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Eslovaquia rechaza la ampliación del fondo de rescate y provoca la caída del Gobierno

El Parlamento de Bratislava probablemente volverá a votar esta semana.

La puesta en marcha del fondo de rescate (FEEF, por sus siglas en español) sufrió ayer un serio traspiés en Bratislava. El Parlamento de Eslovaquia no le otorgó la mayoría necesaria. El Gobierno, firme partidario de la ampliación, apenas logró el respaldo de 55 diputados, cuando era necesario el de 76. La derrota también provocó la caída del Ejecutivo de la conservadora Iveta Radicova.

La buena noticia es que el resultado todavía no es definitivo, ya que probablemente esta semana se producirá una nueva votación. Y a tenor de lo visto en el debate de ayer, en esa ocasión la ampliación del FEEF sí que saldrá adelante en el último de los 17 países de la zona euro que todavía no le ha dado su visto bueno.

Para que los recursos del FEEF lleguen a los 440.000 millones de euros que los líderes de los países de la zona euro acordaron en julio y el fondo pueda lanzarse al mercado secundario a comprar deuda de los países en problemas (Grecia, Portugal, Irlanda, Italia y España), es necesario que los parlamentos de los 17 integrantes del euro den su visto bueno. El lunes lo hizo Malta. Ayer era el turno de Eslovaquia. Y lo rechazó. La agonía se prolonga unos días más, todavía no hay fecha para la segunda votación.

En Bratislava, los problemas han surgido en el seno de la propia coalición de Gobierno, integrada por cuatro partidos y con una exigua mayoría parlamentaria (77 apoyos en un hemiciclo de 150 escaños). Uno de ellos, Libertad y Solidaridad, que cuenta con 21 diputado anunció su abstención y eso no solo ha supuesto el traspié para el FEEF si no que acabó por derribar al Gobierno de Radicova

A pesar del fracaso de ayer, el ministro de Finanzas, Ivan Miklos, se mostró confiado en que esta misma semana Eslovaquia acabará por apoyar la ampliación del fondo de rescate. Miklos confía en que el líder del principal partido de la oposición, el izquierdista y antiguo primer ministro Robert Fisco, mantenga su palabra.

En sus intervenciones de ayer, Fisco afirmó que su formación, que cuenta con 62 parlamentarios, no iba a apoyar al Ejecutivo en la primera votación, pero sí que lo iba a hacer en la segunda. De ser así y mantenerse el número de votos afirmativos logrados ayer, la aprobación estaría garantizada cuando se produzca la nueva votación. Con este movimiento, Fisco buscaba derribar al Gobierno de Radicova y lo logró.

El pasado domingo Merkel y Sarkozy reclamaron la ratificación rápida del fondo por los países del euro. Era una llamada a Malta y Eslovaquia. Radicova se había propuesto sacarlo esta semana adelante para llegar a la cumbre europea, prevista en principio para el 17 y 18 octubre, con la ratificación bajo el brazo. El aplazamiento de la cumbre al domingo 23 da más tiempo.

Agencias, El País