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El tiempo de Rubalcaba. El nuevo secretario general invita al PSOE a perseguir la unidad tras derrotar a Chacón por 22 votos

El nuevo PSC, que apostó sin matices por la ex ministra, sufre un serio contratiempo.

La ofensiva in extremis de González y Guerra amarra la victoria de Rubalcaba.

El 38.º Congreso socialista.

El PSOE elige al nuevo secretario general por 22 votos de diferencia sobre Carme Chacón.

Una ofensiva in extremis de Felipe González y Alfonso Guerra con llamadas telefónicas personales delegado por delegado el viernes y el sábado por la mañana terminó decantando la batalla por la secretaría general del PSOE en favor del candidato Alfredo Pérez Rubalcaba. Al final, el zapaterismo que representaba Chacón no ha podido resistir el último contraataque del felipismo.

La última frase de Rubalcaba pidiendo el voto fue una referencia lampedusiana: “Hemos de cambiar el PSOE para que siga siendo el PSOE”. El primer mensaje, una vez elegido fue: “Somos un partido fuerte, por eso estamos aquí”, como si hubiera resistido un ataque exterior. También tuvo para su rival una frase cargada de ironía: “Gracias Carmen por tu trabajo de esta semana”, de lo que se desprende que el exceso de euforia de la candidata catalana había resultado fundamental para el cierre de filas que propició la remontada.

Chacón debió quedar muy afectada por la derrota. No compareció para interpretar el resultado y se limitó a felicitar al vencedor vía Twitter. Tuvo una reunión con Rubalcaba y le comunicó que no piensa incorporarse a la Ejecutiva. Se queda de diputada rasa y su equipo considera que el apoyo de casi la mitad del partido le legitima para presentar candidatura a las elecciones primarias que decidirán el candidato socialista a la presidencia del Gobierno.

El resultado de la votación fue de 487 votos a favor de Rubalcaba frente a 465 favorables a Chacón. Hubo dos votos en blanco y uno nulo. La elección de Rubalcaba se resolvió pues por 22 votos de diferencia y el anuncio del resultado cayó como una bomba en el plenario del Congreso cuando los delegados menos se lo esperaban. Fue el único momento en que los rubalcabistas hicieron notar su presencia coreando el nombre de su líder.

La euforia de los chaconistas se hizo notar sobre todo a medio día, tras la intervención de los dos candidatos en la presentación de sus respectivas candidaturas. Rubalcaba apenas arrancó una ovación cuando se comprometió a replantear el concordato con la Santa Sede. En cambio, la apasionada intervención de Chacón fue jaleada y ovacionada prácticamente a cada frase...

Los partidarios de Rubalcaba esperaron el resultado con resignación, pero empezaron a animarse cuando el recuento empezó a demorarse más de lo previsto. Habían pasado más de dos horas desde el cierre de las urnas y el resultado no se hacía público. Eso se interpretaba como indicio de empate y empezaron a surgir rumores contradictorios por todas partes, todos falsos porque los inhibidores impedían la comunicación. Ocurría que el recuento iba tan igualado que el equipo de Chacón, con el catalán José Zaragoza de lugarteniente, exigió revisar el escrutinio. La impaciencia se apoderó del personal, miles de personas aguardaban la fumata blanca de pie y pendientes del móvil, del SMS y del Twitter. Al final alguien gritó en el ágora del Congreso “¡Rubalcaba!” y el nombre del nuevo secretario general fue coreado por sus partidarios haciendo el signo de la victoria.

La tensión vivida en las últimas horas entre los partidarios de ambos bandos fue decisiva. Tras la intervención de Felipe González a favor de Rubalcaba, Zapatero, Marcelino Iglesias y el presidente andaluz, José Antonio Griñán, se movilizaron para recabar apoyos para Chacón.

La pugna en Andalucía se recrudeció progresivamente. Griñán intentó y no consiguió evitar que interviniera el presidente del partido, Manuel Chaves, y además le acusaron de haber vetado la elección de Alfonso Guerra como delegado. Incluso de amenazar con excluir de las candidaturas al parlamento andaluz a los que no proclamaran su adhesión a Chacón.

