Xabier Mikel Errekondo atiende a DEIA un día después de la toma de posesión de Mariano Rajoy como nuevo presidente del Gobierno español.
- ¿Qué opinión le merecen los nombramientos de Jorge Fernández Díaz como ministro del Interior y de Alberto Ruiz-Gallardón como titular del Ministerio de Justicia?
- Es pronto para sacar conclusiones, pero estoy convencido de que los tiempos cambian y, a pesar de ser un Gobierno del PP, no va a ser el de Aznar. Han reconocido que los tiempos son diferentes y deberán adaptarse a las nuevas circunstancias. El PP sabe que existe un conflicto político que deberá afrontar con determinación. Creo que Rajoy se ha rodeado de gente de confianza y capacitada para abordar el conflicto.
- ¿Ustedes confiaban en que iban a tener grupo propio?
- No somos tan crédulos. Llevamos demasiados años en estas trifulcas y el PP ya se había pronunciado antes incluso de que se reuniera la Mesa del Congreso. Tenemos claro que no nos van a dejar ni respirar y van a condicionar nuestra actuación todo lo que puedan.
- Intentaron formar grupo con los seis diputados de la CAV, sin el electo navarro. ¿Eso supuso renunciar a sus planteamientos históricos?
- Cuando tienes derecho a trabajar en unas condiciones, vas a trabajar por que se te reconozcan. Amaiur dijo desde un principio que la labor parlamentaria va a estar constituida por los siete diputados. Pero ya que nos querían condicionar, trabajamos para que ese condicionamiento no se diera.
- ¿Por qué no se llegó a un acuerdo con Geroa Bai?
- El lunes previo nos reunimos con Geroa Bai y hablamos del grupo parlamentario. No hubo proposición de Amaiur y Uxue Barkos nos dijo claramente que su planteamiento era el Grupo Mixto y que no pretendía formar grupo con nadie. Pero es que antes de hablar con Uxue, Celia Villalobos ya comentó que Amaiur no podía pensar en unirse con Geroa Bai para tener grupo. Era una decisión política que estaba tomada y, al mismo tiempo, el PP vasco, en boca de Oyarzábal, nos acusaba de no haber explorado otras opciones. Nos responsabilizaba a nosotros cuando el PP ya había tomado su decisión.
- Van presentar recurso al Constitucional, pero quizá no haya resolución hasta dentro de tres años.
- No vamos a hacer un mundo de esto. Está claro que la decisión política ya está tomada por parte del PP. Nos tienen que cortar las alas y así lo van a hacer. El recurso deja claro que la decisión que adoptó la Mesa no tiene ningún fundamento jurídico y era una postura política.
- Las demás formaciones del Grupo Mixto podrían tener miedo a que Amaiur ejerza allí su mayoría
- Esa no es la esencia de Amaiur. Lo que pasa es que en el Mixto estamos 18 diputados y es como una macedonia perfectamente diseñada por la cocina de la Mesa del Congreso.
- ¿Qué impresión sacó del debate de investidura?
- No nos sorprendieron las palabras de Rajoy. No podemos esperar que a las primeras de cambio se coloque en el carril que le demandamos. Creo que nosotros les sorprendimos. Vamos a ir a hacer política con el reto de convencer. Convenciendo podemos impulsar nuestro objetivo, que es que se reconozca a Euskal Herria el derecho a decidir. Rajoy también sabe qué conviene decir porque se está dirigiendo a sus filas. No nos va a sorprender ese lenguaje porque sabemos que va a cambiar.
- Todo el mundo pensaba que usted iba a ser el portavoz y al final habló Iñaki Antigüedad. ¿Por qué?
- Somos un equipo de diez personas, los siete diputados y los tres senadores, y todos estamos capacitados para asumir el papel de portavoz. Iñaki tiene una gran capacidad para transmitir y así ha sido valorado por todas las fuerzas allí presentes quitando a UPN y UPyD, que son quienes han dicho que no quieren saber nada de Amaiur.
- Algunos medios de Madrid aseguraron que Amaiur se presentó con piel de cordero pero sigue siendo el mismo lobo de siempre.
- No se qué tendrán grabado en la retina con respecto a todo lo que suena a vasco, no solo a la izquierda abertzale. Lo que se vio allí es lo que está haciendo Amaiur aquí en Euskadi. Se nos ha recibido con una cara seria y distante, pero lo prefiero a falsos paternalismos. No vamos a que nos traten bien. Sabemos que nos van a atacar, pero vamos con las ideas claras. Quienes nos atacan tienen que saber que cuando se dirigen a nosotros lo hacen a cientos de miles de vascos.
