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Decenas de cargos y empleados del PP firmaron recibos de sobres con billetes

La mayoría de secretarios de área los cobraban cada mes y gran parte de los trabajadores de la sede de Génova como gratificaciones eventuales

Miembros de la cúpula del partido acudían al despacho de Bárcenas a recoger sus sobres tras las reuniones de ‘maitines’ y el tesorero anotaba los pagos

Bárcenas conserva esa contabilidad B y amenaza con hacerla pública si el Gobierno no le ayuda a eludir la cárcel por sus millones en Suiza

Parte de los altos cargos del PP que recibían sobresueldos en negro y los empleados del partido que eran recompensados en ocasiones puntuales mediante sobres con billetes suscribieron recibís.

No estaban sujetos a la firma de recibos las más altas instancias del PP que, tras la reunión de maitines de principios de mes, pasaban por el despacho del gerente. Bárcenas les entregaba la gratificación tras anotarla a mano en su contabilidad. Ahora amenaza con hacer públicos los recibís si el Gobierno no le ayuda a eludir la cárcel.

- Cientos de ‘recibís’ en manos de LB.

Decenas de altos cargos y empleados de Génova 13 firmaron recibos tras recoger sus sobresueldos en negro

Luis Bárcenas amenaza con hacerlos públicos si va a prisión

Luis Bárcenas no sólo entregaba sobresueldos mensuales en negro a buena parte de la cúpula del PP sino que, además, lo hacía con el personal de base de la sede nacional de Génova 13 con motivo de las elecciones y otras tareas excepcionales. Entre los agraciados había desde personal administrativo hasta secretarias, así como miembros del servicio de prensa o del de seguridad interna. Percibían de 1.000 a 2.000 euros una vez finalizada la campaña.

Era una forma de retribuir fuera de nómina el sobreesfuerzo del periodo preelectoral y electoral y, de paso, fidelizar al personal del cuartel general de los populares. Por cierto: al finalizar las campañas también había sobres para cargos medios y medio-altos del PP. El día después la pregunta era siempre la misma: "¿Se portará Luis con el sobre?".

Todos los perceptores de estos sobresueldos debían firmar un recibí al personal de confianza de Luis Bárcenas. El ex gerente y ex tesorero del PP llevaba la contabilidad B a rajatabla. "Entre otros motivos", razona uno de sus fieles, "para que nadie le pudiera culpar de llevarse dinero en caso de que no salieran las cuentas".

"Eso significa", abunda un alto dirigente del PP, "que Luis tiene en su poder cientos y cientos de recibís". Extremo que, por otra parte, ratifican algunas de las personas que trabajaban codo con codo con él en la financiación de la formación de centroderecha. Todas ellas sienten veneración por él –"su trato como jefe era excelente, daba gusto trabajar con él"– y le siguen defendiendo amachamartillo: "Ahora va a resultar que es el único malo de esta película cuando era el ejecutor de una estrategia diseñada desde arriba, en concreto, desde que Paco Cascos llegó a la Secretaría General".

Luis Bárcenas ha advertido que o se le libra de una condena de cárcel que se antoja segura, más desde el descubrimiento de sus cuentas suizas, o dará a conocer a la opinión pública esta contabilidad paralela.

La pregunta del millón de euros surge a continuación. "¿Cuántos miembros de la cúpula de partido cobraban los ya celebérrimos sobresueldos en negro de 5.000 a 15.000 euros?". "Teníamos sobre unas 20 personas por mandato", confiesa uno de los del nivel salarial de 5.000.

La cuestión que surge a continuación es obvia: "¿Firmaron recibos los secretarios de área, los vicesecretarios e incluso las más altas instancias?". La mayoría de los que aceptaron esta forma de remuneración –parte del salario en A, parte en B– no suscribieron recibís. La crème de la crème se pasaba a principios de mes por el despacho de Luis Bárcenas en un córner de la sexta planta, donde el gerente les satisfacía la cantidad correspodiente. El ritual era idéntico: el guardián de la caja popular entregaba el sobre y, sin solución de continuidad, anotaba la identidad del asalariado en uno de los muchos documentos contables que ha puesto a buen recaudo. El importe solía ir en billetes de 500 ó 200.

No todos los integrantes de maitines, la reunión de los lunes de los más afines al presidente, se beneficiaban de estos estipendios irregulares. Pero los que sí se habían acogido a esta modalidad de pago tenían cita en los dominios del gerente y luego tesorero tras la cita de maitines más próxima al inicio de mes. Durante algún tiempo se encontraban con Rosalía Iglesias, actual esposa de Bárcenas, que fue secretaria personal de Jorge Verstrynge y, ya con el paso de los años, asistente personal de su hoy marido.

El dinero B, relatan varias fuentes de las direcciones del PP en los últimos 20 años, tenía funciones multiusos. Se empleaba igualmente para abonar la mudanza y el alojamiento en Madrid de altos cargos que se veían obligados a abandonar su residencia original en provincias. También se tiraba de dinero negro para proveer o incrementar la seguridad de concejales populares en puntos calientes como el País Vasco.

Tal y como publicó EL MUNDO el pasado viernes, estos fondos en negro procedían del cobro de comisiones a constructoras por la adjudicación de obras públicas o servicios en las administraciones controladas por el partido. Pero no sólo venían de ahí los billetes: las compañías de seguridad que operaban para el PP, orgánica e institucionalmente, y las contratistas de las obras del parque inmobiliario popular aceptaban el pago de mordidas.

- Tesorera "insobornable".

Fue Cospedal la que, avalada por el presidente Rajoy, puso punto final a este ‘modus operandi’ alumbrado en el tardofraguismo con Francisco Álvarez-Cascos de secretario general. La ‘número 2’ del partido que gobierna España convino con Rajoy en la necesidad de finiquitar los pagos en B y ‘blanquear’ toda la nómina. Y lo hicieron tras el Congreso de Valencia de 2008, en el que lograron al fin confeccionar una Ejecutiva a su medida y sin personajes "sospechosos".

Una vez jubilada la contabilidad B, había que confiar una materia tan sensible como es la financiación a "alguien de fiar". Y lo hicieron nombrando tesorero al gallego José Manuel Romay, un hombre intachable en el apartado ético, y adjudicando la gerencia a Carmen Navarro, economista e interventora de la Administración con fama de "insobornable". La recomendó uno de los dirigentes del PP que jamás cobró sobres: Núñez Feijóo. Desde hace ocho meses, cuando sustituyó a Romay, Navarro es un ‘dos en uno’: tesorera y gerente.

Eduardo Inda, Esteban Urreiztieta, El Mundo