Francia
Ya está en el Parlamento el proyecto de ley que prevé subidas del 3,5% para los funcionarios y del 4% para las pensiones
Las primeras decisiones del segundo mandato presidencial de Emmanuel Macron están marcadas por la urgencia de mejorar el poder adquisitivo de los franceses, amenazado por la inflación, y evitar un otoño de conflicto social en la calle. El Gobierno de la primera ministra Elisabeth Borne ya ha enviado al Parlamento un proyecto de ley que prevé, entre otras medidas, una subida salarial del 3,5% para los funcionarios y del 4% para las pensiones, además de seguir aplicando topes a los precios de la energía y subsidios a los que consumen carburante por motivos laborales.
La izquierda radical, uno de cuyos diputados ocupa la presidencia de la comisión de finanzas en la Asamblea Nacional, considera insuficiente el paquete legislativo. Insiste en una subida a 1.500 euros netos del salario mínimo y el bloqueo de precios de productos de primera necesidad. El Gobierno, que mantiene como objetivo reducir el déficit a menos del 3% del PIB en el 2027, estima que no es posible atender la primera demanda porque provocaría más inflación. Sobre el bloqueo de precios, alerta que causaría penuria y desabastecimiento, pues los productores venderían en otros mercados.
El Gobierno francés presume de que la inflación es inferior a la de otros países del entorno, debido a los topes que se decidieron para el gas y la electricidad, y que, durante la pandemia, pese a las dificultades, se logró que el poder adquisitivo siguiera aumentando. Existe preocupación, sin embargo, por el incremento incesante de la deuda. El ministro de Economía, Bruno Le Maire, ha dado la señal de alarma. El Gobierno es consciente de que si quiere obtener la colaboración de Los Republicanos (LR, derecha) en el Parlamento para construir mayorías, debe procurar la contención del gasto y un horizonte de cuentas públicas más equilibradas.
Macron recibió el jueves por la tarde, en los jardines del Elíseo, a más de doscientos diputados de los partidos que lo apoyan. Les animó a trabajar con otros grupos políticos para forjar consensos. El presidente reconoció que las tareas que hay por delante son “inmensas” y “dan un poco de vértigo”, pero se mostró confiado en lograr buenos resultados.
(Eusebio Val, La Vanguardia, 09/07/22)