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Fukushima: "En la calle la gente te pregunta cuál es tu nivel de radiación"

Greenpeace recuerda que 28 millones de metros cúbicos de suelo contaminado tendrá que ser tratado durante centenares de años.

Sadako Monma es directora de una guardería en la ciudad de Fukushima, a 60 kilómetros de la central nuclear, en la zona de evacuación recomendada. Durante este año ha visto como el número de niños que estudiaban en su centro se ha reducido en un 80 por ciento y ya no cree que pueda volver la normalidad, al menos hasta dentro de veinte años. "Al saludar por la calle la gente te pregunta cuál es tu nivel de radiación y eso causa problemas entre las familias", ha apostillado.

Durante la presentación del informe de la ONG ecologista Greenpeace 'Las lecciones de Fukushima', presentado este martes en Madrid, Sadako ha relatado cuál es la situación de la población que hace frente a las consecuencias de la crisis nuclear. Según recoge el texto, "150.000 personas han tenido que desplazarse de su hogar y hasta 28 millones de metros cúbicos de suelo contaminado tendrá que ser tratado durante centenares de años".

En el momento de la tragedia, Sadako sólo pensó en los niños de su guardería a la hora de tomar la decisión de seguir en Fukushima, aunque reconoce que "lo seguro es estar lo más lejos posible". Ahora contempla la posibilidad de trasladar el centro a una zona menos contaminada porque "ni siquiera pueden llevar a cabo actividades al aire libre". De hecho, los columpios y la arena del parque ha tenido que ser enterrada a dos metros bajo tierra.

La comida debe ser traída desde fuera de la prefectura de Fukushima porque aún deben pasar al menos veinte años para poder cultivar los campos. "Los bosques también debería ser talados", añade Sadako. En este sentido, ha afirmado que "el Gobierno actúa, pero no es tan rápido como la población quisiera y la angustia aumenta".

- 'Las lecciones de Fukushima'.

Durante el acto, Sadako también ha agradecido el papel de Greenpeace, que acudió a la zona, incluso antes de que el propio Gobierno japonés empezase a actuar, para que los vecinos pudieran conocer el nivel de radiación al que estaban sometidos. Por su parte, el director ejecutivo de la organización, Mario Rodríguez, se ha comprometido a "conservar la memoria de las víctimas y las miles de personas afectadas.

De la misma forma, ha criticado la "falta de valentía política para iniciar un cambio real hacia la energía renovable". En concreto, se ha referido al Gobierno de España que "sigue al pie de la letra los dictados de la primera ministra de Alemania, Angela Merkel --una física nuclear--, sobre Economía y, sin embargo, no sigue su ejemplo en lo que respecta al cierre progresivo de las centrales nucleares".

Rodríguez ha presentado en este momento el documento 'Garoña, el precio que no debemos pagar', en el que se concluye que "el cierre de esta central debe ser inmediato dados los problemas técnicos de su reactor, un modelo gemelo al de Fukushima, y las deficiencias que presenta en las pruebas de resistencia". Así, ha concluido que "el Gobierno español no puede apostar por la energía nuclear sin haber aprendido nada de la catástrofe de Japón, porque la gente es quien tendrá que pagar el precio de sus errores".

Al ser preguntada por este tema, Sadako ha señalado que Fukushima debe enseñar que "algo parecido puede ocurrir en cualquier momento y en cualquier parte del mundo". Además, en su visita a España, ha notado que "hay un mayor esfuerzo que en Japón por ahorrar energía" y, por lo tanto, entiende que el país asiático puede mantener su suministro con sólo dos centrales en funcionamiento --de las 54 que existen--, "España podría hacerlo también".

- Un accidente nuclear cada 7 años.

La principal conclusión de Greenpeace sobre este desastre nuclear, cuando está cerca su aniversario, es que podría repetirse "lo que pone en riesgo a millones de personas", teniendo en cuenta que "de promedio, se ha producido un accidente nuclear cada siete años". Además, apunta que "se conocían los riesgos reales" --el texto señala que cuatro días antes de la tragedia TEPCO presentó un informe en el que advertían de que esto podía pasar--, que "los planes de evacuación han fracasado" y que "los contribuyentes serán quienes paguen la mayor parte de los costes".

En este último punto, ha indicado que el coste que Japón tendrá que asumir asciende a los 650.000 millones de dólares, "una cifra que se aproxima al coste de la crisis bancaria de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos". La responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, Raquel Montón, ha recordado que si algo similar ocurriera en España, la compañía propietaria de la central sólo estaría obligada a cubrir 1.200 millones del coste.

Por último, Montón ha recordado que durante este año un total de 573 muertes se certificaron como "relacionadas con el desastre" en los 13 municipios afectados por la crisis nuclear y quedan "otros 29 casos pendientes". Así ha concretado que el certificado de muerte "no se debe directamente a la tragedia sino a la fatiga o empeoramiento de una enfermedad crónica debido al desastre".

Europa Press, Deia