Horas antes de que el rey Mohamed VI de Marruecos lanzara ayer un mensaje a Mariano Rajoy, con motivo de su investidura como presidente del Gobierno, en el que expresaba su voluntad de «consolidar» su «relación» con España, una nueva oleada de inmigrantes en situación irregular llegaba a las costas españolas a través de Ceuta.
Un grupo de 56 inmigrantes de origen subsahariano consiguió burlar la vigilancia de las Fuerzas de Seguridad marroquíes y españolas en las inmediaciones de la frontera del Tarajal. Logró llegar a territorio español bordeando, a nado y a la carrera, el espigón que se interna varios metros en las aguas de la Bahía Sur de la ciudad autónoma para separar ambos países. Uno de los sin papeles murió ahogado, según la agencia oficial marroquí MAP.
Según detallaron las autoridades marroquíes a la Guardia Civil, sus efectivos pudieron contener a otros 95 indocumentados, pero no a todos, tal y como sí lograron el pasado fin de semana en dos ocasiones.
De forma oficial, se atribuye estas oleadas de sin papeles a las buenas condiciones climatológicas, pero fuentes policiales aseguran que el Gobierno marroquí abre y cierra sus fronteras en función de sus intereses políticos. En este sentido, otras fuentes interpretaban que estas llegadas son un «mensaje de advertencia» del nuevo Gobierno marroquí.
Los subsaharianos cambiaron esta vez su modus operandi para intentar llegar a la ciudad autónoma y, en lugar de probar a hacerlo a primera hora de la mañana, como acostumbran, lo intentaron el jueves poco después de la caída del anochecer. Fuentes policiales indicaron a Efe que este cambio posiblemente se explica por las fiestas navideñas, ya que los inmigrantes creían que a esa hora el paso fronterizo iba a estar menos vigilado como consecuencia de los descansos del personal.
También pudo influir el hecho de que las autoridades marroquíes hubieran impedido hace una semana la entrada de un centenar de inmigrantes que, en dos ocasiones, intentaron llegar de día a las playas de Ceuta.
La consigna de los inmigrantes es correr en grupo y lanzarse al agua con chalecos salvavidas y flotadores o tratar de entrar a pie por el espigón.
Todos los sin papeles serán acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (Ceti), donde residen más de 700 extranjeros, un 40% por encima de su capacidad máxima operativa (512 plazas).
Por otro lado, cuatro argelinos fueron rescatados ayer de una pequeña embarcación neumática, que se encontraba a la deriva por un pesquero de Almería. La patera estaba con el motor averiado y medio hundida. Al cierre de esta edición, Salvamento Marítimo buscaba otra barca ocupada por 66 subsaharianos que salió de las costas de Marruecos.
El Mundo