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Caso Caja Madrid. El Banco de España vio correcto el crédito de Blesa a Díaz Ferrán

El regulador hizo una investigación del crédito a finales de 2009 y concluyó que “se habían seguido los procedimientos habituales y no se apreciaba ninguna irregularidad

La documentación del Banco de España avala la defensa de Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, en el proceso de instrucción que transcurre en el tribunal de Plaza Castilla. El regulador ha enviado al Juzgado un informe que revela que investigó el presunto crédito ilegal de la caja a Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la CEOE, por 26,5 millones, “y no apreció ninguna irregularidad”.

El documento, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN, se refiere a una investigación que hizo el Banco de España en diciembre de 2009, a raíz de la petición de apertura de expediente sancionador por parte del sindicato Manos Limpias. El sindicato calificaba el préstamo de “privilegiado”.

Tras una investigación, el regulador decidió rechazar la petición de Manos Limpias: “Caja Madrid había seguido los procedimientos de concesión de créditos habituales y no se apreciaba ninguna irregularidad por parte de la entidad”, señala el documento que ha enviado el Banco de España al juez Elpidio Silva, que instruye el caso. Es el propio sindicato el que ha iniciado el proceso judicial.

- Bajo lupa.

El juez se está mostrando muy decidido en este caso, y ya tiene como imputados, además de a Blesa, a Díaz Ferrán y Carlos Vela, ex responsable de crédito a empresas de la caja. Silva solicitó los ordenadores de Blesa en Caja Madrid y ordenó el registro de la central de datos de Bankia en Las Rozas en busca de sus emails. Una vez con ellos, decretó secreto de sumario que concluía hasta la semana pasada.

Además, solicitó una amplia lista de pruebas entre la que se incluye la enviada por el Banco de España. El magistrado también pidió documentación a Bankia, al Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac), la Dirección General de la Policía y a Hacienda.

La información de Bankia se centra en el crédito concedido por Caja Madrid a Díaz Ferrán, cuando era consejero de la entidad.

La entidad confirma que “la operación fue autorizada por el Consejo de Administración conforme a las formalidades de Caja Madrid y que fue aprobada por la Comunidad de Madrid conforme a la normativa en vigor”, en noviembre de 2008. El crédito, inicialmente de 24 millones, tenía un año de vencimiento. Estaba condicionado al mandato de venta de las acciones de Viajes Marsans por parte de Caja Madrid, de manera que la caja se protegía para recuperar el principal.

Además, el crédito contaba como garantías con los activos de dos sociedades de Díaz Ferrán y su exsocio fallecido Gonzalo Pascual Arias, Holdisan Inversiones y Parihol Inversiones; veinte inmuebles de sociedades del expresidente de la CEOE “con un valor de tasación de unos 7,6 millones”; y una fianza solidaria de Díaz Ferrán y su esposa, de su exsocio y su esposa, así como de otras tres sociedades.

Posteriormente, en agosto de 2009, el Comité Financiero de la caja [el órgano competente para ello] aprobó un excedido del crédito de 2 millones, a cambio de más garantías. En esa fecha, Orizonia ya había comunicado a Caja Madrid su oferta de compra por Marsans, valorada en 300 millones de euros.

Fue poco después, en noviembre de 2009, cuando saltaron las alarmas. Al no cerrarse la venta de Marsans y no haberse devuelto el crédito, se planteó una nueva operación para que Díaz Ferrán saldara sus deudas. Sin embargo, en la propia notaría la caja detectó que Díaz Ferrán había incumplido el contrato y que “la garantía que debería aportar sobre las acciones de Viajes Marsans no cumplía la condición de estar libre de cualquier prenda”, ya que el expresidente de la CEOE ya había pignorado las acciones con otro préstamo de Banesto.

En marzo de 2010, Caja Madrid trató de enderezar la situación refinanciando el crédito con Díaz Ferrán, a pesar de que éste había dejado de ser consejero un par de meses antes como consecuencia de su impago. Tampoco seguía Blesa en Caja Madrid, donde ya dirigía el rumbo de la entidad Rodrigo Rato.

- La caída de Marsans.

A pesar de estos esfuerzos de Caja Madrid, las sociedades de Díaz Ferrán entraron en concurso de acreedores en la segunda mitad de 2010.

La caja recuperó 16 de los 26 millones gracias a la venta de una empresa de autobuses de Alcalá de Henares, propiedades de Gonzalo Pascual, que se vendió en 2011.

- Diez inspecciones del regulador en nueve años.

El Banco de España realizó diez inspecciones a Caja Madrid entre 2002 y 2010, momento en el que la entidad se fusionó con Bancaja y otras cinco cajas para formar Bankia, según los documentos enviados a Plaza Castilla. La actividad regulatoria se fue incrementando a medida que la crisis inmobiliaria se hizo patente en los balances del sector financiero. Inicialmente, en 2002, el regulador investigó el estado de la Tesorería y de la Depositaría de Valores. Dos años después, insistió en analizar la situación de la Tesorería. En 2005 se centró en la cartera de negociación, y un año más tarde en la adaptación a las normas contables internacionales. En 2007, con las primeras señales de la crisis, el Banco de España supervisó el modelo de riesgo de mercado. En 2008, hizo los informes más demoledores, incluidos en el sumario del caso Bankia, en los que criticaba los modelos internos de riesgo de Caja Madrid y advertía de que la entidad creció con préstamos mal concedidos, como las hipotecas a inmigrantes. Entre 2009 y 2010, el regulador hizo tres inspecciones.

Jorge Zuloaga, Expansión