- Antigüedad señaló que, sin renunciar al independentismo, lo primero es la solución del conflicto.
- Cuando Iñaki dijo "soy independentista, pero no venimos a exigir la independencia", tiene toda la lógica. Entendemos la independencia como un proyecto político sobre el que tenemos que trabajar, pero el meollo de la cuestión no es "independencia sí o no". Lo que exigimos son los derechos que nos asisten como pueblo. Y cuando tengamos el derecho a decidir, es ahí cuando ejercitaremos nuestros proyectos. Nuestro proyecto final es la independencia, porque creemos que es lo mejor para Euskal Herria. Queremos tener los mismos derechos que tienen otras opciones.
- Han estado ya en el debate de investidura. ¿Van a seguir acudiendo al Congreso de forma continuada?
- Las formaciones que estamos en Amaiur llevamos mucho tiempo en el trabajo político y también en la gestión con responsabilidades. Sabemos que la política es un trabajo paso a paso para llegar a convencer a las personas con responsabilidades para que puedan entender lo que estamos haciendo. Vamos a hacer seguimiento de lo que va a ser la política en la Cámara y vamos a estar trabajando mirando a Euskal Herria.
- Repito, ¿van a tener una presencia diaria en el Congreso?
- Vamos a estar allí presencialmente, vamos a estar los diputados y senadores. Lo que no vamos a hacer es estar en la gestión diaria de lo que no compete a Euskal Herria. Pero hay muchas cosas que sí competen a Euskal Herria como son la ley del aborto, igualdad, homosexualidad, medio ambiente...
- ¿En ese camino pueden llegar a acuerdos con el PNV, Geroa Bai o diputados vascos del PSOE?
- No cerramos la puerta a nadie. Queremos tener una relación normalizada con todas las fuerzas políticas, por lo menos con todos lo que quieran hablar con nosotros. Por lógica política vamos a tener muchas más posibilidades de entendernos con unos antes que con otros.
- Rajoy les exigió que pidan la disolución de ETA. ¿Qué tiene que responder a eso?
- Sabemos que la disolución de ETA va a llegar. Iñaki [Antigüedad] ya lo dijo: "Algunos estamos dando pasos, aunque los califiquen de insuficientes, para llegar a esa paz duradera, estable y justa". Para alcanzar ese punto mucha gente está dando pasos, y ellos saben que también tienen que darlos. El PP también tiene que dar esos pasos.
- ¿Ha cambiado algo en el PP?
- Yo estoy convencido de que hay contradicciones dentro del PP. En ese partido hay unas puntas más reaccionarias y negacionistas, pero hay otros sectores más sensibles a lo que es la realidad política de Euskal Herria. Nosotros vamos a ser el akullu por el que los populares van a tener que hacer sus lecturas y eso va a traer contradicciones. No se puede quedar estancado en el lenguaje caduco de que "la izquierda abertzale son los malos". Lo que le pedimos es que asuma su responsabilidad con determinación. Si realmente busca la paz va a tener que dar pasos, aunque se va a necesitar tiempo para que se dé esa pedagogía dentro del propio PP, en la sociedad española y dentro de lo que son los poderes del Estado.
- ¿Puede haber una marcha atrás por parte de ETA?
- Fue Mayor Oreja quien dijo que ETA podrá gustar o no, pero lo que no hace es mentir. En ese sentido, ETA ha tomado una decisión y no miente, y la sociedad vasca está más ilusionada que nunca ya que sabe cuál es el camino.
- En el Congreso les van a exigir el reconocimiento a las víctimas.
- No vamos a dar la espalda a ninguna de las responsabilidades que nos tocan. Amaiur y las fuerzas que están en el Acuerdo de Gernika ya han hecho un pronunciamiento sobre las víctimas y entendemos que es un paso. A las víctimas hay que tenerlas en cuenta, merecen reconocimiento y habrá que hacer la reparación que corresponda. Pero hay que hacer un análisis global del conflicto. Deben juntarse los agentes implicados, relacionados con las víctimas, y tiene que haber un trabajo enorme para, primero, acordar un relato consensuado. Hay que reconocer a las víctimas, pero a todas.
- ¿Por qué no se produjeron todos estos pasos hace 30 años?
