La XI legislatura será recordada como la de la falta de acuerdo, la legislatura fallida, la ‘minilegislatura’ o la legislatura más cortas de la democracia hasta la fecha. Finalizada con el primer decreto de convocatoria electoral que se ve obligado a firmar el Rey es hora de hacer balance político, pero también económico. A falta de detalles sobre gastos en este periodo en todo lo que hace referencia a dietas, este martes hemos conocido lo que se han gastado en desplazamientos. En total, diputados y senadores han gastado casi dos millones de euros en viajes desde su lugar de residencia y la respectiva sede parlamentaria (1.687.816,64 euros en total), de los cuales 1.079.354,98 euros fueron desembolsados por el Congreso y 608.461 euros por parte del Senado.
En comparación con el mismo periodo del año anterior, la diferencia de gasto fue de un 11% inferior en los primeros tres meses del ejercicio 2016, pero sin duda representa una cifra nada desdeñable si tenemos en cuenta la infructuosa deriva del periodo y que la labor parlamentaria no ha podido funcionar a pleno rendimiento. Entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2015 los diputados del Congreso se gastaron 1.224.587,59 euros en desplazamientos, mientras que los senadores dispensaron 672.218,56 euros; en total, 1.896.806,15 euros.
Las dos cámaras diferencian entre tres tipos de viajes en función de la actividad: la parlamentaria, la actividad política y la oficial, en representación de la institución. así, los denominados viajes parlamentarios son los que realizan los parlamentarios desde o hacia su lugar de residencia o circunscripción. En general, se trata de viajes con cargo a los presupuestos de la Cámara dentro del territorio nacional en distintos medios de transporte colectivo, así como al kilometraje en vehículo propio.
En el caso de los desplazamientos parlamentarios del Congreso, el importe gastado asciende a 805.442,18 euros en 2016, mientras que los viajes políticos suman 45.259,01 euros. En el caso del Senado, los parlamentarios sumaron 446.229.16 euros, los relativos a la actividad política 63.176,41 euros y los viajes oficiales, 851,86 euros. Pero además, a estas cifras hay que añadir los gastos de gestión, de cancelaciones y de cambios, así como billetes emitidos pendientes de utilización.
Los datos conocidos son públicos puesto que ambas cámaras parlamentarias las publican en sus respectivas páginas web dentro de su política de transparencia. En el caso del Senado, la publicación de dicha información tiene su origen en la polémica suscitada por los viajes del expresidente de la Junta de Extramdura, el popular José Antonio Monago, sobre el que pesaba la acusación de haber cargado a cuenta de la Cámara Alta sus desplazamientos privados a Canarias.
Pese a haber descendido el gasto con respecto a 2015, la media desembolsada por parlamentario al mes es muy similar a la que se registró en el pasado año, si bien la situación política y parlamentaria era bien distinta. En el caso del Congreso, la media del año pasado ascendía a 1.139,87 euros al mes por diputado, mientras que este año rozaban los 1.000 euros (999,40 euros al mes). En el caso de la Cámara Alta, en los primeros meses de 2015 la media fue de 845 euros al mes y en este ejercicio fue de 765,3 euros al mes. La media de los últimos tres meses está claramente en consonancia con la registrada en todo el ejercicio 2015, que fue de 770 euros al mes.
En datos absolutos, el Senado gastó en 2015 un total de 2.469.622,55 euros en desplazamientos de sus senadores mientras que el Congreso gastó 4.402.469,35 euros.
(Luis B. García, La Vanguardia)
