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Feijóo: "No daré jamás un paso contra Rajoy. No se lo merece"

Rajoy llamó la pasada noche electoral tres veces a quien todos sitúan como su sucesor. El señalado niega la mayor: «Mire, yo jamás, jamás, voy a dar un paso contra Rajoy. No se lo merece». ¿Pero si él le pide que sea su recambio? «Usted me está hablando de un futuro y yo de eso no sé nada», contesta. El presidente en funciones estaba exultante. No era para menos: tercera mayoría absoluta en su «land», como le dijo Merkel cuando le felicitó. Y una botella bien cargada de oxígeno en una situación de crisis sin precedentes en España.

Pero las llamadas de Rajoy no sobresaltan ya a Feijóo. Está más que acostumbrado. La de 2003, cuando él estaba ya implantado en Madrid dirigiendo Correos, fue para advertirle de que un viejo jefe le buscaba: «Alberto, te está llamando Fraga para que vuelvas». Quería remodelar la Xunta porque el Prestige había zaherido Galicia y a su Gobierno. Rajoy, al más puro estilo Rajoy, lo deja estar tras pasar el recado. Y Feijóo intenta hacerse el distraído pero Fraga no ceja. Es el momento de limpiar, como en el fregadero de los maristas de León, el partido. Y de nuevo Rajoy agarra el teléfono para pedirle que se presente a un Congreso contra tres postulantes. Y gana.
El Prestige, el 11-M, la desafección hacia el PP también llevan a Fraga, que se retira, y después a su sustituto Feijóo, a la oposición. Un bipartito del socialista Touriño y el nacionalista Quintana bigobierna Galicia en 2005 y acaba como el rosario de la aurora. La noticia que destapa ABC de que el presidente socialista se gasta 480.000 euros públicos en un coche blindado en plena crisis económica le estalla a Touriño y acaba con su corta carrera. En Madrid, al otro gallego del PP no le va mucho mejor: ha perdido en 2004 y en 2008 y las facas de sus enemigos brillan como el sol de Os Peares. Acaba de explotar el caso Gürtel y Rajoy acumula apuros políticos. La facción que encabeza Esperanza Aguirre amaga en el Congreso del PP en Valencia con optar al liderazgo pero los barones, con Feijóo a la cabeza, salvan a Rajoy. En 2009 el PP gallego gana por mayoría. El gallego de Pontevedra toma aire y los que le daban por muerto suspenden el funeral. Como luego, cuando en 2012, con el rescate pisando los talones a España y con la prima de riesgo frisando los 600 puntos, también Alberto, el de Os Peares, recupera al PP que la corrupción atenaza. Por eso, en la Semana Santa pasada, vuelve a sonar el teléfono en Monte Pío. Es Rajoy. «Alberto, debes volver a ser candidato».

(Mayte Alcaraz, ABC)