- Habrá que hacer el análisis. No se llega a este punto de la noche a la mañana porque a ETA se le haya ocurrido. Si se ha llegado ahora es porque se han dado las condiciones para que la voluntad de ETA vaya por este camino. Habría que hablar con la organización ETA para saber por qué ahora.
- ¿La situación de los presos es otro eje básico de cara al futuro?
- Hay que llegar a la amnistía porque son presos políticos. Otra cosa es que el Estado español los haya utilizado y haya dado no sé cuántas vueltas de tuerca. Hay que traer a los presos a Euskal Herria, y en ese sentido está claro que la sociedad también lo ha entendido.
- ¿Para Amaiur las elecciones importantes son las autonómicas?
- Las elecciones son herramientas de trabajo. Amaiur trabaja mirando a la sociedad y esperando que esta sea sensible a lo que decimos y se sienta protagonista. El objetivo es acumular posicionamientos abertzales y de izquierdas, para que se vea que Euskal Herria apuesta por el derecho a decidir. Que se pueda dibujar un gobierno abertzale en Ajuria Enea marca ese futuro, y entendemos que es positivo. Aspiramos a que Arnaldo [Otegi] sea el presidente de la Euskal Herria de las siete provincias. No porque sea él el presidente, sino porque indicaría que Euskal Herria está ya en el camino de la independencia.
- "Siendo rivales políticos, el rey estuvo en su papel y yo en el mío".
Errekondo fue el representante de Amaiur en la comparecencia ante el rey Juan Carlos, algo que, asegura, no le supuso ningún problema ya que sabe perfectamente cuál es su papel.
- ¿Supuso para usted un 'marrón' tener que ir a la Zarzuela a entrevistarse con el monarca español?
- No ha sido ningún marrón. Estoy en Amaiur y asumo mi trabajo con unos criterios políticos. Y si desde Amaiur se entiende que es positivo hacer tal o cual gestión, se hace y no pasa nada. No tuve ningún complejo. Vengo del mundo del deporte de élite y sabemos los compromisos que se adquieren con políticos o empresarios y que hay protocolos que tienes que cumplir. Entendimos que había que ir y, además, aprovechamos para entregarle una carta en la que le emplazamos a que trabaje en la línea de la resolución política del conflicto vasco.
- ¿En qué parámetros transcurrió la entrevista?
- Cada uno estuvo en su sitio, todos sabemos el papel que cumplimos. Entiendo que estaba preparado para la cita, la escenificación fue la justa y yo estuve de la manera más correcta que sé. Siendo como somos rivales políticos, y ante la confrontación política que se tiene que dar, el rey estuvo en su papel y yo en el mío. Prefiero esto a que hubiera habido paternalismo.
- Usted se refirió posteriormente a él como "su majestad", algo que no es compatible con los postulados que defiende Amaiur
- Seguramente diga lo diga no va a gustar a nadie. Dirán que tenía que haber dicho otra cosa, haber puesto otra cara... Se pueden decir muchas cosas. Es posible. Algunos lo pueden entender más o menos, pero había que ir y lo hice lo mejor posible. Desde el respeto, pero sin ninguna condescendencia. Pero, por los gestos o las palabras que se pronunciaron, alguien puede entender otra cosa. La situación es de confrontación política entre el jefe del Estado y el representante de la izquierda y abertzale de Euskal Herria. Había que ir para marcar esa línea.
- ¿No es una contradicción que un independentista vasco, además diputado por Amaiur, haya sido varias veces internacional con la selección española?
- Vale la misma respuesta. He ido donde el rey y me ha dado la mano. Es habitual que deportistas vascos de élite hayan estado en la selección española. No sé qué es mejor o peor, el hecho de ir a la selección, el hecho de ir donde el rey o de acudir al Parlamento español. Sobre la asistencia a la selección española cada uno debe hacer su análisis particular, por un lado había normas legales por las que estabas obligado, y por otro lado las internacionalidades están ahí y no me causan ninguna contradicción.
- Se ha hablado mucho de su amistad con Iñaki Urdangarin, un hombre que está en el candelero.
- Para mí el término amigo tiene mucha importancia. Iñaki Urdangarin y yo somos conocidos, hemos sido muchas veces adversarios deportivos y alguna vez compañeros, pero no mantenemos relaciones. No creo que le vea, pero si alguna vez coincido con él, le daré la mano como si nada y ya está.
Javier Núñez, Deia