Las playas se convierten de a poco en el escenario donde se juega la carrerra política de 2015. Los candidatos apuestan fuerte y la campaña está al rojo vivo a orillas del mar. Durante toda la temporada, LA NACION te acerca los secretos políticos en la arena.
- Patrullajes de incógnito.
Alejandro Granados se prepara para custodiar de cerca a los 12 mil agentes que tiene el Operativo Sol en la costa. Y planea un curioso modus operandi. Su máxima para este verano preelectoral es que en las playas "no vuele una mosca". Para lograrlo, el ministro de Seguridad bonaerense se propone un operativo personalizado: ya alquiló una casa en la zona norte de Pinamar y piensa hacer "patrullajes de incógnito" para tomar por sorpresa a los policías de noche y de día. El funcionario de Daniel Scioli asegura que no va a pisar la playa y que va a volver de la temporada con un "bronceado al estilo de chofer de camión", digno de quien pasa horas motorizado.
- Massa unplugged.
Para la campaña no hay domingos ni feriados y a Sergio Massa le cuesta "desenchufar". Por pedido de su esposa, Malena Galmarini, el tigrense se tomó unos días de relax en Pinamar entre Nochebuena y el fin de semana previo a Año Nuevo. El líder del Frente Renovador viajó el 24 de diciembre a "instalar" a su familia en Pinamar para que descanse allí durante enero, mes en el que él alternará días en la costa con giras por el interior del país. Pero apenas llegó a la casa de veraneo, Massa desesperó: no tenía los adaptadores necesarios para enchufar sus computadoras y celulares, y salió de apuro a conseguirlos. En la ferretería balnearia, las empleadas se sorprendieron cuando encontraron al candidato en ojotas. "¿Es él?", se preguntaron. Massa no pudo evitar la actitud de presidenciable: se sacó una foto con las mujeres y se llevó los dispositivos eléctricos para seguir de cerca a la carrera electoral.
- Malestar teatral.
Mar del Plata tiene inéditos problemas de cartel, esta vez con los políticos. En el ambiente artístico teatral hay cierto enojo: la campaña electoral al rojo vivo incluye espectáculos y distracciones gratuitas como nunca antes, y, ante este panorama, para las obras privadas es difícil competir. Desde el gobierno bonaerense prometen unos 20 recitales gratuitos, mientras que se ofrecen actividades recreativas en las playas sin tener que pagar un centavo. Los espectáculos pagos también chocan con una misión imposible para promocionarse: este verano, también tienen que disputar por la cartelería publicitaria en la calle, ahora copada por el proselitismo político.
- Punta del Este, destino polémico.
La elección de un destino extranjero y caro en lugar de las playas locales no está bien visto para el elenco de políticos argentinos. Ese estigma hace que en Punta del Este sea difícil ver a algún candidato o funcionario en temporada alta. En un año electoral, eso parece directamente imposible. Aquellos que solían frecuentar el Este no tienen previsto su desembarco este verano. Una ausencia notoria es la de Horacio Rodríguez Larreta, que suele viajar y participar de algunos eventos con su mujer, Bárbara Diez, pero que este año prefirió ausentarse, al menos hasta el momento. Quien hará un jugado desembarco en estas playas es el presidente del Grupo Provincia, Santiago Montoya, que viajará a reunirse con un grupo de empresarios y políticos en busca de apuntalar su candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires. El funcionario de Daniel Scioli esperaría encontrarse con Pepe Scioli, asiduo visitante del exclusivo balneario uruguayo - por lo general se instala en José Ignacio-, aunque todavía no fue visto allí.
Por otro lado, se rumorea que Marcelo Tinelli organizará su clásico partido de fútbol con famosos, pero aún no se sabe quiénes serán los convocados, y ahí sí es probable que alguno de sus amigos de la política se haga presente en Punta del Este. Si es con el aval del popularísimo conductor televisivo...puede estar permitido.
(Maia Jastreblansky, Silvina Ajmat, La Nación, Yahoo! Noticias)