Las acusaciones cruzadas de juego sucio subieron progresivamente de tono y los mensajes de euforia de los chaconistas hicieron saltar las alarmas en el cuartel general de Rubalcaba. El felipismo observaba la posible victoria de Chacón como una amenaza a la existencia del partido. Por eso Felipe González y Alfonso Guerra se arremangaron y empezaron a llamar a delegados de Andalucía y Extremadura para asegurar su apoyo a Rubalcaba.

La euforia de los chaconistas estaba tan subida de tono que algunos partidarios de la candidata catalana se burlaban el viernes de “la movilización de los abuelos”. Aseguraban que “para los treintañeros, Felipe y Alfonso ya no son referencia”. En la Anselma, la taberna más popular del barrio de Triana, el viernes por la noche se cantaba la victoria de Chacón y a la candidata catalana le dedicaron la salve rociera.

Sin embargo, la sesión de ayer ya se abrió con un Alfonso Guerra que, sentado junto a Rubalcaba, mostraba impasible una sonrisa propia de quien sabe que domina la situación a pesar del ruido que armaban los hooligans de Carme Chacón.

Está claro que hubo un fallo de cálculo en las previsiones del equipo de la candidata. Contaron apoyos que no tenían tan asegurados como parecía especialmente en las dos principales delegaciones, la andaluza y la catalana. La andaluza por la movilización de González y Guerra y en la catalana porque contaban 100 de 101 delegados y al final fueron bastantes menos. Los rubalcabistas del PSC han disimulado todo lo que han podido, pero ayer, después de la votación algunos, pidiendo no ser delatados se dejaron llevar. “De buena nos hemos librado. La victoria de Chacón habría sido un desastre para el PSC”. La misma fuente aseguró que la posición de los delegados ha vuelto a ser determinante, por cuanto “más de once, que se contabilizaban como favorables a Chacón han votado finalmente a Rubalcaba. Si no llega a ser por nosotros, Rubalcaba no sale”.

No presentaba el mismo estado de ánimo la plana mayor del PSC, empezando por su primer secretario, Pere Navarro, que no podía disimular su decepción por la derrota. Quiso dejar claro que no era una derrota del PSC, porque no había habido consigna de votar a Chacón. Eso sí, por primera vez desde que empezó el debate precongresual del PSOE, Navarro anunció que piensa defender ante Rubalcaba las resoluciones del congreso del PSC, que partiendo de una concepción “plural” del socialismo español, plantean la revisión de las relaciones PSC-PSOE para dar mayor visibilidad a las posiciones de los socialistas catalanes, lo que no concuerda con la idea de “una sola voz” preconizada por Rubalcaba. Navarro también recordó que será el PSC quien decida quién va a la Ejecutiva del PSOE. Paradójicamente parece que José Zaragoza, que ha trabajado más que nadie por la victoria de Chacón, es la persona más indicada para incorporar al equipo de Rubalcaba.

Donde el resultado del Congreso del PSOE ha resultado un auténtico desastre es en Andalucía. Griñán se enfrenta a las elecciones más difíciles habiendo perdido su apuesta por Chacón y con un partido dividido y enfrentado. Javier Arenas, el candidato del PP, se debe estar frotando las manos.

Un dato significativo. Lo más importante que aprobó en comisión el congreso del PSOE después de la elección de Rubalcaba fue “denunciar el acuerdo de España con la Santa Sede”. Es habitual en los congresos socialistas los pronunciamientos laicistas, que propician adhesiones y ovaciones y luego quedan en nada. La propia Chacón anunció en un cónclave anterior la supresión de la figura del capellán castrense. No sabía que el destino le reservaba la cartera de Defensa para poder aplicar tal medida, pero se le debió olvidar.

- Rubalcaba se propone cerrar heridas y Chacón sale de escena.

La ex ministra será diputada rasa tras pedir no estar en la dirección del PSOE.

Alfredo Pérez Rubalcaba se reunió anoche con Carme Chacón, para empezar a trazar el futuro del PSOE. “Una reunión personal, amable y distendida”. Chacón le pidió dos cosas. La primera es que haga “una ejecutiva de integración”. Esgrimió para ello el 49% de votos que consiguió, frente al 51% de Rubalcaba. A continuación, según fuentes de su entorno, Chacón se puso “a su disposición”, pero le dijo que “no quiere ningún puesto ni en la dirección del partido ni en la dirección del grupo parlamentario socialista”. Es decir que, según sus portavoces, Chacón pasará a ser “diputada rasa”. Por ahora.

