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El argentino Marcelo Luján gana el premio Ribera del Duero. El galardón mejor dotado de la narrativa breve en español

‘La claridad’ explora los escenarios luminosos de situaciones y episodios siniestros

Autor de novelas negras sin detectives, “siempre escribo sobre el mal, pero me centro en quien lo genera y quien lo recibe”

En uno de los relatos, una adolescente cuya madre ha muerto se va a la casa de su tía, una gemela idéntica a la fallecida

El argentino Marcelo Luján (Buenos Aires, 1973) ha ganado el premio Ribera del Duero por ‘La claridad’, obra que Páginas de Espuma, la editorial convocante, publicará el próximo 15 de julio. Se trata de cinco relatos (más un ‘bonus track’) protagonizados cada uno por un personaje femenino y con un trasfondo oscuro, con la violencia y la frustración como algunos de sus temas.

“Como latinoamericano, y más aún como rioplatense, estoy educado bajo el calor de este maravilloso y único género: el cuento, con maestros como Onetti, Quiroga, Cortázar o Conti”, afirma el autor, en una entrevista con este diario realizada tras el acto de proclamación, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

La claridad a la que se refiere el título implica “todo lo que está detrás de las claridades: lo que deseamos y no alcanzamos, los miedos y los arrebatos, el amor, la traición, el dolor y los pequeñísimos instantes de dicha. La claridad es aquí un concepto-excusa para fortalecer su antítesis. Pero la opción inversa también es una lectura posible, puesto que el brillo es más brillo cuando se contempla desde la oscuridad”.
“Siempre escribo sobre el mal –prosigue Luján–, y aquí utilizo su contrapunto, la contradicción de mostrar lo oscuro rodeado de luz. Los malos sucesos ocurren en escenarios y situaciones blancas y bellas”. Autor de novelas negras sin detectives, “me centro en quien genera el mal y en quien lo recibe”.

Los seis cuentos son descritos así por su autor: “’Treinta monedas de carne’ es el más violento, físicamente, y el más descarnado; en él, dos chicas, una muy guapa y otra que es todo lo contrario salen a pasear en bicicleta por los alrededores de un camping. ‘Una mala luna’ se centra en dos hermanos, el narrador es el chido pequeño y la mayor es muy mala, la han expulsado de todos los colegios, se pelea con los chicos por la calle, y solo se lleva bien con él. En ‘Espléndida noche’ un camionero frustrado que viaja con sus pollos recoge a un elegante accidentado, que le propondrá algunos tratos. En ‘El vínculo’, un gato con una mutación del coronavirus al que van a sacrificar muerde a una becaria de la clínica, lo que la cambiará totalmente. ‘La chica de la banda de folk’ se ambienta en las fiestas de un pueblo que podría ser gallego, con una adolescente que quiere besar a un forastero. Finalmente, ‘Más oscuro que tu luz’ va sobre una preadolescente cuya madre muere y la envían a pasar el verano a la casa de su tía, hermana gemela idéntica a la fallecida”.

El Ribera del Duero es un galardón bianual y, con sus 50.000 euros, es el de mayor cuantía en narrativa breve en la lengua castellana, con la misma dotación que, por ejemplo, los premios Princesa de Asturias. El jurado de esta sexta edición estuvo compuesto por los escritores Óscar Esquivias, Clara Obligado y Fernando Aramburu, en calidad de presidente; el editor Juan Casamayor, y el presidente de la D.O. vinícola que le da nombre, Enrique Pascual.

El acta afirma que la obra ganadora plantea “un cuestionamiento del idioma y una poética del desarraigo” y que sus historias, “desde un particular y resuelto manejo del lenguaje, de la voz narrativa y de los registros, logran crear personajes libres o condenados, siempre eternos, en unas historias inesperadas, extraordinarias, violentas y terrenales que se combinan para mostrarnos el lado más afilado de la belleza”.

Residente en Madrid desde el 2001, Luján escribe un español peninsular, según destacó Aramburu. Con su última novela, ‘Subsuelo’ (2015) –que explora la maldad adolescente a través de dos hermanos y la casa donde pasan los veranos– ganó el premio Dashiell Hammett de la Semana Negra de Gijón y ‘La claridad’ recupera a algunos personajes de ese libro. Otras obras suyas son los volúmenes de cuentos ‘Flores para Irene’ (2004), ‘En algún cielo’ (2007) y ‘El desvío’ (2007), las obras de prosa poética ‘Arder en el invierno’ (2010) y ‘Pequeños pies ingleses’ (2013), así como las novelas ‘La mala espera’ (2009) y ‘Moravia’ (2012).

Para el editor de Páginas de Espuma, Juan Casamayor, “el cuento está demostrando que, en contra de lo que algunos decían, es un género capaz de cosechar un gran éxito comercial, como muestran los ejemplos recientes de Lucia Berlin, Alice Munro, Samanta Schweblin (vamos por la 20ª edición) o Mariana Enríquez”.

(Xavi Ayén, La Vanguardia)