En la plaza de armas "De la victoria" del Regimiento 29 de Infantería de Monte de esta ciudad, se rindió homenaje a los militares caídos en la luctuosa jornada del 5 de octubre de 1975 durante un combate librado para evitar el copamiento de la unidad militar por un grupo de comandos montoneros que llegó de Buenos Aires.
A la ceremonia castrense realizada en las últimas horas de la tarde de ayer, asistieron el gobernador de la provincia de Formosa, Gildo Insfrán, y el comandante de la Primera División del Ejército con asiento en Resistencia, general de brigada Hugo Alejandro Bossert.
Por su parte, el comandante de la III Brigada de Monte, general Walter Temporini, reconoció que los soldados muertos inscribieron sus nombres en la galería de héroes de la patria: "El recuerdo de nuestros muertos en combate es un deber inexcusable; es nuestra responsabilidad con la historia, con el presente y el futuro del Ejército y la Nación", manifestó.
Temporini exhortó a "potenciar el legítimo orgullo de ser veteranos de combate por la patria", para evocar que la Tercera Brigada de Monte de la zona también dio testimonios de valentía en Malvinas.
El acto fue emotivo ya que asistieron los familiares de los fallecidos y los ex soldados de la clase 75 y personal subalterno que pertenecía a la unidad, y que participó también en la defensa del cuartel.
Se realizó el tradicional pase de revista de los caídos en combate- cuya presencia fue simbolizada con antorchas- para luego dar lectura a la reseña histórica del cruento suceso, ocurrido a las 16 horas del domingo 5 de octubre de 1975 cuando la unidad fue atacada por comandos de Montoneros- aunque Temporini los calificó como un grupo paramilitar irregular-. Aquel día, tras un sangriento combate, murieron un oficial, un suboficial y diez soldados, además de un agente de la policía provincial. También quedaron heridos 17 efectivos del Ejército.
Temporini hizo notar la coincidencia de que este año la fecha fuese un domingo, como hace 39 años atrás, y destacó que "estos hombres dieron muestra de amor a la tierra y su compromiso con la patria, deber como ciudadanos, pero sobre todo, cumplieron con lo que Cristo nos enseñó: No hay amor más grande que dar la vida por nuestros hermanos, por lo que estamos ante el acto de amor más sublime".
(La Nación, Yahoo! Noticias)