El primer parte de daños, elaborado inmediatamente después de que Rubalcaba se convirtiera en el nuevo secretario general del PSOE, es no obstante amplio. “Este no ha sido el resultado que quería José Luis Rodríguez Zapatero. Su cabeza podía estar con Rubalcaba, pero su corazón estaba con Chacón. Zapatero veía a Chacón como si fuera él mismo hace doce años”, asegura un veterano colaborador de Felipe González, de Zapatero y, ahora, de Rubalcaba.

“Este tampoco ha sido el resultado que quería Marcelino Iglesias, quien desde el principio se posicionó en favor de Chacón, aunque de manera más evidente que Zapatero”, continúa. Y llega el turno del gran damnificado de este 38.º congreso del PSOE, justo quien tenía que haber sido su principal beneficiado: “El gran perdedor ha sido Griñán, menudo papelón le espera ahora. Pero él sabrá por qué lo ha hecho”. Y con las elecciones andaluzas a la vuelta de la esquina. No será porque no estaba advertido: “Grinán ha hecho una maniobra suicida. Si pierde Chacón quedará muy debilitado”, habían avisado los fieles a Rubalcaba cuando el cuestionado líder de los socialistas andaluces optó por “forzar la máquina al máximo” en apoyo de Chacón, con duros ataques a Manuel Chaves y Alfonso Guerra.

Junto a los serios destrozos que este 38.º congreso deja en el socialismo andaluz, el parte de daños va más allá: “Han quedado muchas heridas abiertas. Algunas no afectan tanto porque ya lo estaban. Por ejemplo, el pronunciamiento de última hora de Tomás Gómez con Chacón”. Los propios fieles de Gómez aseguraban, justo antes de la votación, que si Chacón perdía rodará la cabeza del también cuestionado líder de los socialistas madrileños.

Otros líderes territoriales, como el de Castilla-La Mancha, José María Barreda, no parecen tener tampoco buenas perspectivas, según admitían sus colaboradores. El motivo, aducían, es que Barreda ha sido junto a Gómez el líder territorial que más abiertamente ha apostado por Chacón. Al menos Barreda ya tenía organizada su salida de Castilla-La Mancha y el traspaso de esta federación al alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, que no es su delfín sino el de José Bono.

El apoyo monolítico a Chacón de los delegados del PSC –que otorgaron desde el primer minuto una ventaja que dio alas a su candidatura–, tampoco es la mejor carta de presentación para llamar a la puerta de la nueva ejecutiva que anoche empezó a conformar Rubalcaba. Aunque dirigentes del PSC daban por hecho que, inevitablemente, tendrán que ocupar algún puesto en Ferraz.

Aparte de las heridas territoriales, hay otros daños personales. Por ejemplo, el caso de la ex ministra Cristina Narbona, que se convirtió en primera abanderada de Chacón tras haber sido recuperada para la primera fila del PSOE por Rubalcaba. “Ahora dice que su único compromiso con Rubalcaba fue la conferencia política. Pero algo más de compromiso debe representar que fuera de número dos por Madrid”.

Rubalcaba, tras resultar elegido nuevo líder del PSOE, empezó por retirarse brevemente a sus aposentos. Se habían vivido muchos, muchos nervios en su candidatura. Colaboradores directos de Rubalcaba como Rodolfo Ares u Óscar López llegaron a Sevilla asegurando: “Nos salen las cuentas”. Pero también con la incertidumbre de que Chacón diera una campanada y consiguiera el vuelco. “Estábamos seguros de nuestros apoyos. Pero ha habido una gran clac a favor de Chacón que ha creado un ambiente engañoso. Hemos llegado a estar muy preocupados”, respiraba aliviado otro colaborador muy próximo.

