Más de 11.000 entradas y 1.050.000 visitantes desde el 9 de octubre de 2011

Un mundo en desorden (Jordi Juan)

Director de 'La Vanguardia'

La pandemia que está azotando al planeta y cuyas consecuencias económicas nadie puede predecir con exactitud va a dejar una gobernanza del mundo mucho más compleja que la que había antes de su aparición. La pretendida consolidación de China como nueva superpotencia en sustitución de Estados Unidos no está aún bien definida, aunque los errores de la Administración Trump puedan contribuir a que se acabe produciendo, y antes de lo previsto. La sensación general es que el mundo hoy está más desordenado que nunca. El país dominante está de retirada en muchos órganos multilaterales de decisión como las Naciones Unidas o la OMS, discute la OTAN (ha anunciado la retirada de la mitad de sus tropas en Alemania) o frena la reunión de foros de decisión como el G-7 o el G-20, que están paralizados. China, en cambio, extiende su influencia en los otros cuatro países de los Brics, Brasil, Rusia, India y Sudáfrica, y expande sus tentáculos por el mundo con el gran proyecto de la ruta de la seda. Sin embargo, el poderío tecnológico de Estados Unidos sigue siendo muy importante.

En este contexto de falta de liderazgo claro, Europa está haciendo movimientos muy interesantes para emerger como tercera fuerza. Está claro que si no hace una apuesta clara por una mayor integración no tiene nada que hacer en este nuevo mundo pospandemia. Mis dos prescriptores de libros favoritos, Xavi Ayén y Justo Barranco, coinciden hoy en sendos artículos en ponderar de forma positiva el del búlgaro Ivan Krastev, Ya es mañana , que justamente reivindica una mayor unidad europea para hacer frente al nuevo mundo.
Por eso es tan importante escuchar al ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, quien en una entrevista con nuestra corresponsal en Berlín, María-Paz López, revela su decidida apuesta por una Europa más fuerte y menos dependiente del resto del mundo. A diez días de que Alemania asuma la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, nos envía además un mensaje que es toda una declaración de intenciones: “Ahorrando no vamos a salir de la crisis”. El giro alemán, en este sentido, puede ser determinante para el resurgimiento europeo en este nuevo mundo desordenado. Hay que agarrarse a la locomotora alemana.

(La Vanguardia)