Durante el juicio celebrado en una base militar de California, el sargento Frank Wuterich, de 31 años, se declaró culpable este lunes de un delito de negligencia en el cumplimiento del deber. Será degradado y, durante un periodo de tres meses, estará confinado y se le retirarán dos tercios de su salario.
Ali Badr, residente en Haditha y familiar de una de las víctimas, ha afirmado que "esta sentencia ofrece la prueba, una prueba sólida, de que los americanos no respetan los Derechos Humanos". "Es un insulto a las víctimas y un insulto a todos los iraquíes", ha añadido.
Jalid Salman, uno de los abogados de las familias de los fallecidos --uno de los cuales primo suyo--, ha dicho que no podía creer que se hubiese dictado una sentencia así, que "concede menos valor a la sangre musulmana".
"No se trata de un delito de tráfico", ha señalado Salman, que ha criticado que pasase tanto tiempo hasta que comenzó el juicio y ha adelantado que va a presentar una apelación ante un tribunal estadounidense.
Wuterich fue acusado de ser el líder de un grupo de militares que, el 19 de noviembre de 2005, cometieron varios ataques, con armas de fuego y granadas, que causaron la muerte de 24 civiles iraquíes en Haditha. Se declaró culpable porque había llegado a un acuerdo con los fiscales para que éstos retirasen a cambio los cargos más graves, homicidio involuntario y agresión con agravantes.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento iraquí, Salim al Jubouri, ha denunciado que la sentencia "va contra la dignidad de los iraquíes, no es acorde con la magnitud del crimen cometido e infravalora la vida humana".
Al Jubouri, que ha indicado que la comisión que preside se reunirá este miércoles para hablar de la sentencia, ha pedido al Gobierno de su país que la condene con firmeza.
Reuters, Europa Press