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Un alcalde excepcional (Rosa Aguilar)

Ana, hija de Julio Anguita, ayer durante un momento de la capilla ardiente en el Ayuntamiento de Córdoba
Exalcaldesa de Córdoba

Hoy se ha ido una persona que amaba profundamente a Córdoba. Se nos ha ido Julio Anguita, que fue un alcalde excepcional y que los cordobeses y las cordobesas, estoy segura, no lo van a olvidar nunca jamás. Con él hubo un antes y un después para Córdoba. Julio hizo que Córdoba tuviera una voz importante en España y que se la mirara desde muchos lugares, sintiéndonos todos de ello orgullosos. Porque Julio cambió radicalmente la ciudad con una forma distinta de hacer política desde la participación de la ciudadanía.

Julio, además, nada más llegar a la Alcaldía puso su mirada en los barrios más necesitados y no podemos olvidar que, como gran maestro que era, también esa cualidad la llevó a la política. Así, podemos recordarlo con una pizarra explicando lo que quería para Córdoba, su ciudad.

Hay que recordar en estos momentos a Julio como una persona que supo leer bien las entrañas y el corazón de Córdoba y hasta las calles de la ciudad lo van a echar de menos con sus paseos, porque hay lugares, sitios, calles, que tenían un gran significado para él como amante de la Historia que era, también de la de Córdoba. Cuando paseaba por Córdoba veíamos al Julio de sus sentimientos, de sus ratos para pensar o para conversar. Todo formaba parte de él y todo esto también es Córdoba.
Julio ha sido un político que a nivel nacional y andaluz todo el mundo lo ha escuchado y lo ha respetado, incluso aquellos que discrepaban de lo que él decía y que confrontaban políticamente con él. Ése era una cualidad más de Julio Anguita.

Con Julio se nos va un luchador que ha entregado toda su vida, día a día, minuto a minuto, a aquello en lo que creía. Siempre trabajó, desde sus ideas, por ese mundo necesario en el que lo verdaderamente importante seamos los seres humanos.

(Diario Córdoba)