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Ada Colau: "Por el referéndum del 1-O no pondré en peligro a los funcionarios"

Alcaldesa de Barcelona

"Entiendo la impaciencia ante el bloqueo del PP, pero tirar millas no es eficaz"

"Parece difícil que en tan poco tiempo se den las condiciones para un buen referéndum"

En un paréntesis de su permiso maternal, Ada Colau traza los ejes del segundo tramo de su mandato como alcaldesa de Barcelona y aborda, cómo no, el papel que jugarán el ayuntamiento, Catalunya en Comú y ella misma ante el referéndum unilateral anunciado para el 1-O.
- El viernes Barcelona en Comú y PSC toparon en el pleno por el 1-O. ¿El referéndum puede afectar a la estabilidad del gobierno?

- En ningún caso. Nuestro acuerdo se basa en Barcelona y explicita que en la cuestión nacional y en la del referéndum tenemos posiciones políticas diferentes.

- ¿Cree que el 1-O servirá para resolver el conflicto catalán?

- Aún estamos a la expectativa de conocer los detalles, de saber si será un referéndum u otra cosa. El Govern, que es quien convoca, debe dar explicaciones y detalles, como parece que hará este martes. Eso sí, parece difícil que en tan poco tiempo se den todas las garantías para celebrar un buen referéndum: convocarlo con la suficiente antelación para que haya una buena campaña, que pueda participar todo el mundo, que haya debates serenos en igualdad de condiciones, con seguridad, con un censo… De hecho, la última noticia que tenemos es que ha quedado desierto el concurso para la compra de urnas, lo que no da mucha confianza.

- ¿A estas alturas ve posible evitar un choque institucional entre la Generalitat y el Estado?

- El choque institucional siempre se puede evitar; es la responsabilidad de quien gobierna. Se gobierna para todos, no solo para los que te han votado, y eso te obliga a no hacer siempre lo que querrías, a buscar acuerdos y el máximo de consenso. El gran responsable del bloqueo es el inmovilismo del PP, que criminaliza la opción democrática del referéndum, pero el deber de todos los que gobiernan es evitar un choque institucional.

- Un centenar de personalidades han pedido la suspensión del 1-O. ¿Comparte el manifiesto?

- Yo pediría prudencia, porque no hay ninguna convocatoria firmada ni hay nada por escrito. Es cierto que el Govern nos pide un acto de fe, pero pediría que nadie anticipase si será catastrófico o no hasta conocer los detalles. Ese pronunciamiento es precipitado.

- ¿La fecha del 1-O, en forma de ultimátum, complica la salida?

- El gran consenso de país que nos debe movilizar es el referéndum, evidentemente efectivo, con garantías y al que todo el mundo se sienta llamado. Con un Gobierno del PP, inmovilista y autoritario, no es nada fácil. No engañemos a la población: el objetivo no es sencillo. Es irrenunciable, porque la crisis del modelo autonómico es irreversible, pero no se puede precipitar cuando no depende solo de ti. Hay que asumir la complejidad y que hay objetivos difíciles que necesitan más tiempo del que querrías. Entiendo la impaciencia de algunos, porque el bloqueo del PP es exasperante, pero tirar millas con el referéndum no es eficaz. Junts pel Sí tienen prisa porque no han cumplido su compromiso electoral de proclamar la independencia en 18 meses. Les pediría responsabilidad, que no se pongan en peligro los objetivos de país ni los grandes consensos. El 2 de octubre deberemos seguir trabajando por este referéndum.

- Los resultados de las últimas generales han dibujado unas mayorías parlamentarias nada propicias a un referéndum de independencia. ¿El soberanismo debería esperar a que estas cambiasen?

- Nunca. Cuando tienes objetivos tan ambiciosos como hacer este referéndum todo el mundo debe trabajar para hacerlo posible, también en el ámbito del Estado. Decir que España es irreformable, que no hay nada que hacer ni nadie con quien hablar, es una postura reaccionaria. Y los hechos nos dan la razón: aún hay mayorías reacias al derecho a decidir, pero en dos años las cosas han cambiado mucho: hay en el Congreso 70 diputados partidarios del un referéndum efectivo en Catalunya; la alcaldesa de Madrid defiende el derecho a decidir; y las bases del PSOE han elegido a un líder que habla de plurinacionalidad y aboga por una solución dialogada con Catalunya. Queda mucho camino por recorrer, pero el debate abierto en España sobre el proceso constituyente es el mejor aliado de Catalunya.

