para un país enemigo como integrante de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, contribuyeron a elevar el nivel de tensión entre Irán y Estados Unidos en los últimos días.
Reuters, Afp, Dpa y The Independent, La Jornada