- Usted ha escrito ya ocho libros. ¿En qué momento llega 'Contra la neutralidad'?
- Todos mis libros están relacionados con el periodismo, come es el caso de éste. De los ocho destacaría El mejor de los mundos, El traficante de información, Desinformación y el que presento ahora.
- Como versa el subtítulo del libro, usted "anda tras los pasos de John Reed, Ryszard Kapuscinski, Rodolfo Walsh, Edgar Snow y Robert Capa". ¿Cómo ha tratado esas biografías?
- Los mejores periodistas se alejaron de lo que conocemos como neutralidad y trascendieron hasta la actualidad, relatando los hechos más convulsos del agitado siglo XX. Fueron comprometidos y pasionales. El primer capítulo explica la necesidad de un periodismo con corazón. El último esboza el periodismo que viene. Los demás narran descripciones y extractos biográficos sobre estos periodistas, además de pronunciamientos y trabajos suyos. Fue muy bonito leerme las obras completas de todos ellos.
- Defina la neutralidad en el periodismo. ¿Por qué evitarla?
- Es algo que no existe en periodismo. La prensa debe apostar por valores. Cuando se cita en el telediario un bombardeo de la OTAN en un mercado lleno de civiles, deben ponerse las mismas etiquetas que en un ataque terrorista. El público siente desafección hacia la opinión. Esto ayuda a una intencionalidad constante, pero discreta, en las informaciones de la prensa. El periodista se convierte en un operario que se adscribe a una línea editorial. La verdad no es el punto medio entre dos versiones o la conformidad para con las afirmaciones de varias fuentes. El periodismo nació para comprobar el hecho in situ.
- ¿Está el criterio informativo de los medios más dirigido que en otros momentos de la Historia?
- Hoy se disimula la parcialidad de la información más que en otros momentos de la Historia. Los medios no aceptan sus papeles políticos, ni siquiera comerciales, sino que muestran una imagen virginal, que esconde siempre una intencionalidad. Por ejemplo, se usan dobles raseros, etiquetas preconcebidas, o la manipulación lingüística, a través de oraciones subordinadas, que añaden un sesgo a la información que esboza la oración principal, normalmente recordando unos datos sobre otros según interesa.
- ¿A qué audiencia debiera interesarle más el libro que usted presenta?
- Cualquier ciudadano crítico con la prensa y el periodismo sabrá sacar las conclusiones adecuadas a la lectura del libro.
- ¿Qué puede hacer la ciudadanía para llegar a una información más completa?
- En lugar de acudir a la noticia corta, o a las píldoras informativas, que no son el verdadero conocimiento, deberían optar por piezas más largas, como un libro. Es más útil un libro de 1.000 páginas que 1.000 píldoras sobre el mismo tema.
- ¿Era contrainformativa la labor de Kapuscinski o Reed, extrapolándola al periodismo de medios como rebelion.org?
- Yo diría que rebelion.org no es periodismo contrainformativo, porque sería como llamar informativos a los medios de comunicación generalistas. Es un binomio que yo lógicamente rechazo. Diría que es un periodismo alternativo, y esto no se aplica al periodismo que practicaban los grandes maestros que recoge el libro. Ellos hacían que su trabajo estuviera lo más cerca posible de la realidad, pero siempre con mucho corazón
Fernando del Rosal, La Provincia, Diario de Las Palmas