Rubalcaba hubo de volver a ponerse manos a la obra. En dos frentes. Por un lado, para elaborar el discurso con el que hoy quedará clausurado este convulso 38º congreso. José Enrique Serrano y otros asesores directos se metieron en faena. Pero por otro lado, quizá el más complejo –como es norma en el PSOE– Rubalcaba empezó a elaborar su comisión ejecutiva federal. Para empezar, a última hora de la tarde, Rubalcaba comenzó con una ronda con todos los líderes territoriales del PSOE. Las negociaciones para cerrar la ejecutiva, como marca la tradición, se demoraron hasta altas horas de la madrugada.

A la espera de que se fuera componiendo la nueva ejecutiva, las únicas pistas había que buscarlas en las palabras previas de Rubalcaba. “Unidad, unidad y unidad. Este es el momento de la unidad”, prometió el flamante nuevo líder del PSOE. “Soy el secretario general de todos los socialistas. No habrá ni facturas ni salvoconductos”, dijo una vez ya elegido. Lo mismo había dicho antes: “Si yo soy el líder, no habrá rubalcabismo. No voy a dar cheques ni a emitir facturas”. Y otra clave: “En la ejecutiva habrá personas de todas las federaciones y todas las edades, pero no estarán en la ejecutiva para defender a su territorio ni a su generación”.

- Sin cobertura por los inhibidores.

Los inhibidores instalados para evitar filtraciones en el recuento de la votación generaron numerosos problemas de cobertura para la utilización de los smartphones y acceder a internet. Los internautas tenían que escoger entre estar cerca de la información y no poder transmitir o alejarse con el riesgo de que el nombre del ganador se supiese mientras estaban fuera.

- Los alcaldes demandan más protagonismo.

Varios alcaldes del PSOE aprovecharon para reivindicar, durante un foro, protagonismo para el municipalismo en todos los ámbitos y órganos del partido, porque es el camino para recuperar la confianza de los ciudadanos. “La voz de lo local tiene que oírse”, dijeron tras coincidir en que el partido no sólo debe ser la voz del Estado y de las autonomías.

- El lento recuento de las papeletas.

El recuento de las casi mil papeletas se demoró mucho más de lo previsto inicialmente por cuestiones envueltas en el misterio. El rumor más generalizado fue que Chacón había pedido un segundo recuento, pero la versión oficial ofrecida fue que hubo que recontar una sola urna porque tras contarla por primera vez resultó que dentro había más papeletas de las que debería.

- Un delegado votó a los dos a la vez.

Uno de los delegados socialista no estaba dispuesto a perder de ninguna forma. El único voto nulo del congreso lo fue porque su propietario decidió introducir en el sobre una papeleta de cada candidato: la única fórmula que garantizaba acertar en el ganador. Sí fueron aceptados los sobres con más de una papeleta del mismo candidato, pero contando como un sólo voto.

- El PP ofrece diálogo y cooperación.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, felicitó ayer telefónicamente a Alfredo Pérez Rubalcaba. Además, el PP emitió un comunicado mostrando su “sincera disposición a dialogar y cooperar juntos por el bien común de todos los españoles”. El concurso del PSOE es indispensable para la renovación de puestos clave en relevantes instituciones del Estado.

- Para Duran, Rubalcaba es mejor para el PSOE.

El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, felicitó ayer a Rubalcaba minutos después de ser proclamado ganador. “Es mejor para el PSOE y para España”, afirmó Duran en su blog. No obstante, advirtió que la renovación del partido acaba de comenzar y consideró que el PSC queda “tocadísimo” al haberlo apostado todo por la candidata perdedora.

- Los empresarios felicitan al ganador.

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) se mostró rápida en su felicitación a Alfredo Pérez Rubalcaba. Sólo unos minutos después de la proclamación como nuevo secretario general, fuentes de la CEOE trasladaban a la agencia Efe esa felicitación a quien había sido “elegido de manera democrática por los militantes del PSOE”.

- IU reclama una ruptura ideológica.

El portavoz de IU en el Congreso, José Luis Centella, consideró que “es evidente que hay una continuidad en la política” del PSOE, ya que, a su juicio, los socialistas no han hecho autocrítica, sino una “reivindicación del zapaterismo”. Por eso, Centella reclamó a Pérez Rubalcaba y al conjunto de los socialistas “una ruptura en contra de la dinámica del anterior Gobierno”.
Jordi Barbeta, Juan Carlos Merino, La Vanguardia