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Enfoque multidisciplinar para atajar una pandemia con múltiples derivadas

Crisis del coronavirus: curso online de la UPV-EHU

No es solo un asunto médico o sanitario; la crisis del Covid-19 ha generado problemas en otros ámbitos que deben ser abordados igualmente si se le quiere dar una respuesta integral. Los cursos de verano de la UPV-EHU permitieron ayer analizar online algunos temas candentes desde un punto de vista social y también académico

«Estábamos avisados perfectamente, no queríamos ver lo que nos venía», afirmó el doctor Juan Martínez, que se mostró seguro de que habrá más oleadas

Juanjo Rubio, exdirector de Osasunbidea, destacó que «el mayor riesgo del siglo XXI son los virus», y también alertó sobre los organismos resistentes por el abuso de los antibióticos

El covid-19 ha causado una crisis sanitaria de primer orden en todo el mundo y ha alterado por completo nuestras vidas, quién sabe hasta cuándo. Su impacto, sin embargo, transciende el ámbito de la salud y alcanza otros espacios como el jurídico, el social o el de la ética. Son muchos los hilos de los que hay que tirar para desenredar el ovillo pandémico, y la UPV-EHU ofreció ayer una buena oportunidad de conocer en detalle varios de ellos.

Media docena de expertos en diferentes materias protagonizaron otros tantos coloquios en una jornada que comenzó de la mano de Juan Martínez Hernández, portavoz de Salud Pública de la Organización Médica Colegial, y uno de los primeros en advertir de la gravedad de lo que venía cuando los vientos oficiales soplaban en otra dirección.

- Un mes perdido.

«Era evidente». De esta forma tan gráfica, el doctor Martínez recordó que a finales de enero “The Lancet” había avisado de que las personas asintomáticas transmitían la enfermedad y que para entonces China ya había clausurado Wuhan, zona cero de una enfermedad que no ha sido creada en laboratorio, como algunos pretenden hacer creer, sino que es zoonótica. Pese a la advertencia temprana, la actitud de Occidente, en concreto en el Estado español, fue de «displicencia», hasta el punto de que, a su juicio, se «perdió» todo un mes en la respuesta.



Este médico madrileño considera que experiencias previas con enfermedades como el SARS han provocado que en Asia la respuesta haya sido mejor y opina que lo ocurrido en 2009 con la gripe A, cuando las consecuencias fueron menores de lo previsto, explica en cierta medida una actitud que como poco puede calificarse de apática. Entonces se llegó a acusar a las autoridades sanitarias de haber causado alarma de forma injustificada, y ese miedo a pasarse de frenada puede estar detrás de algunas actuaciones de ahora.

Con todo, Martínez se mostró crítico con decisiones como la de clasificar el SARS-CoV-2 como un patógeno del grupo 2 o 3, y no del 4, cuando en este grupo se incluye todo agente que puede producir una enfermedad grave o mortal que se transmite en comunidad y contra el que no hay vacuna ni tratamiento, una definición que cuadra al cien por cien con el nuevo virus.

En una intervención prolija en datos, en la que destacó que todavía queda un 95% de la población sin inmunizar, de modo que el covid-19 puede tener un recorrido »pavoroso», también mencionó elementos positivos, como el hecho de que no hay portadores permanentes del virus, que autoinmuniza a aquellas personas que no perecen, lo que hace probable que haya una vacuna. Sobre esta, alertó de que habrá que tener en cuenta sus posibles contraindicaciones.

Por su parte, Juanjo Rubio, exdirector de Osasunbidea, coincidió en que cuando la OMS decretó el máximo nivel de alerta el 30 de enero «debía haberse tomado en cuenta» y citó la detección temprana y la respuesta rápida como claves a la hora de afrontar una crisis sanitaria.

Rubio recordó que aún hoy la malaria mata a medio millón de menores cada año y advirtió de que actividades como la deforestación y la explotación forestal aumentan la relación del ser humano con enfermedades de origen animal. Apuntó, asimismo, que la atención primaria debería contar con más recursos y opinó que los sistemas de salud no estaban preparados.

César Cierco, experto en Derecho de la Salud Pública, indicó que esta rama del Derecho se ha topado con esta pandemia «con muchas tareas pendientes» y con un marco normativo «precario», cuyo referente es la Ley de Salud Pública de 2011. Consideró llamativo, por ejemplo, que figuras como el confinamiento o la cuarentena no estén regulados normativamente y se preguntó si llegado el caso «contamos con elementos normativos para llevar a cabo una vacunación generalizada».

La catedrática Inmaculada Vivas Tesón dedicó su ponencia a la desprotección jurídica de las personas con discapacidad y sus familias ante el covid-19, mientras que la doctora en Derecho Lorena Pérez Campillo se centró en un tema de gran actualidad, como son los sistemas de geolocalización y de rastreo y todas sus implicaciones.

Antes, se habló de un asunto que ha sido controvertido en esta crisis: los criterios utilizados para el triaje. Lo abordó Federico de Montalvo Jääskeläinen, miembro del Comité Internacional de Bioética de la Unesco, quien concedió una entrevista a este periódico que publicaremos en los próximos días.

(Iker Bizkarguenaga, Gara)