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Cuando en Colón cabían 2 millones de manifestantes (Antonio Maestre)

La Marcha de la Dignidad ha vuelto a ofrecer un baile de cifras relativas a los manifestantes en el que las cuestiones políticas han vuelto a ser el único instrumento de medición. Los 50.000 manifestantes para la Policía recogidos en la portada de El País o los apenas 40.000 que aparecen en La Razón contrastan con el millón de fieles que fueron a Colón a ver al Papa en 2008 según cifras de la Comunidad de Madrid. “Multitudinaria asistencia al acto en la Plaza de Colón en defensa de la familia cristiana. La Comunidad cifra los asistentes en más de un millón. Los organizadores, en más de dos”, titulaba El Mundo en su edición digital.

El datos de los manifestantes que asisten a una movilización es siempre un arma más de propaganda. Tanto de los organizadores como del Gobierno de turno que sufre la protesta. Es por ello que los datos facilitados por las fuentes gubernamentales no tienen que ser más que un apartado más en la crónica de una manifestación. El País, en su portada del día 23 de marzo referido a la manifestación de las Marchas de la Dignidad, tituló con los datos de manifestantes que Delegación del Gobierno le facilitó. Sin embargo, en el libro de estilo de El País, en su artículo 2.51 dice lo siguiente:

“En las manifestaciones de asistencia fácil de calcular (centenares, algunos millares) hay que incluir directamente el número de participantes, al margen de dar también las cifras facilitadas por la policía o los organizadores. En las grandes manifestaciones, el periódico ofrecerá un cálculo propio, pero siempre explicando el mecanismo utilizado (preferentemente, el espacio ocupado por los manifestantes, multiplicado por una media de personas por metro cuadrado)”

Ni en la portada, ni en la crónica, el diario El País ofreció un calculo propio, tan sólo se limitó a ofrecer los datos facilitados por las fuentes de parte, incluyendo en la portada del diario posterior el dato facilitado por la Delegación del Gobierno. El defensor del lector de El País, en un artículo escrito en referencia a los datos publicados de los asistentes la manifestación de La Diada en el año 2005, dijo lo siguiente:

“Efectuar un cálculo propio de asistentes es una tarea arriesgada y difícil, cuyos métodos hay que seguir perfeccionando. Pero la acreditada desmesura de los organizadores a la hora de contar manifestantes la convierte en necesaria. No se puede olvidar que en la mayoría de manifestaciones es el dato más importante”

Ese dato de manifestantes que continuamente se desvirtúa por los medios críticos con los manifestantes es ensalzado de manera exagerada cuando las manifestaciones son afines a la línea editorial del periódico. En la manifestación contra el matrimonio homosexual que se realizó en el año 2005, tanto el diario ABC como el diario El Mundo hablaban de cientos de miles de personas. Algo similar ocurrió en las manifestaciones a favor de la familia y en contra del aborto que se han venido sucediendo estos años. En 2007, una vez más, cientos de miles de personas tomaron las calles de Madrid, para ABC y El Mundo. En el año 2009, en otra de las manifestaciones que tomaron Madrid en contra del aborto, el diario ABC no dudaba en otorgar más de un millón de asistentes.

Los datos de los manifestantes no son un tema menor cuando se trata de medir el apoyo popular que tiene una herramienta ciudadana de presión al poder, la más poderosa. Por ello, el hecho de mermar o ampliar los datos es un tema primordial a la hora de valorar estas legítimas y democráticas actuaciones ciudadanas. Los medios de comunicación que trasladan los datos interesados de una parte, sea la que sea, faltan a la más mínima deontología periodística, ignorando incluso su manual de estilo. Además de privar a la sociedad una información veraz y de calidad.

Portadas manifestación matrimonio homosexual 2005

Portadas manifestación a favor de la familia 2007

Portada contra el aborto de ABC en el año 2009.

(La Marea)