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Los buenos datos económicos ayudan a Ponta al cierre de la campaña presidencial

Rumanía cierra hoy la campaña electoral de las presidenciales, que se celebran este domingo, tras conocerse que su economía creció un 3,1 por ciento en los primeros nueve meses del año, un dato que puede afianzar la victoria del primer ministro y candidato socialdemócrata Victor Ponta.

Pese a los casos de corrupción que han golpeado recientemente a importantes miembros socialdemócratas y las protestas de la diáspora por la deficiente organización del voto en el extranjero en la primera vuelta, los sondeos conceden a Ponta una ventaja de entre ocho y diez puntos sobre el candidato liberal Klaus Iohannis.

"Podemos rondar el 3 % del crecimiento económico (en 2014) en condiciones en las que varios Estados de la Unión Europea muestran, por desgracia, una ralentización", dijo hoy Ponta en una rueda de prensa.
El primer ministro aprovechó para arremeter contra sus detractores, que habían asegurado que la economía estaba debilitándose: "Se habló de recesión y desastre, no fueron más que palabras".

En las últimas semanas Ponta afeó a su contrincante las políticas de austeridad que sus correligionarios liberales impusieron en 2009 para hacer frente a la crisis económica.

Esos duros recortes, que redujeron pensiones y salarios públicos ya bajos en el segundo país más pobre de la UE, desataron un gran malestar social que llevó en 2012 al poder a Ponta con una agenda política contra la austeridad.

Tras superar una dura recesión en 2009 y 2010, la economía rumana se ha ido recuperando de forma paulatina y en 2013 fue la que más creció de la UE con un 3,5 por ciento.

Iohannis, por su parte, ha reprochado a su rival los escándalos de corrupción en su formación y le ha acusado de pretender echar una mano a sus compañeros con problemas judiciales mediante la aprobación de una ley de amnistía.

El candidato liberal, perteneciente a la minoría alemana, buscó obtener además rédito político a la polémica creada por el voto en el extranjero, y en el que el apoyo al centroderecha es mayoritario.

Miles de rumanos no pudieron ejercer su derecho al voto en varias capitales europeas, a pesar de haber guardado cola durante horas, debido a la deficiente organización, lo que provocó el pasado lunes la dimisión del ministro de Exteriores, Titus Corlatean.

En la primera vuelta de las presidenciales, el pasado 2 de noviembre, de los 3,5 millones de rumanos que residen en el extranjero, sólo votaron unos 161.000 ciudadanos.

Según exteriores, que se comprometió a que todo ciudadano que lo desee pueda votar en esta segunda ronda, se prevé que se doble el número de votantes.

(EFE, Yahoo! Noticias)