- ¿Qué efecto ejercen sobre Catalunya en Comú las críticas que reciben del independentismo por su supuesta ambigüedad en el 'procés'?

- Me hace gracia. Insisten en que nos definamos porque no les gusta nuestra respuesta, pero estamos más definidos que nadie. Siempre hemos dicho lo mismo: que apoyamos el derecho a decidir y estamos orgullosos de nuestra pluralidad. Tenemos independentistas, no independentistas, federalistas, confederalistas, gente que no considera prioritario este asunto… Y todos estamos de acuerdo en hacer un referéndum. Siempre hemos estado perfectamente definidos, mientras otros pasaban de una pantalla a otra: primero el referéndum estaba superado; luego, las plebiscitarias; como el resultado no les satisfizo volvieron al referéndum; ahora no sabemos qué referéndum defienden…

- Puigdemont asegura que lo que hará vinculante el referéndum será el resultado. ¿Coincide?

- Está perfectamente definido cuáles deben ser las garantías y cómo obtener el reconocimiento internacional. Lo más importante es que la mayoría de la ciudadanía catalana y todas las opciones se sientan igualmente llamadas a participar. No nos hagamos trampas: si se trata de movilizar solo a una opción, esto ya lo vimos el 9-N. Sería una movilización legítima, y nosotros nunca seríamos un obstáculo para hacer tantas como quieran, pero sería la movilización de una opción.

- ¿Colaborará el ayuntamiento con el 1-O mediante sus funcionarios o cediendo locales municipales?

- Antes de responder el Govern debe aclarar si tendrá censo, urnas y equipamientos. Entiendo que cuando lo ponga negro sobre blanco comunicará a los ayuntamientos qué espera de nosotros. Pero como alcaldesa no pondré en peligro a la institución ni a un solo funcionario que pueda hallarse en una situación de riesgo o de compromiso. Puedo decir firmemente que eso no se producirá; una cosa son las opciones políticas y otra mi responsabilidad como alcaldesa. El ayuntamiento estará encantado de facilitar la participación, en un referéndum o en otras movilizaciones, pero si hay inseguridad o incertidumbre jamás pediré a ningún funcionario público que se ponga en una situación comprometida.

- ¿Considera, como afirman algunos portavoces independentistas, que quien no apoye el 1-O no puede ser considerado un demócrata?

- Debemos cuidar la pluralidad de Catalunya, que es un activo, Ni independentistas, ni soberanistas, ni federalistas debemos arrogarnos la condición de demócratas. Otra cosa es afirmar que el PP no respeta las bases de la democracia al negar cualquier negociación.

- ¿La ciudadana Colau votará el 1-O, si al final hay urnas?

- Nadie puede dudar de mis convicciones y de mi trayectoria: siempre he estado a favor de la participación y de votar, como hice el 9-N. Mi predisposición a participar es notoria. Ahora, sin conocer los detalles nuestro espacio político no puede valorar de qué estamos hablando el 1 de octubre.

- ¿Y votaría si al final la convocatoria fuera otro 9-N?

- Un 9-N exactamente no se producirá. Han pasado muchas cosas y será diferente.

- Usted votó 'sí-sí' el 9-N…

- No soy ni nacionalista ni independentista. Mi 'sí-sí' iba contra el inmovilismo del PP y exigía otra relación política con el Estado. Como el mío hubo muchos otros 'sí-sí'. El independentismo no debe olvidar que gran parte del voto del 9-N, incluido el 'sí-sí', no era nacionalista ni independentista.

- ¿A partir del 2 de octubre serían deseables pactos de gobierno más transversales, integrados por fuerzas que sean independentistas y otras que no lo sean?

- Catalunya no puede seguir esperando a cambiar la relación con el Estado para abordar otras cuestiones urgentes. La corrupción no afecta solo al PP, también a Convergència, hoy PDECat. La fiscalidad, el turismo, la vivienda y la lucha contra la contaminación son temas secundarios para el actual Govern, pero afectan a todos los catalanes. Por eso hacen falta un nuevo Govern, que si me pregunta a mí le diré que debería ser de izquierdas pero que esté abierto a alcanzar pactos transversales sobre temas concretos que beneficien a todos los catalanes.

El turismo, la vivienda, la movilidad y la contaminación son los ejes sobre los que pivotará el segundo tramo de mandato de Ada Colau. "Barcelona es una ciudad de éxito", dice la alcaldesa, pero hay que combatir los "efectos colaterales" del turismo: masificación, apartamentos turísticos ilegales y una burbuja inmobiliaria que expulsa a vecinos y comerciantes. La gran batalla política, sin embargo, se librará en la trinchera de la Diagonal a cuenta de la unión del tranvía.

