Más de 11.000 entradas y 1.050.000 visitantes desde el 9 de octubre de 2011

Liberté, egalité, fraternité (Javier Gallego)

Yo soy español, español, español pero voy a pedir la nacionalidad francesa, a ver si cuela. Lo decidí ayer comparando la actualidad en Francia y España. Sale mucho mejor ser francés en estos tiempos por muchas razones.

En España, el presidente del gobierno nos ha vuelto a amenazar esta semana con más recortes. Bueno, él las llama “reformas” porque nunca llama a las cosas por su nombre. Por eso, en lugar de decirnos que nos va a atropellar con nuevas subidas de impuestos, ha dicho que “toca pisar el acelerador”. O sea, que nos va a pasar con el coche por encima a gran velocidad. Y como suele hacer, luego se dará a la fuga. Para que luego digan que no hay condiciones al rescate. Las hay y una de ellas, casi con total seguridad, será una nueva subida del IVA, un impuesto que grava igual al que tiene mucho que al que no tiene nada. A eso lo llamo yo egalité.

En Francia, sin embargo, el presidente ha prometido que no pondrá en marcha la subida del IVA que Sarkozy tenía prevista y que para reducir el déficit cumplirá con lo que prometió en su programa (igualito que nuestro gobierno, vaya): subirá los impuestos a los más ricos que pueden llegar a pagar hasta un 75% de su fortuna y evitará cargar contra las clases medias y trabajadoras. “Quiero la justicia fiscal”, afirmó Hollande. En España, a la “justicia fiscal” la llamamos “amnistía fiscal” y no es “justa” sino que “se ajusta” a los deseos de los defraudadores.

Acabamos de saber que Hacienda les dará nuevas facilidades para blanquear su dinero después de que estos ladrones se quejaran de que no lograban suficientes ventajas. No les parece suficiente ventaja robarle al Estado más del 70% del dinero que debería recaudar. Parece que al gobierno tampoco y ahora les ofrece que paguen mucho menos del 10% de gravamen que se dijo inicialmente y anuncia que no comprobarán sus declaraciones. A esto le llamo yo fraternité con los ladrones. Igualito que a ti, pobre desgraciado, que te miran hasta los tickets del taxi. Francés, no sé, pero me están dando ganas de hacerme defraudador.

En Francia, la policía entró ayer en la casa del ex presidente Nicolás Sarkozy para investigar una posible financiación ilegal de su campaña. En España, no ha entrado aún ni un financiero en la casa de todos, el Parlamento, para responder por las posibles ilegalidades que han llevado a nuestra banca a la quiebra. El gobierno prometió una Ley de Transparencia tan transparente que ni la hemos visto. Lo que sí está aplicando a rajatabla es una Ley de Opacidad.

En Francia, el ejecutivo va a crear un banco público para fomentar la inversión. En España, en lugar de nacionalizar la banca, socializa sus pérdidas. En Francia, Hollande va a crear 150 mil puestos de trabajo público para contratar a más policías y profesores. En España, ya sabéis, a los profesores se les echa a la calle donde son perseguidos por la policía. En Francia, el gobierno ha prometido la legalización del matrimonio y la adopción gay para el año que viene. En España, el gobierno actual pidió ante el Tribunal Constitucional la supresión del matrimonio homosexual. En Francia, el parlamento elegirá por consenso al nuevo presidente de la radiotelevisión pública, en lugar de que lo haga el presidente como hasta ahora. Y como ahora en España.

Por el bien de nuestros hijos, deberíamos pedir que nuestros niños que vienen de París se queden allí. Estarán mejor comiendo cruasanes que comiendo quina. Allí el nuevo gobierno parece estar aplicando de veras el lema que ha hecho grande a la república francesa: Liberté, Egalité, Fraternité. Aquí ni tenemos la liberté de manifestarnos, ni a los ciudadanos se nos trata con egalité y los gobiernos estatal y autonómicos sienten muy poca fraternité por nosotros.

Nosotros también tenemos un lema: las comparaciones son odiosas. Pero más que compararnos aprendamos lo bueno de nuestros vecinos. Cuando un gobierno no funciona, los franceses dice “basta” y toma la Bastilla. Y cuando el gobernante no gobierna bien, le cortan la cabeza.

Carne Cruda