El Parlamento británico votará esta semana la propuesta de reforma. El puente, que en un día normal es uno de los más transitados de la capital británica, une al hospital de St. Thomas con la sede del parlamento. Cuando el Big Ben marcó la una de la tarde (dos de la tarde en España peninsular), los participantes en la protesta se sentaron e impidieron el paso por el puente, ante la mirada de cientos de policías.
UK Uncut, el movimiento que organizó la protesta Block the bridge, block the bill (Bloquea el puente, bloquea la ley), afirmó en un comunicado: "Hoy médicos, enfermeras, padres de familia, estudiantes, sindicalistas, jubilados y niños han asistido a un acto de desobediencia civil masiva sin precedentes en Reino Unido". Algunos de los manifestantes entrevistados por el diario The Guardian habían viajado desde otras ciudades británicas. Susan Sercher, una jubilada que viajó desde Liverpool para asistir a la protesta, afirmó que el Sistema Nacional de Salud británico "es tan importante para este país que debemos de actuar y protegerlo de esta espeluznante privatización".
El envejecimiento de la población y las políticas de austeridad han obligado al Gobierno británico a replantear el alcance del sistema de salud. No obstante, la indignación que provocó la primera propuesta de David Cameron le hizo recular y reducir el aumento de la presencia del sector privado, punto crucial de la reforma.
Agencias, El País