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Josu Erkoreka: "Vamos a estudiar con el PP la posibilidad de pactar la fiscalidad en los tres territorios"

Portavoz del Gobierno vasco
Tras encarrilar el pacto PNV-PSE, los partidos comienzan a buscar un tercer socio. Erkoreka explica que han comenzado por el PP porque es el primero que ha mostrado su disposición favorable al acuerdo, mientras EH Bildu, a quine no excluye Lakua, habría optado por situarse en la oposición

- Formalmente no lo es pero, en la práctica, ¿el acuerdo con el PSE es un pacto de legislatura?

- Hay compromisos en el capítulo de ingresos y en el de gastos que se harán efectivos en 2014, 2015 y 2016. En 2016 se acaba la legislatura. Por tanto, llámese o no pacto de legislatura, lo cierto es que incluye compromisos que se proyectarán sobre toda la legislatura.

- El lehendakari acudirá mañana a la firma. ¿A qué se debe?

- No es mera simbología, es la prueba inequívoca de que el acuerdo nace con vocación de ser aplicado de forma inmediata por parte del Gobierno, que incluirá en los Presupuestos de este año los aspectos que sean susceptibles de ser ejecutados en 2014. El instrumento fundamental del que se van a servir los partidos para implementar estos compromisos es el Gobierno, y por eso estará presente el lehendakari.

- ¿Contemplan avanzar en lo que queda de legislatura en un gobierno de coalición?

- Es algo que no se contempla hoy por hoy. El propio PSE ha dicho que no persigue ese objetivo. El acuerdo tiene contenido como para justificarse por sí mismo.

- ¿Hubiera sido posible acabar la legislatura sin forjar un acuerdo como este, o se hubieran visto abocados a un adelanto electoral?

- Son hipótesis que nos sitúan en el terreno de la especulación.

- Lo menciono porque ya ha habido una prórroga presupuestaria, y el propio Gobierno denunció una situación de bloqueo.

- Pero las estrategias de los partidos evolucionan y, después de la invitación que el lehendakari cursó a los partidos en la mesa que se constituyó en primavera, el PSE apreció la necesidad de asumir una responsabilidad en la gestión. Si el lehendakari no hubiese adoptado esa iniciativa, es posible que nos encontráramos en una situación parecida a la que vivimos en la elaboración de esos Presupuestos.

- ¿La CAV tendrá Cuentas en 2014?

- Espero que sí, y que recojan lealmente los compromisos que aparecen en el documento. Ese acuerdo, si todos somos leales con sus contenidos y con el compromiso de llevarlo a efecto, debería ahora remitirnos a todos a la fase presupuestaria y comprometernos con el Presupuesto en la medida en que recoja los compromisos del acuerdo.

- Entonces, ¿también el resto de Presupuestos de la legislatura podrían ser apoyados por el PSE?

- Bueno, vamos a ir afrontando los años escalonadamente. Lo que sí es cierto es que en el acuerdo se recogen compromisos que no se agotan en 2014, y que el Gobierno tiene el propósito claro de ejecutar fielmente el acuerdo.

- ¿Por qué ha sido posible este año la reforma fiscal y no durante el mandato de López?

- Los acuerdos no son posibles cuando uno quiere, sino cuando las circunstancias han madurado.

- ¿A qué circunstancias se refiere?

- De la reforma se viene debatiendo mucho tiempo, y lo cierto es que una cosa es plantearla desde los principios, sin concreción, y otra cosa es hacerlo de manera rigurosa, con una propuesta concreta sobre las figuras tributarias y las modificaciones necesarias para alcanzar los objetivos que se concreten. Hasta ahora no he conocido un documento con esa concreción.

- Han arrancado la negociación con el PP, que se ha lamentado de su aislamiento.

- Empezamos con el PP porque es el primero que ha mostrado su interés públicamente en sumarse. No me consta que por parte de EH Bildu haya habido alguna declaración en ese sentido. El PP sí ha dicho que le gustaría estudiar la posibilidad de sumar para que los acuerdos se puedan aprobar en las Juntas de los tres territorios. Vamos a hablar para que esa adhesión se haga efectiva, y se pueda disponer inmediatamente de los efectivos necesarios para aprobar las normas en los tres territorios. Aquí los acuerdos se producen entre quienes muestran su voluntad, por eso empezamos con el PSE, que fue el primero en desmarcarse. En la medida en que EH Bildu quiera, no somos contrarios a que pueda sumarse. Todo lo contrario. Y creo que el acuerdo fiscal con EH Bildu también es posible porque se contemplan medidas que han aplicado en Gipuzkoa o que han planteado.

- ¿Ve voluntad en EH Bildu?

- Lo que he constatado desde el comienzo de la legislatura es que han querido dejar claro que ellos son alternativa al PNV en el modelo económico y social, y que los acuerdos en ese terreno son poco menos que imposibles. No es que el Gobierno los excluya, es que ellos están adoptando una estrategia de desmarque.

