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Medios de comunicación libres de inmigracionalismo (Emma Garrido)

Comunicación de RED ACOGE y anti inmigracionalista

Fue Borges quién dijo: “somos lo que leemos, y nuestro cerebro se transforma literalmente a través de los textos que introducimos en nuestra mente”.

Actualmente contamos con una sociedad cada vez más polarizada y la información que es publicada se centra cada vez más en marcar la diferencia entre unos y otros. Este hecho, unido al resurgir de la extrema derecha y partidos racistas en algunos países europeos y a la utilización del terrorismo como instrumento de selección entre civilizaciones, sirve de pretexto perfecto para criminalizar de serie, a todo un fenómeno como son las personas migrantes y refugiadas. Y ante esto, los medios de comunicación no saben estar a la altura.

Podemos afirmar que el lenguaje construye, tiene intencionalidad, la elección de una palabra u otra nos lleva a una realidad diferente. Con esta premisa, el relato que se está dibujando es muy preocupante.
El discurso de odio se está colando en los medios, en bajito, poco a poco. Los titulares presentan la inmigración como una amenaza que viene a esquilmar nuestros recursos; “Una avalancha de inmigrantes satura Málaga”. Presentan a las personas refugiadas como alguien que va a destruir nuestros valores o que son terroristas; “El terrorista danés de origen argelino”, es una realidad que nos encontramos cada día al abrir un periódico, al ver un informativo o escuchar la radio. La realidad que nos transmiten se está construyendo desde el punto de vista político, olvidando por completo los derechos humanos.

El cuarto poder olvida su papel de sensibilización, y no se da cuenta que la elección de sus titulares da pie a discursos de odio, a los estereotipos, al extremismo y a los bulos que tardan años en desaparecer. Y dañan casi de muerte a esa sociedad equitativa e igualitaria que queremos construir.

Los responsables de los medios de comunicación tienen a su alcance libros de estilo, manuales y recomendaciones de cómo informar sobre inmigración y refugio. Materiales que deben usar y actualizar para evitar artículos que hablan de razas, que mencionan nacionalidades sin que aporten información y la falta de contextualización. Por todo esto se hace necesario proyectos como Inmigracionalismo que recuerda a los medios su finalidad; y anima a la sociedad a participar de manera crítica en el análisis de esa realidad que leemos todos los días.

Inmigracionalismo surge en el año 2014 y como de su nombre se desprende, viene de la suma de palabras inmigración y sensacionalismo, las noticias que trataban la inmigración eran tremendamente sensacionalistas con noticias que hablaba de avalancha de pateras, inmigrantes que escupen el ébola y abuso de recursos sociales. Los medios de comunicación recurren en exceso al uso de palabras bélicas al escribir noticias sobre personas extranjeras, estos adjetivos construyen poco a poco un imaginario colectivo que ahora Inmigracionalismo está intentando desterrar.

No es una tarea fácil, en estos 3 años y con más de 3.500 noticias analizadas vemos cómo se sigue criminalizando a las personas inmigrantes bajo el calificativo de “ilegales”, no hay término peor aplicado, pero sin embargo, el que mejor visualiza la imagen peyorativa de personas. ¿Cómo vamos a trabajar para la integración si ya tienen la etiqueta de ilegales?

Sólo una ciudadanía bien informada no dejará que los discursos de odio calen, no se dejará manipular fácilmente y tendrá datos reales de la inmigración y del refugio. En este último año vemos con gran ilusión que cada vez son más las personas a las que les chirría y ofende según qué titulares y portadas, como la ya famosa portada “30.000 subsaharianos esperan entrar en Europa”. Personas que interpelan a los medios para que quiten la pátina criminalizadora a las noticias sobre inmigración y que piden que la opinión sobre estos colectivos se queden fuera de las noticias. Estas personas son las que dan sentido y continuidad a este proyecto y las que construirán una sociedad equitativa y cohesionada y basada en los derechos humanos.

(Novus Orbis, El Diario)