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Padre Ángel: "Granada es solidaridad pura"

El padre Ángel, acompañado de cincuenta sin techo de Madrid, visita la UGR

El fundador de la oenegé Mensajeros de la Paz recuerda que para él hubo "un antes y un después" hace más de treinta años al visitar un reformatorio del Albaicín

Lecciones de compromiso social. No es una frase más. La Facultad de Trabajo social de la Universidad de Granada (UGR) organizó este viernes, en el aula magna de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, un acto en el que participaron el padre Ángel, que llegó a Granada acompañado de unos cincuenta sin techo de Madrid, e intervinieron Teresa Díaz Aznárte, decana de la Facultad de Trabajo Social; el profesor José Luis Cabezas Casado como organizador; y la vicerrectora de Responsabilidad Social, Igualdad e Inclusión, Teresa Ortega. Casi al final de la charla llegó la rectora Pilar Aranda, que estaba en otros compromisos, pero no quiso dejar la oportunidad de saludar al padre Ángel y a sus acompañantes.

Bajo la iniciativa denominada 'Prácticas Solidarias', en la que se enmarca el libro 'Prácticas de Psicología del desarrollo II' (distribuido por la Editorial Pirámide), cuyos beneficios van a los proyectos de Mensajeros de la Paz, se vivió una sesión en la que el padre Ángel destacó: "Granada es solidaridad pura". Y añadió: "En estas tierras no se muere de hambre ni de soledad, que es muy importante".

En la alocución contó una historia de hace más treinta años relacionada con la capital de la Alhambra. El padre Ángel vino, mandado por el entonces ministro de Justicia, Landelino Lavilla, a un reformatorio del albaicín, desde donde se "veía la ciudad" y se fue espantado de lo que vio dentro del centro.
En aquel lugar vio jaulas y platos con bellotas "de las que comen los cerdos". Su ocurrencia, como él mismo dijo, no fue otra que llevarse alguna bellotas de aquellas. Una vez en Madrid, pidió que le recibiera Lavilla y otras autoridades y no obtuvo respuesta. Entonces, el padre Ángel le mandó al presidente Adolfo Suárez, al rey Juan Carlos y al ministro Lavilla las bellotas y les preguntaba si se las darían a sus hijos. Aquel hecho marcó un antes y un después en los reformatorios. Poco a poco se consiguió que fueran bien atendidos los niños.

- Una gran comitiva.

En el aula magna de la Facultad de Ciencias Políticas todos los asistentes -profesores y representantes de diferentes colectivos- escuchaban al presidente de Mensajeros de la Paz en absoluto silencio. Los sin techo a los que ayudan en Madrid se sentaron en los sillones de los universitarios. El viaje desde la capital de España en autobús se había dado bien. El padre Ángel, que repitió varias veces que solidaridad no es dar lo que a uno le sobra sino compartir lo que uno tiene, relató cómo algunas de esas personas que no tienen nada le ofrecían sus bocadillos y refrescos en el autocar que les trajo.

Asimismo, el impulsor de decenas de proyectos sociales -en varias ciudades-, entre ellos la iglesia de San Antón, denunció que no es posible que sea verdad que en olas de frío como la que se está viviendo ahora haya gente durmiendo en la calle. habló de los servicios sociales y de la importancia que tienen, así como de la necesidad de que se invierta y se apueste por ellos. Antes, la decana de la Facultad de Trabajo Social defendió el papel de los trabajadores sociales y pidió más apoyo por parte de los poderes públicos. Lamentó: "Cada vez estamos más alejados del Estado de Bienestar".

El padre Ángel dijo que era un privilegio estar sentado en los bancos de la UGR. En el aula también estaba el ex secretario general de UGT, Cándido Méndez, que es voluntario en Mensajeros de la Paz, y viajó con ellos en el autobús desde Madrid. El grupo de sin techo que vino a Granada este viernes, estuvo también visitando la Alhambra, ha hecho otro viaje a la playa y otro a Roma a ver al Papa. "Iban muchos de los que están aquí hoy y, como dijo el Papa, estos son los verdaderos tesoros de la Iglesia", subrayó.

A la rectora le entregaron el símbolo de Mensajeros de la Paz: una paloma que simboliza que solo se ponen de rodillas ante Dios, ante un niño y ante una persona sin hogar. Además, le dieron un pin y un llavero en el que está inscrito: "Soy un privilegiado". El padre Ángel recordó con dolor que un día regaló a un sin techo un llavero y este le contestó que no lo quería para nada porque no tenía casa ni coche... entonces cambiaron a esas placas con la inscripción.

La actividad de ayer y la del libro están coordinadas por el profesor del departamento de Psicología Evolutiva José Luis Cabezas y la catedrática del mismo departamento, Ramona Rubia. Junto a ellos, un grupo de docentes y profesionales de distintas universidades e instituciones han elaborado el libro 'Prácticas de Psicología del desarrollo II', cuyos beneficios de venta van a parar directamente a programas de cooperación de Mensajeros de la Paz.

El profesor Cabezas apostó porque la UGR sea también referencia en solidaridad. La rectora dijo que la Universidad apuesta por el compromiso social y por el trabajo de transmitir estas acciones y valores a los jóvenes. Les dijo: "Cuenten con la Universidad".

(Andrea G. Parra, 10/02/18, Ideal, p. 12)