- ¿Sigue teniendo virtualidad la Ponencia de Paz tras la marcha de los socialistas?

- Esa es una ponencia que el Gobierno considera que sigue siendo necesaria en el futuro, por supuesto sobre los umbrales de compromiso con los valores éticos que resultaron de la pasada legislatura. Lo que está claro es que la ponencia será tanto más útil cuanto mayor sea el número de formaciones que se vean representadas en ella. Aunque cuantitativamente representemos a muchos ciudadanos los que quedamos, en la medida en que los que no están representan polos cualitativamente importantes, estamos restando virtualidad a la ponencia y haciendo que sus conclusiones queden devaluadas. Pero hay que seguir removiendo dificultades para que lo que ahora parece imposible sea posible, desde la convicción de que no se trata de iniciar la andadura con un consenso alcanzado al 100%, sino que ese consenso se pueda producir al final del recorrido. Cualquier pretensión en otro sentido pone obstáculos insalvables a la ponencia.

- ¿El adiós del PSE es transitorio o la ponencia no volverá a activarse en su plenitud en toda la legislatura?

- Espero que la ponencia pueda activarse, pero el diálogo debe mantenerse para construir ese modelo consensuado de paz y convivencia. Lo que deberíamos hacer todos ahora es asumir un compromiso público de trabajar en clave constructiva para que lo que ahora no parece posible lo sea en el futuro.

- ¿El Gobierno puede hacer algo para que Bildu asuma el suelo o para reincorporar al PSE?

- El Gobierno lo que puede es no romper puentes con nadie, insistir con todos en la conveniencia de tejer compromisos compartidos. La incapacidad de la sociedad vasca para tejer complicidades sería un fracaso colectivo.

- ¿Esta situación complica la negociación del plan de paz?

- Vamos a ver qué ocurre con las alegaciones. Con esas alegaciones, el Gobierno se sentará y empezará a elaborar su plan. Como lo que persigue el Gobierno es un acuerdo que se producirá al fin del camino, no debe impedirnos dar pasos adelante e ir intentando avanzar con los acuerdos que sean posibles, siempre con la esperanza de que puedan ampliarse mañana a más formaciones, y que renunciar a avanzar porque los acuerdos son limitados en el momento inicial nos llevaría a renunciar definitivamente a hacer posible un acuerdo.

- ¿Aprobar el plan sin apoyos es una opción?

- El plan sería un plan gubernamental y, por lo tanto, el gobierno tiene una facultad natural para diseñar sus planes e ir amoldándolos a las circunstancias de cada momento. Los planes pueden contar con un consenso mayor o menor, pero en un ámbito como este, en que se sabe que de partida las discrepancias serán importantes, el gobierno lógicamente procurará diseñar un plan que cuente con complicidades y, aunque no sean totales, que no impidan seguir avanzando.

- ¿Ha decidido el Gobierno si acudirá a la Conferencia de Paz de Izagirre?

- Conocemos las líneas generales del programa. No conocemos quiénes intervienen, con qué cometido, cuáles son los objetivos... El Gobierno saluda este tipo de iniciativas, y estará en la labor constructiva de colaborar, pero la decisión sobre la asistencia se adoptará en función del programa final. A priori es una iniciativa saludable que no tiene reproche por parte del Gobierno, pero vamos a ver los mimbres.

- Lakua y Sortu han rebajado la expectativa de un desarme de ETA. ¿Con qué hipótesis trabaja el Gobierno?

- Con la hipótesis de que en este tema conviene no trabajar con hipótesis. Al Gobierno no le consta en este momento que se vaya a producir de manera inmediata, por ejemplo esta semana, un acontecimiento de este tipo. Sigue siendo necesario el desarme y la disolución, que serían la expresión definitiva de que el adiós a las armas de hace dos años se culmina y se hace de forma unilateral como anunciaron. Deberían llegar hasta el final hagan lo que hagan los gobiernos español y francés.

- ¿Ve a Rajoy dispuesto a dar pasos?

- Lo que sí puedo decir es que en toda interlocución que hemos tenido con el Gobierno central hemos puesto sobre la mesa esta cuestión.

- ¿Un proceso como este puede quedar cerrado con un desarme y una disolución o hay que hacer más?

- No sería poco. A partir de ahí, sería bueno que se desactivara el mecanismo de excepción de la política penitenciaria porque, si ETA entrega las armas y está claro que no va a tener actividad violenta, no tendría sentido. También estaría bien que acordáramos de modo unánime que la violencia nunca ha rendido frutos positivos y ha sido algo denostable.

- ¿La izquierda abertzale lo asume?

- Por las declaraciones que hacen, a veces me da la impresión de que no, y de que la renuncia a la violencia ha sido una táctica puntual. Pero creo que todo el mundo está embarcado en el proceso más o menos de forma convencida, y esa percepción de que la violencia es negativa se está extendiendo en la izquierda abertzale.

Miriam Vázquez, Deia