- "La masificación es un problema hasta para los turistas".

– ¿Cómo se explica la dificultad para integrar a ERC en la gobernabilidad de Barcelona?

– Esto quien debería responderlo es Alfred Bosch, que continua teniendo la puerta abierta a alcanzar acuerdos en base a coincidencias programáticas, que existe. Él se ha autoproclamado alternativa a Ada Colau y ha anunciado que no hará nada que refuerce el liderazgo de Ada Colau, son palabras textuales suyas. Está claro que no piensa tanto en el gobierno de la ciudad como en las próximas elecciones municipales. Es legítimo, pero creo que la ciudadanía nos pide que trabajemos en beneficio de la ciudad.

– Se ha cumplido un año del acuerdo de gobierno entre Barcelona en Comú y el PSC. ¿Cómo valora la colaboración con el teniente de alcalde Jaume Collboni?

– Lo valoro positivamente. Se han activado muchas políticas concretas en muchos ámbitos. Con el PSC hicimos un acuerdo con objetivos y está funcionando a pleno rendimiento.

– El último barómetro municipal pone buena nota a su gestión, pero sitúa el turismo como el primer problema para los barceloneses.

– La inmensa mayoría de barcelonesas y barceloneses valora el turismo como un activo positivo, pero también es uno de los principales retos. Genera el 15% del PIB de la ciudad cientos de miles de empleos. Queremos una Barcelona cosmopolita, pero también una ciudad para vivir que no produzca dinámicas especulativas que expulses a los vecinos y los comerciantes. Hay que encontrar un equilibrio, poner orden y regular. La masificación es un problema incluso para los turistas.

– Se habla ya de 'turismofobia'…

– Hay que evitar hablar de 'turismofobia', porque es convertir en fenómeno lo que en realidad es un efecto: las molestias, las incomodidades o la expulsión de vecinos y comercios por la presión especulativa sobre vecinos y comercios. Al llegar al gobierno se nos acusaba de locos y comunistas por querer regular el turismo; ahora hay un gran consenso al respecto.

– Los sectores económicos dicen sentirse desatendidos y criminalizados por el ayuntamiento...

– No tengo esta noticia. Hemos demostrado que podemos hablar con todos. El comercio y las pequeñas y medianas empresas son prioritarios para nosotros, y de hecho he acometido numerosas medidas de estímulo y de acompañamiento, más que otros gobiernos que se proclamaban 'business friendly'.

- Pisos sociales en Via Laietana.

– El auge de los alojamientos turísticos, muchos de ellos sin licencia, está hinchando la burbuja inmobiliaria, tanto en el mercado de compra como en el del alquiler. ¿Fijar precios de referencia del alquiler e incentivar a quienes los respetan es todo lo que pueden hacer las administraciones?

– Barcelona es una ciudad de éxito, como demuestran sus indicadores económicos, pero eso no puede implicar que los barceloneses lo tengan más difícil para vivir en su ciudad. La gente y los barrios son el alma de una ciudad. Por eso hemos cuatriplicado la inversión en políticas de vivienda y estamos recuperando más pisos de entidades bancarias que la Generalitat en toda Catalunya, pero esas medidas no dan resultados de un día a otro.

– Pese a las denuncias de fraude, Airbnb se resiste a colaborar.

– Esta batalla no la pensamos perder. Tenemos un centenar de inspectores que están dando resultados concretos: más de 2.000 órdenes de cese de pisos turísticos ilegales. Con la mayoría de las plataformas digitales hemos acordado que no anuncien apartamentos sin licencia, pero Airbnb, una de las más potentes, de momento no lo ha hecho. Por eso ha recibido una multa de 600.000 euros, que ya es firme, y seguiremos así hasta que cambie de actitud. El realquiler turístico de apartamentos sin licencia, como hemos visto en el caso de al Barceloneta y el de un exdirectivo de Airbnb, es una estafa en toda regla para los turistas, para el propietario y para la ciudad de Barcelona.

– En Sant Antoni y en el entorno de la Model, la palabra de moda es gentrificación.

– Estamos preparando una estrategia antigentrificación con medidas concretas, y seguiremos haciendo microintervenciones. Por ejemplo, le puedo adelantar que en los antiguos juzgado de Via Laietana 8-10, un inmueble municipal, proyectamos como mínimo un centenar de viviendas a precios asequibles para la gente del Gòtic, atendiendo a las demandas vecinales.

