— ¿Comparte la tesis del lendakari de que ETA ya ha sido derrotada?
— No. A ETA se le puede derrotar, pero no lo estará hasta que no quede bien claro que no habrá ninguna concesión política ni premios por haber asesinado durante cincuenta años.
— ¿Su oferta sobre presos se puede entender en forma de concesión?
— Es un gesto en un escenario de campaña electoral. Al PSOE le interesa que se hable de esa cuestión para no abordar los problemas económicos de España. No sé si Rubalcaba cree que un comunicado de ETA le da votos, pero lo dudo. La precipitación del lendakari solo beneficia a Batasuna.
— Entonces, Rajoy evitará el final de ETA como tema de campaña…
— Sí lo va a tocar, pero es sensato. Tiene muy claro qué hará cuando gane las elecciones: aplicar la ley. El PP pondrá toda la carne en el asador para que esto acabe de buena manera.
— ¿Cómo será ese final?
— Sin empates. El único fin posible de ETA es la derrota de su proyecto político. Hay que mandar al mundo de ETA un mensaje conjunto de que no tienen más opción que su rendición incondicional, su entrega y su derrota. Eso es mucho más eficaz que cuarenta gestos del lendakari o reconocimientos de que ETA ha dado un paso.
— Vivimos un clima de euforia ante el final de ETA, pero lo cierto es que su brazo político llega fuerte al 20N.
— Es objetivo que las cosas están más tranquilas. El problema es que hay quien por interés ha engordado a Batasuna. Si no se hablase todo el día bien de ellos, si no se les tratase como hombres de paz, su posición no sería ésta. El PP lo tiene muy claro: liquidaremos ETA sin engordar a Batasuna. No permitiremos que sean los abanderados de la paz.
— ¿A qué achaca los últimos movimientos en ese mundo? Disolución de Ekin, verificación, los presos...
— Existe una gran campaña de Batasuna, que aspira a tener una fuerte posición política para alcanzar las metas por las cuales ETA ha asesinado. Y el PSOE deja hacer porque cree que le conviene. Pero nuestra obligación es conseguir que abandonen a cambio de nada. Hará falta mucha pedagogía política de legitimación del Estado de Derecho y prestigio de la democracia. Si permitimos un empate Estado-ETA quedarán como buenos, tendrán mucho más apoyo social y crecerá el riesgo de que vuelvan a las armas para lograr sus objetivos.
— En el caso de que ETA lo dejase, ¿qué hará el PP con los presos?
— Después de la banda terrorista, nada. Se cumplirá la Ley, sin amnistías ni sorteos. No les queda más que reconocer el daño causado, que ha sido mucho. Y punto. Y que no piensen en nada más, porque nada más van a tener. Nadie, creo que ni tan siquiera el PSOE, les dará concesiones políticas. Tienen que saber clarito que no se va a hacer ninguna ilegalidad ni les va a salir gratis lo que han hecho.
— ¿La reunión de los mediadores internacionales está abocada al fracaso?
— Claro, porque son gente que no tiene ni puñetera idea de lo que es Euskadi ni ETA. Ellos buscan un conflicto entre dos comunidades. Si los constitucionalistas hubiéramos asesinado a 500 personas, deberíamos aceptar una mediación. Pero solo hemos sido víctimas de unos totalitarios. Que se limiten a pedir a la organización terrorista que lo deje y no nos molesten. Lo del lunes nace de la teoría clásica de Batasuna del «ETA se está portando bien, dadle algo». Y eso siempre es fracaso.
Itziar Reyero, ABC