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Cristianos de Irak, entrenados para matar

El apoyo de los "pershmerga" a las minorías

La pequeña aldea de Bakufa, de mayoría cristiana, espera impaciente la vuelta de los lugareños. Sobre una pequeña colina a la entrada del pueblo ondea la bandera del Partido Patriótico Asirio, en sustitución del negro emblema del Estado Islámico (EI). Esta localidad de la provincia de Nínive, a unos 390 kilómetros al norte de Bagdad, fue invadida por el EI este verano junto con otros 22 pueblos cercanos. La mayoría de vecinos, no más de 500, huyeron ante la llegada de las huestes de Abu Baker el Baghdadi.
Bakufa fue recuperada hace apenas un mes por combatientes "peshmerga" (soldados turcos), que están avanzando desde el norte hacia el sur, recuperando una a una las aldeas tomadas por el EI. Tras la recuperación de Bakufa, unos 70 cristianos, apoyados por los "peshmerga", se unieron para crear una milicia cristiana y salvaguardar la aldea. El grupo, denominado Dwekh Nawsha (los que se sacrifican, en lengua asiria), tiene el fin de proteger los territorios cristianos en las partes norteñas de la provincia de Nínive.

La milicia cristiana ha tomado medidas para proteger sus lugares santos, como iglesias, monasterios y otros monumentos, muchos de ellos considerados "la belleza de la civilización mesopotámica". Este grupo de voluntarios de la defensa civil, la mayoría residentes locales, apenas tiene experiencia en el manejo de armas. Los que no son propietarios de un arma no han podido unirse a los Dwekh Nawsha. Los voluntarios lamentaron que la milicia cristiana tendría ya 250 hombres si tuvieran en poder las armas necesarias. Los "peshmerga" ayudaron a los cristianos a tomar gradualmente el control de la localidad.

Patrullan día y noche Bakufa para velar por la seguridad de la aldea a la espera que de nuevo regresen las familias. La mayoría de los 120.000 fieles que forman la gran comunidad cristiana de Bakufa y sus alrededores huyó hacia las seguras localidades del Kurdistán iraquí cuando los combatientes islamistas se hicieron con el control de Mosul y las localidades cercanas. "Contamos con poca experiencia, pero tenemos fe y creo que la fe es mejor que la experiencia militar", declaró el líder de la milicia cristiana, Albert Kisso, a la agencia Associated Press.

"Tenemos que depender de nosotros mismos para defender nuestra tierra ahora y en el futuro", insistió el comandante de la milicia antes de agregar que la formación de la milicia cristiana fue el resultado lógico para proteger los territorios cristianos en la provincia de Nínive.

Los asirios son los primeros cristianos que poblaron Irak, y descienden de los antiguos mesopotámicos, un pueblo semita que habla un dialecto arameo oriental. Junto con los caldeos, constituyen el grupo más grande de cristianos en Irak. Los combatientes "peshmerga" kurdos están orgullosos de lo que hicieron por Bakufa. "Vinimos aquí para proteger a nuestros hermanos cristianos y sus casas", dijo Abdul Rahman Kawriny, el comandante de la brigada "peshmerga" local. El ejemplo de Bakufa es una pequeña ventana a la esperanza de cientos de miles de cristianos de Irak que han tenido que huir por la violencia del Estado Islámico y las milicias suníes radicales.

(Ethel Bonet, La Razón)