Tras el fracaso de su ofensiva antigitanos en 2010, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, tiene un nuevo blanco en su estrategia populista. El ministro de Interior, Claude Guéant, ha anunciado una nueva ley contra la "delincuencia extranjera", a sólo cuatro meses de las elecciones presidenciales y legislativas.
"Constato que la delincuencia extranjera es superior a la media registrada en nuestro país", explicó Guéant en una radio. Y anunció un proyecto de ley que preverá que todo extranjero objeto de una condena penal vea automáticamente acompañada esa pena de una "prohibición de permiso de residencia", si llegó recientemente y "sin lazos familiares" en Francia.
El anuncio provocó la cólera de oposición, sindicatos de magistrados y de asociaciones de extranjeros. Para Christophe Reignart, presidente de la Unión Sindical de Magistrados (USM), este anuncio es una "tontería" porque los problemas de delincuencia vienen de la falta de medios en Policía y Justicia".
Andrés Pérez, Público