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Toque de billar (Enric Juliana)

Cuaderno de Madrid

Un viejo informe de la CIA sobre los GAL, publicado por segunda vez en dos años, excita la campaña vasca

Carambola: Bildu en pie, el PNV incómodo, Podemos en contradicción, más tensión entre González y Sánchez...

Jean-Baptiste Delafon y Eric Benzekri , creadores de Baron Noir , en estos momentos la más afamada serie televisiva de intriga política, han sido superados esta semana por un guionista anónimo en España. La exhumación de un viejo informe de la CIA sobre la actividad de los GAL en 1984 podría ser la primera entrega de una serie titulada Toque de billar . Los franceses Delafon y Benzekri toman nota.

El pasado domingo, el diario La Razón daba noticia de la existencia de un informe desclasificado de la CIA, fechado en 1984, durante la presidencia de Ronald Reagan , sobre la actividad de los GAL en sus primeros meses de vida. El texto publicado bascula muy hábilmente entre la presunción de que el Gobierno español actuó conforme a la ley –“el gobierno del primer ministro Felipe González , que muchos pensaban sería blando con el terrorismo, se ha mostrado implacable en la resolución para erradicar ETA a través de una combinación de concesiones políticas a la minoría vasca e intensificando los esfuerzos legales”– y el eco de la sospecha: “las operaciones de los GAL son de procedencia incierta (...) aunque muchos periodistas y observadores públicos sospechan con fuerza que el grupo pudo ser oscurecido por el Gobierno español”. Según La Razón , la CIA apuntaba a una responsabilidad directa del entonces jefe del Ejecutivo: “González ha acordado la formación de un grupo de mercenarios, controlado por el Ejército, para combatir fuera de la ley a los terroristas”.

No es la primera vez que se publican referencias a un informe de la CIA sobre ETA fechado en 1984. Hace dos años, en mayo del 2018, el periódico digital El Salto , un portal autogestionado, con una orientación bastante distante de la línea editorial de La Razón , daba noticia del informe de 24 páginas titulado: “España: terrorismo vasco y respuesta del Gobierno”. Según aquella información, la CIA señalaba lo siguiente: “El grupo vigilante anti-ETA conocido como GAL —que las embajadas de Estados Unidos en Madrid y París informan que puede tener vínculos con los servicios de seguridad españoles— ha sembrado miedo y confusión entre los terroristas”. En la versión ofrecida por El Salto no aparecía ninguna mención directa a Felipe González. “Si se confirmara la supuesta participación de Madrid, las credenciales democráticas del gobierno español y del Partido Socialista se verían seriamente empañadas”, añadía el informe de la inteligencia norteamericana. Este párrafo aparece citado en las dos informaciones periodísticas mencionadas, lo cual vendría indicar que se trata del mismo documento. La referencia directa a González aparece, según La Razón, en un segundo informe, también de 1984, referido a la situación general del terrorismo internacional, que incluyó referencias a ETA y el GAL, informe que también se hace eco de informaciones periodísticas en lo que respecta a España. En ambas publicaciones se hace referencia a párrafos censurados por la central de inteligencia a la hora de desclasificar los documentos.
Cada texto tiene su contexto. El 28 de mayo del 2018, fecha de la publicación de la primera noticia en El Salto – sin el nombre de González en el titular–, estaba a punto de iniciarse en el Congreso de los Diputados el debate de la moción de censura de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy . La información no causó gran revuelo. Dos años después –con el nombre de González en el titular–, la segunda noticia sobre el viejo informe de la CIA coincide con los preparativos de las elecciones al Parlamento vasco, en un ambiente de gran tensión política en toda España; una tensión acumulada durante años, que la epidemia ha agravado.

Toque de billar en plena campaña electoral vasca. EH Bildu, que en mayo del 2018 no dijo nada y votó a favor del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, acaba de pedir la creación de una comisión de investigación en el Congreso, petición a la que se ha sumado el PNV, por razones obvias, pese a que los de Sabin Etxea en estos momentos sintonizan con no pocas de las ideas de González sobre el momento español, sobre todo en lo que se refiere a la necesidad de un amplio consenso para afrontar la crisis que viene. El PNV y Felipe González nunca han sido enemigos. Excitación en el circuito independentistas catalán ante un documento que certificaría los vicios de origen del sistema democrático español. ERC siempre condenó los GAL. La CUP, por supuesto. Otra cosa es el camino neocatecumenal de los antiguos convergentes, ayer devotos del realismo político, con notable éxito electoral; hoy, renacidos y bautizados en el Jordán de la radicalidad democrática. Jordi Pujol siempre tuvo palabras de apoyo para González cuando este comenzó a verse acuciado por las informaciones sobre los GAL. Pujol, el político catalán más importante de los últimos cuarenta años, se exhibía como hombre de Estado y ello gustaba a sus electores. Luego pasó lo que pasó.

Toque de billar. Tensión y contradicciones en Podemos. La decisión inicial de Pablo Iglesias fue la de no apoyar la comisión de investigación para no tensar el Gobierno de coalición en un momento muy delicado, intentando relativizar la importancia de un informe publicado dos veces. Se le ha rebelado la organización de Podemos en Euskadi y ha tenido que encajar duras críticas en público de Pili Zabala , anterior candidata de Podemos en el País Vasco y hermana de J oxi Zabala , militante de ETA secuestrado, torturado y asesinado por los GAL. Iglesias y la cal viva: el duro alegato contra González con el que se estrenó como parlamentario en 2016. Unidas Podemos finalmente votará a favor de la comisión de investigación, que difícilmente prosperará, por falta de mayoría, siempre que la propuesta supere el filtro de los letrados del Congreso, por referirse a un asunto ya juzgado.

Toque de billar. Tensión dentro del PSOE. Los sectores socialistas más afines a González, en minoría, creen ver una “mano oculta” interesada en acallar al expresidente del Gobierno, que no esconde su escasa simpatía por Sánchez y su contrariedad ante la coalición del PSOE con Unidas Podemos, en contraste con el militante apoyo de J osé Luis Rodríguez Zapatero . Antiguos colaboradores de González le atribuyen el deseo de intervenir con mayor intensidad en el debate público para defender una corrección de rumbo. González, el político español más importante en los últimos cuarenta años, no se echará atrás si este es su propósito.

En tiempos de epidemia y desasosiego, en tiempos de grave riesgo de desestabilización de los países del sur de Europa, los viejos informes de la CIA juegan al billar.

(La Vanguardia)