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Susana Díaz pide a los políticos que antepongan el "interés general" a los "partidistas o personales"

"Quienes, por voluntad propia, nos dedicamos a la política tenemos que anteponer el interés general a cualquier otra consideración. Intentar siempre que la sociedad vaya lo mejor posible, por encima de intereses partidistas o personales". Susana Díaz ha defendido en su discurso de fin de año la política de acuerdos entre partidos, en lo que cabe interpretarse como una clara aunque implícita y muy breve alusión a la actuación de la Comisión Gestora del PSOE que, enfrentada a una parte importante del partido, ha permitido la investidura de Mariano Rajoy y alcanzado varios acuerdos de calado en las últimas semanas con el Partido Popular.

Díaz sabía que cada palabra suya en esta declaración institucional dirigida a los andaluces -y con el Parque de Doñana como telón de fondo- iba a dar lugar a lecturas en clave nacional y con ese propósito ha incluido en su discurso también una escueta referencia al debate territorial en España, apuntando la que será la posición del PSOE andaluz y de su Gobierno frente a la demanda de los partidos nacionalistas: "Andalucía no quiere ser más que nadie, pero tampoco va a aceptar ser menos".

Previamente, sin embargo, había hecho compatibles en su discurso la defensa de la unidad de España y la igualdad de los españoles con la "diversidad". "Tenemos fuerza y debemos tener voluntad de aportar al progreso de España, para fortalecer la unidad y la armonía entre todos. Una unidad que es compatible con la diversidad, que es nuestra gran riqueza y además nos permite construir un país más atractivo en derechos, libertades y oportunidades".
"Cuando apostamos por la igualdad de los españoles, vivan donde vivan, lo hacemos por convicción, por compromiso con España. Y también porque la experiencia histórica nos ha demostrado con creces que cuando en nuestro país hay desigualdad, a los andaluces siempre nos toca la peor parte. Andalucía no quiere ser más que nadie, pero tampoco va a aceptar ser menos", ha añadido la presidenta de la Junta.

Cabe recordar en este punto que, hace sólo un mes, y tras un encuentro con el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, Susana Díaz reclamó una "reforma urgente" de la Constitución para encajar a Cataluña en España, para lo cual propuso el modelo federalista que el PSOE pactó en lo que se conoce como la 'declaración de Granada'.

Quienes querían encontrar en el discurso alguna pista explícita sobre su futuro político o sobre la crisis del PSOE no la habrán encontrado, pero Díaz no ha perdido la ocasión de reivindicarse a sí misma, presumiendo de haber conseguido la "estabilidad política" pese a presidir un gobierno en minoría y gracias al apoyo incondicional a sus políticas de Ciudadanos, y poniendo como ejemplo de esa estabilidad que Andalucía haya sido "la primera comunidad en aprobar sus presupuestos", en un año "cargado de muchas, demasiadas incertidumbres".

En la misma clave nacional, Susana Díaz ha querido hacer especial énfasis en dos reivindicaciones que, de hecho, el PSOE ya ha puesto sobre la mesa de negociación del Gobierno de Mariano Rajoy: la primera de ellas tiene que ver con la cotización a la Seguridad Social de las personas que cuidan de familiares dependientes, que fue una de las aportaciones de la Ley de la Dependencia recortada por el Ejecutivo del PP: "Las personas que cuidan a dependientes, mujeres en su inmensa mayoría, han sido quienes en primer lugar fueron expulsadas del sistema, arrebatándoles el derecho a cobrar una pensión. Y este año vamos a pelear para que les devuelvan este derecho".

Y, en segundo lugar, la reclamación de que las pensiones de viudedad sigan formando parte del sistema general, en contra de la intención supuesta del PP. "También tenemos que garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones en su conjunto. Y, por supuesto, garantizando que las de viudedad permanezcan en la Seguridad Social, que es la manera de asegurar el futuro de quienes las perciben, la mayoría mujeres".

En cuanto a los asuntos que han copado el debate de los últimos meses en Andalucía, las palabras de Susana Díaz han aportado una ligera novedad con respecto al que ha sido su discurso en los últimos años, durante los cuales ha negado sistemáticamente que el Gobierno autonómico haya realizado recortes en Sanidad o Educación. En esta ocasión, ha admitido esos ajustes, al menos en la sanidad andaluza, aunque con el matiz que éstos le han venido impuestos al Gobierno andaluz: "La Sanidad andaluza se ha mantenido en pie pese a los recortes económicos y humanos que se nos han impuesto con la excusa de la crisis".

Y con el eco de fondo de las multitudinarias protestas contra las fusiones hospitalarias, Díaz ha admitido la posiblidad de que se hayan "cometido errores", aunque asegura haber defendido "con firmeza y convicción el derecho a la salud de todos los andaluces". E insistió en su tesis de que muchos de los que denuncian las deficiencias del sistema "buscan excusas para implantar un modelo con el que hacer negocio que, como hemos visto, siempre acaba en copagos, privatizaciones, cierre de hospitales y despidos a mansalva".

Entre líneas también ha incluido Díaz una ligerísima autocrítica sobre la situación de la educación en Andalucía, tras el duro varapalo que recibió el sistema andaluz con ocasión del último Informe Pisa. "Sé que nos corresponde profundizar en la calidad de nuestra enseñanza, en la formación y en la consideración del profesorado. Para ello hay que destinar cada vez más recursos a la educación, como estamos haciendo. Quien apueste por otra cosa, va en el sentido contrario de la historia".

Ha dedicado también un extenso pasaje de su discurso a la lucha contra la discriminación de la mujer, tanto en lo que afecta a la violencia machista, el acoso sexual o la prostitución, como a la desigualdad salarial. Y, como no podía ser de otra forma, se ha referido al problema del desempleo, en un apartado en el que ha puesto el acento en que "hoy hay 148.000 parados menos en Andalucía que hace un año".

La inmigración o la defensa del patrimonio cultural también han sido protagonistas de un discurso que ha concluido con un recuerdo para las personas que se han visto afectadas por las últimas lluvias torrenciales en Cádiz, Málaga, Huelva o Almería: "Les garantizo que todas las administraciones estamos aunando esfuerzos y vamos a paliar en todo lo posible los daños causados por las aguas".

Susana Díaz elige a conciencia el marco con el que presenta su mensaje de Fin de Año que, en esta ocasión, ha grabado con los pinos del Parque Nacional de Doñana como telón de fondo. No se trata de una mera reinvindicación del patrimonio natural de Andalucía o de aprovechar la difusión del espacio televisivo para promocionar Doñana como destino turístico, sino que la presidenta de la Junta ha querido de esta forma 'vender' la acción política del Gobierno andaluz en defensa de la conservación de Doñana frente a quienes acusan al Ejecutivo autonómico de haberse plegado a los intereses de Gas Natural autorizando las obras de construcción de un almacén de gas a escasa distancia del entorno protegido. A las organizaciones ecologistas que vienen protestando en los últimos meses por el proyecto no les vale que el Gobierno andaluz haya cambiado ahora de criterio y se haya situado junto a quienes se oponen al mismo, y le recuerdan al Ejecutivo de Susana Díaz que, sin la licencia autonómica, ese proyecto no habría sido posible. En diciembre de 2015, Díaz grabó su mensaje de Fin de Año en la Universidad de Sevilla. Sólo unas horas antes, su Gobierno había transferido 100 millones de euros a las universidades andaluzas asfixiadas por los impagos de la Junta.

(Teresa López Pavón, El Mundo)