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El PP pierde Valencia y Castilla-La Mancha y depende de UPyD en Madrid

Macroestudio electoral de Llorente y Cuenca

El mapa de las mayorías absolutas en color azul del PP toca a su fin. El Partido Popular perdería la mayoría absoluta en la Comunidad Valenciana, en Castilla-La Mancha, en Madrid o en Cantabria en las próximas elecciones autonómicas de mayo, según un macroestudio elaborado por la consultora Llorente y Cuenca y que recoge el ascenso imparable de Podemos, que se convertirá entonces en pieza clave y necesaria para la formación de gobiernos alternativos a la derecha.

El mayor varapalo electoral se lo llevaría el PP en la Comunidad Valenciana, donde, con un horquilla de entre 38 y 40 diputados se quedaría muy lejos de la mayoría absoluta (50) y no sumaría ni con UPyD (entre 5 y 6 diputados) para mantener el Gobierno. La coalición PSOE (26-28), Podemos (15-20), Izquierda Unida (6-7) y Compromís (6-10) acabaría con años de poder monocolor del Partido Popular y sus sucesivos líderes: Eduardo Zaplana, Francisco Camps y Alberto Fabra.
El estudio de Llorente y Cuenca, titulado 'El reparto del poder territorial en 2015', es una previsión de resultados en las comunidades que celebrarán elecciones en 2015 y en los principales ayuntamientos de España. Está basado en estimaciones sobre datos de campo de las encuestas recientes del CIS y matizado por encuestas a nivel local y autonómico publicadas por diferentes medios de comunicación en los últimos meses. Según este cruce de datos, Rita Barberá podría mantener la vara de mando municipal en la capital del Turia, aunque podría necesitar la ayuda de UPyD.

El partido de Rosa Díez puede tener la llave de gobierno, por su parte, en el Ayuntamiento y en la Comunidad de Madrid. El PP regional, que aún no ha nombrado a sus candidatos para esas dos plazas clave, no tiene a día de hoy nada segura la victoria. Obtendría entre 51 y 55 escaños en la Comunidad de un total de 129. Madrid está en el alero, pero podría seguir en manos del PP si gobierna en coalición con UPyD (entre 11 y 14 diputados). No obstante, y en función del resultado final de las elecciones, no es descartable una fórmula alternativa de la suma de Podemos (25-30) –que podría ser segunda fuerza política por delante del PSOE (24-27)–, e Izquierda Unida (10-14).

La radiografía es similar en el caso del Ayuntamiento de Madrid. El PP (21-24) sólo podría gobernar con la ayuda de UPyD (5-7) para mantener la mayoría absoluta, fijada en 29 escaños. Igualmente, la vara municipal podría caer en manos de la izquierda. En este caso, el estudio otorga la misma previsión para Podemos y PSOE, entre 11 y 13 concejales a cada uno, que necesitarían igualmente a IU (5-7).

En cuanto a la intención de voto más simpatía según la dimensión de los municipios, se advierte que Podemos se sitúa por delante del PP y el PSOE en las ciudades con más de 50.000 habitantes (cobrando la mayor ventaja en las que tienen entre 100.000 y 1 millón de habitantes), mientras que el PP mantiene su mayoría en los municipios pequeños.

- Cospedal perdería Castilla-La Mancha.

El estudio también supone un duro golpe electoral para la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, que no podría revalidar su Gobierno en Castilla-La Mancha de ninguna manera. Obtendría entre 13 y 15 escaños, pero sin capacidad para hacer frente a la bisagra PSOE (14-16), que quedaría ligeramente por encima del PP, y Podemos, que entraría en el Parlamento manchego con entre 2 y 4 representantes.

En Extremadura tampoco parece posible que se repita el Gobierno de José Antonio Monago gracias a la abstención de IU. De hecho, IU podría incluso no llegar a tener representación al quedar ligeramente por debajo del 5%, según la última encuesta de ámbito local publicada. El PSOE ganaría las elecciones con entre 26 y 29 escaños y Podemos entraría con entre 4 y 7 representantes.

En Murcia, la mayoría absoluta del PP no está tampoco consolidada y podría quedar finalmente en minoría, por lo que precisaría también de UPyD para gobernar. En Aragón, Luisa Fernanda Rudi tendría que llegar a acuerdos con el PAR y UPyD. La formación magenta sería igualmente necesaria para el PP en La Rioja y en Castilla y León. En Navarra, la UPN de Yolanda Barcina seguiría siendo primera fuerza en un escenario muy fragmentado en el que, sin embargo, la suma de NaBai, Bildu, IU y PSOE podría poner en peligro, una vez más y como en anteriores elecciones, su gobierno. La llave aquí la volverá a tener el PSN de María Chivite.

El estudio resalta también que hay un gran distanciamiento entre el discurso del Gobierno (centrado en el inicio de la recuperación económica) y el de la mayoría de la sociedad (que enfatiza los costes sociales de la crisis). Por ello, el PP está sufriendo un enorme desgaste, mayor que el que están dando las estimaciones de las encuestas públicas y que se pondría de manifiesto en este gran vuelco político que anuncia un gran voto de castigo al bipartidismo.

Así, más de tres millones de votantes parecen “olvidar” haber votado al PP en 2011, lo que supone un síntoma inequívoco de divorcio. Los votantes que están abandonando al PP (4,8 millones desde 2011), han ido a situarse, de manera mayoritaria, según este estudio, en lo que se podría denominar la “bolsa de indignados”, una “nueva abstención” de unos cinco millones de votos que flota en el centro derecha.

Una consecuencia muy relevante de esta caída en fidelidad de votos a los partidos tradicionales son las enormes transferencias desde PSOE e IU hacia Podemos: 1.000.000 y 400.000, a los que hay que sumar 1,4 millones procedentes de la abstención del PSOE en 2011. El PSOE se sostiene porque logra que vuelva una parte de sus tres millones de abstencionistas (sobre todo los de más edad), mientras que las bases sociales de IU están siendo absorbidas por la irresistible atracción de Podemos, si bien su respaldo mejora ligeramente el del 2011.

(Daniel Forcada, El Confidencial)