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El nuevo PSOE. Los socialistas optan por la experiencia. Rubalcaba, elegido secretario general frente a Chacón por sólo 22 votos de ventaja

La diputada catalana no entrará en la nueva ejecutiva y deja en el aire su futuro.

El PSOE opta por la veteranía.

Rubalcaba gana a Chacón la batalla por el liderazgo socialista por una diferencia de sólo 22 votos.

La norma no escrita que dice que en las pugnas internas del PSOE se impone el candidato más nuevo se rompió ayer. Pasó en 1998 en las primarias que ganó Josep Borrell a Joaquín Almunia y volvió a ocurrir en el congreso del 2000, cuando José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido frente a José Bono. Pero no esta vez. Los socialistas optaron por Alfredo Pérez Rubalcaba para reforzar, reconstruir, rearmar y, casi lo más importante, recomponer un partido que pasa por sus horas más bajas en toda la democracia. Como refleja el resultado de la ajustadísima votación (sólo 22 votos de diferencia: 487 del ya nuevo líder frente a 465 de su contrincante, Carme Chacón), el PSOE se partió casi en dos entre los que apostaban por la renovación de la catalana y la veteranía y mayor experiencia de un dirigente que ha estado en todos los gobiernos socialistas.

Son muchas. Sobre todo en Andalucía, donde se han desatado luchas a cara de perro entre los partidarios de uno y otro. José Antonio Griñán, presidente de la Junta y líder del PSOE andaluz, apoyaba a Chacón, y ahora, a menos de dos meses de unas autonómicas donde el vaticinio más extendido es que los socialistas se despedirán por vez primera del poder, la lectura es que ha perdido el congreso. Un arma electoral más para su adversario, Javier Arenas. Rubalcaba tiene ante sí la difícil tarea de sanar las heridas que se han abierto en esta campaña.

Y es también aquí, en Andalucía, donde se encuentra una de las principales explicaciones del resultado. Señalan fuentes de la ya exdirección socialista y del equipo del ganador que, pese a que el miércoles cinco secretarios provinciales de esta comunidad difundieron los apoyos que a priori tenían los candidatos y la ventaja –según estos cálculos, era de unos 40 delegados para Chacón–, esta diferencia de votos no se produjo. Hubo empate. Básicamente por dos factores: el malestar que crearon entre los delegados las presiones del aparato andaluz y el hecho de que en los últimos días Felipe González y Alfonso Guerra hicieran campaña soterrada a favor de Rubalcaba.

- Estilos contrapuestos.

Cuando se conoció el desenlace, y Rubalcaba subió al escenario del centro de convenciones del hotel Renacimiento de Sevilla, justo después de levantar la mano junto a Chacón, la palabra más repetida por el nuevo líder fue unidad. «Unidad y unidad», dijo. Horas antes, en el mismo lugar, ambos habían desplegado sus estilos, muy distintos, ante el auditorio.

La intervención de la exministra fue más bien un mitin, con alta intensidad emocional, muchas frases de impacto –«la fuerza de este partido no está en Ferraz, sino en sus militantes», «hay que elegir entre dejar pasar la historia y hacer historia», «¿vamos a quedarnos quietos o vamos a levantarnos y a avanzar?»...– y alguna velada referencia a la batalla frustrada de la primavera pasada, cuando ella quiso presentarse frente a Rubalcaba a las elecciones internas para dirimir la candidatura a las generales y finalmente dio un paso atrás por las presiones de este.

- El concordato.

Rubalcaba fue otra cosa. Su discurso fue quizás el más completo y mejor articulado de todos los que ha hecho en esta campaña. Hubo declaraciones de amor al PSOE: «Yo quiero mucho a mi partido». Exhibición de vigor para estos tiempos tan complicados: «A mí no me van a quebrar». Ejercicios del liderazgo de oposición que ahora llevará a cabo: «En 30 días, el PP ha sido capaz de poner sobre la mesa un retroceso de 30 años». Fuertes distanciamientos con la Iglesia, muy comunes en el PSOE cuando está en la oposición y no tanto cuando ocupa el poder: «Si siguen retrocediendo, el PSOE se replanteará seriamente el acuerdo con la Santa Sede». Y muestras de ese discurso común que quiere para el socialismo: «No podemos traspasar nunca la línea que separa un partido federal de una confederación de partidos». Todos miraron entonces al PSC, que también ha perdido este cónclave. Si hubiese ganado Chacón, en cualquier caso, la posición de los catalanes no habría sido cómoda.

Este congreso tan reñido y por momentos traumático se acaba hoy, con otro discurso del nuevo secretario general y la confección de la ejecutiva. Pero las pugnas internas continúan. En los próximos meses se celebrarán congresos autonómicos para relevar o mantener a los actuales líderes territoriales, muy tocados tras la severa derrota electoral de mayo. Habrá más tormentas.

- Chacón deja en el aire su futuro en el partido tras ser derrotada.

Las consecuencias del resultado.

Renuncia a entrar en la ejecutiva, pero no aclara si concurrirá a las primarias.

García Page augura que ella «tendrá un papel importante» en las filas socialistas.

Apenas unos minutos después de que Alfredo Pérez Rubalcaba fuera designado oficialmente secretario general del PSOE, su principal rival en el congreso, Carme Chacón, se acercó a felicitarle y a levantar el brazo del ganador. Era su forma de reconocer públicamente al vencedor de una reñidísima contienda política que ella deseaba después de que, meses atrás, se abortara su intento de presentarse a unas primarias para optar a ser la candidata a las generales. Pero la energía que demostró ayer Chacón en el discurso con el que pidió el voto a los delegados socialistas no logró imponerse a la veteranía de su adversario.

¿Y qué será ahora de la dirigente catalana? De momento, tras reunirse con Rubalcaba, quedó claro que no entrará en su ejecutiva, ni ocupará cargo alguno en el grupo parlamentario. Según fuentes próximas a la exministra, así pretende facilitar la integración de sus afines y del PSC en la nueva cúpula. Pero sigue siendo una incógnita si, tal como le permiten los estatutos, vuelve a plantar batalla al nuevo líder en unas primarias para elegir al candidato a las próximas elecciones generales.

- Mensaje en Twitter.

Después de la derrota por la mínima, Chacón se limitó a pronunciarse a través de un mensaje en Twitter: «Gracias, muchas gracias. Mi más sincera felicitación a Alfredo Pérez Rubalcaba. A partir de ahora, a trabajar todos juntos por el PSOE».

Los periodistas preguntaron por el futuro de la catalana a otros dirigentes socialistas, como al alcalde de Toledo y posible futuro secretario general en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que se situó junto a Rubalcaba en este congreso. «Chacón tendrá un papel importante en el PSOE, sin ninguna duda. Aquí no acaba su vida política. Hay que sacarle más jugo porque vale muchísimo», dijo el castellano-manchego.

Está por ver hasta dónde quiere llegar Chacón, una política que, en su intervención, había rechazado las etapas de interinidad o transición en el PSOE y se había negado a dirigir «travesías por el desierto». Defendió, eso sí, la renovación y la reconciliación con organizaciones sociales, «especialmente con la hermana UGT», y el giro a la izquierda en políticas fiscales. Sobre la Unión Europea, proclamó que había llegado el momento de plantarle cara a los postulados de Merkel.

Antes de pedir el apoyo de los delegados, apostó por el laicismo «con todas sus consecuencias». Después llegó la votación. Y el resultado.

Juan Ruiz Sierra, Rosa Paz, Gemma Robles, El Periódico de Catalunya