Yavé asegura que creó el mundo en seis días y que descansó el séptimo. Supongo que será una forma de hablar. O quizá las causas de que el tema le saliera tan pobre. Ignoramos lo que fue durante millones de años en que se retocó, se perfiló, desaparecieron los grandes animales, evolucionaron los orangutanes o lo que fueran aquellos de los que procedemos o no. Pero tenemos constancia de que el mismo Yavé, avergonzado de lo que hizo, quiso cargárselo con un diluvio universal. No sirvió para rectificar las cosas: la gente no paraba de pecar. Esta vez usó el fuego
. Se salvó Lot (su mujer se convirtió en sal, seducida por la Pentápolis y su forma de vida). Sus hijas lo emborracharon para tener hijos de él, como si eso fuese mejor que lo que se hacía en Gomorra... Da la impresión de que Yavé no estaba bien informado o no sabía lo que quería: ya al salir del arca en el monte Ararat, Noé se emborrachó, sus hijos se rieron de él, y la cosa no tuvo buen arreglo. Yavé tuvo que mandar a su único hijo, único dios como él y con el Espíritu Santo: tres personas y un Dios solo... En fin, un lío. Divino, desde luego.
El Mundo