- "La reforma de Las Glòries se hará con luz y taquígrafos".

– La reforma de la plaza de las Glòries es un antiguo agujero negro para todos los ayuntamientos de Barcelona. ¿Qué pesó más en la decisión del actual equipo de gobierno de paralizar las obras y cancelar el contrato? ¿Las dudas técnicas sobre la viabilidad del proyecto o las sospechas sobre los sobrecostes y la investigación judicial que los relaciona con las comisions del 3% de CDC?

– El consejo técnico sobre cuál era la mejor manera de resolver un contrato que, a todas luces, no se había hecho bien. A los sobrecostes de la obra se sumó además un proceso judicial, de modo que había demasiados indicios para concluir que aquel proyecto, en efecto, no se había hecho bien. Las obras se iban a parar en cualquier caso por la disputa sobre la contrata, porque afloraron unos sobrecostes con los que no estábamos de acuerdo, y porque se produjeron unos retrasos que nos obligaban a imponer sanciones. Esta discrepancia sobre la contrata llevaba en cualquier caso a la paralización de las obras. Pues mejor hacer limpio y asegurarnos de que el procedimiento se hace correctamente y de que no hay ninguna discusión sobre cuáles son los costes y cuáles las condiciones técnicas, ni que la obra se hace bien. Con luz, taquígrafos y máxima transparencia para que no haya ninguna sombra de duda.

– En todo caso, la reforma de Glòries queda pospuesta y no tiene fecha de finalización...

– Pero también hay que poner en valor que Glòries no se para. Está el túnel, que hemos tenido la desgracia de heredar del mandato anterior y que está bajo la sombra de una investigación por el 'caso 3%', pero el resto de las obras no se frenan. El pasado viernes aprobamos en el plenario municipal la reforma urbanística en superfície, que incluye una inversión de 53 millones de euros durante este mandato para construir viviendas, comenzar el gran parque que debe ser la nueva centralidad de Glòries y para hacer equipamientos municipales. Glòries no solo no se para; en este mandato verá su gran cambio, con la urbanización, la zona verde y los equipamientos.

– ¿Es 100% seguro que se mantendrá el mismo proyecto de túnel? ¿Es posible que no sea viable, al margen de que estuviera mal planificado?

– No, nosotros mantenemos el mismo planteamiento de túnel, de acuerdo con el criterio de los expertos y técnicos que nos aseguran que el proyecto sí que es viable.

- "La unión del tranvía se aplazará si no hay consenso político suficiente".

– El socialista Jordi Hereu cavó su tumba política con la consulta sobre la Diagonal, y la reforma de Xavier Trias tampoco le ayudó a ganar las elcciones del 2015. Si la Diagonal es el Waterloo de los alcaldes de Barcelona, usted con la unión del tranvía se la juega...

– Hemos demostrado que somos un gobierno valiente, que no tenemos miedo cuando nos toca acometer todas las iniciativas que creemos que son positivas para la ciudad de Barcelona. Y el tema del tranvía no nos da miedo porque siempre lo hemos planteado no como una cuestión ideológica ni de partido, sino que hemos escuchado lo que planteaba el movimiento vecinal y el criterio de todos los expertos en movilidad. Los estudios, que ya ni siquiera son del Ayuntamiento de Barcelona, demuestran que desde el punto de vista técnico el tranvía es una infraestructura básica para la movilidad y la lucha contra la contaminación, que además conecta a nueve municipios del área metropolitana. Y también acreditan que la mejor solución técnica es la unión por la avenida de la Diagonal. El tranvía ya está hecho, ahora hay que acabarlo de conectar. Se trata de combatir la contaminación. Es un tema de salud, de salvar vidas.

– Existe el riesgo de que se identifique la unión del tranvía como un éxito político de la alcaldesa, y que eso complique el consenso político...

– Estoy dispuesta a darle tantas vueltas como haga falta para que sea un mérito y un éxito colectivo. Que todos los grupos municipales puedan atribuirse este mérito y que puedan estar orgullosos de haberlo hecho posible.

– ¿Cabe la posibilidad de que las obras se aplacen hasta el próximo mandato con el fin de facilitar el acuerdo político?

– Siempre hemos dicho que haremos todo lo que esté en nuestras manos para que las obras se inicien en este mandato, pero también que las obras no comenzarán si no hay un consenso político suficiente.

(Enric Hernández, El Periódico)