A las 21:30 horas de anoche, el gran salón del restaurante Casa El Chesús de Torrent estaba lleno. No cabía un alma, entre gente sentada y gente de pie: todos querían escuchar en directo a Alberto Garzón, economista y diputado por Málaga de IU-Los Verdes, que, en su primera visita al País Valenciano, visitó Torrent para presentar un libro, “Hay alternativas”, que, como él mismo describió, era de divulgación económica.El acto, organizado por Esquerra Unida de Torrent, contó con la presencia de la coordinadora de Esquerra Unida del País Valencià, Marga Sanz, y del diputado de Izquierda Unida por Valencia, Ricardo Sixto, entre otros cargos públicos.
Unos ciento cincuenta tickets de cena vendidos y más de dos cientas personas de público, suponen un “èxito rotundo” para la organización, en palabras de Juan Lull, coordinador local de Esquerra Unida de Torrent. Pero, ¿cómo es posible que un libro de divulgación económica congregue a tanta gente? Y, además, ¿cómo es posible que en sólo cuatro meses vaya por la séptima edición, si cabe la posibilidad de descargarlo gratuitamente? Pues porque como el propio Garzón explicó, la ciudadanía está frustrada, indignada, y quiere comprender las causas de porqué hemos llegado a una situación económica y social como la que estamos viviendomore.
Durante su primera intervención antes de la cena –después de los cafés hubo un turno de preguntas– Alberto Garzón explicó, con un lenguaje sencillo y llano, conceptos económicos que a simple vista parecen muy complejos y desgranó las causas de la crisis. También habló de sus consecuencias a corto y largo plazo, y obviamente, cómo no, planteó alternativas para una salida social de la crisis. Entre ellas, la toma de medidas realistas de política económica, que permetirían poner en manos del estado instrumentos para redirigir el modelo productivo y crear empleo: entre otras, un sistema fiscal progresivo, banca pública, inversión en sectores estratégicos donde el Estado español puede ser competitivo, como el de las energías renovables, que además limitarían nuestra dependencia energética de terceros países, y por supuesto, una apuesta decidida por la educación y la sanidad públicas.
En definitiva, Alberto Garzón expuso la necesidad de darle la vuelta a la tortilla para hacer que la economía esté al servicio de la sociedad y no la sociedad al servicio de la economía, en un acto del que todos los asistentes salieron, sin duda, satisfechos.
El Periodic