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Rusia prepara la ley para poner parte de su economía en estado de guerra

Guerra en Europa

El Gobierno podrá imponer encargos a empresas y horas extras a sus empleados

Sin “medidas especiales” el ejército ruso podría sufrir problemas de abastecimiento

Moscú descarta poner toda la economía rusa al servicio de las necesidades militares


Rusia también prevé que el conflicto en Ucrania será largo. Y por eso quiere estar preparada. La Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso) aprobó ayer miércoles dos proyectos de ley para que la economía se adapte a las necesidades del ejército y las tropas enviadas al extranjero no sufran desabastecimiento.

Las enmiendas de ley permitirán al Gobierno colocar de hecho en economía de guerra a las empresas que llevan a cabo contratos de defensa mediante la introducción de “medidas especiales”. Su objetivo sería garantizar “operaciones antiterroristas y de otro tipo fuera de la Federación Rusa”. Entre otros aspectos, las empresas no podrán negarse a aceptar contratos con el ejército para el suministro de bienes o la prestación de servicios.

“La carga sobre la industria de Defensa ha aumentado significativamente. Para garantizar el suministro de armas y municiones, es necesario optimizar el trabajo del complejo militar industrial y de las empresas que son parte de la cadena de cooperación”, dijo el martes Yuri Borísov, viceprimer ministro ruso.

Las iniciativas se aprobaron el martes en primera lectura. Ayer se estudiaron a puerta cerrada, debido a sus implicaciones en seguridad nacional, dijo el presidente de la Cámara, Viacheslav Volodin. Después, las dos enmiendas recibieron el visto bueno de los diputados en una segunda y una tercera y definitiva lecturas. Ahora solo les falta pasar el filtro del Consejo de la Federación (Cámara Alta) y la firma del presidente ruso, Vladímir Putin, para que entren en vigor.

La aprobación se produce cuatro meses después de que Rusia iniciase sus acciones militares en Ucrania. El 24 de febrero pasado Putin ordenó a las fuerzas armadas entrar en el país vecino en lo que llamó una “operación militar especial” para, según declaró, “liberar” las autoproclamadas repúblicas prorrusas de Donetsk y Luhansk, “desnazificar” y “desmilitarizar” Ucrania. El pasado domingo Rusia dio por tomada completamente la provincia de Luhansk tras controlar su última población, Lisichansk. Ahora las hostilidades militares se centran en la provincia de Donetsk­.

En la nota explicativa de los proyectos de ley, presentados por el Gobierno del primer ministro Mijaíl Mishustin el 30 de junio, se reconoce que sin “medidas especiales” el ejército ruso puede experimentar problemas de aprovisionamiento debido a que sufre pérdidas. “Hay una mayor necesidad a corto plazo de reparar armas y equipo militar y proporcionar medios logísticos”, explica. Esa necesidad puede satisfacerse “si se concentran temporalmente los esfuerzos en ciertos sectores de la economía”.

Según Andréi Kartapólov, que preside la Comisión de Defensa de la Duma, “las enmiendas contribuirán a aumentar la eficiencia del suministro de todo lo necesario para realizar sus tareas a las fuerzas armadas”.

Según Borísov, las “medidas especiales” afectarán a los principales contratistas de Defensa. Pero no prevé la transición de todas las capacidades de la economía a las necesidades militares, aseguró, citado por la agencia Ría Nóvosti.

Aseguró que la iniciativa es especialmente importante “ahora que los países occidentales en su conjunto están aumentando su presencia militar en la frontera con Rusia, incrementando la presión con sanciones y aumentando el suministro de armas a Ucrania”. Según Borísov, las enmiendas contribuirán “a un logro rápido de todos los objetivos de la operación militar especial”.

El Gobierno también podrá establecer un régimen de trabajo especial en las empresas. Eso implica que sus empleados tengan que realizar horas extraordinarias “más allá de la duración de la jornada laboral establecida”, incluido trabajar los fines de semana, por la noche o en vacaciones.

Según Mijaíl Tarasenko, miembro de la Comisión de Trabajo y Política Social, el Gobierno aseguró a los diputados que estas medidas se aplicarán “obligatoriamente en coordinación con los representantes sindicales a través del Ministerio de Trabajo”. Yuri Borísov había señalado, por su parte, que el trabajo extra se pagará adicionalmente de acuerdo con la legislación laboral de Rusia. Aseguró, además, que no será a gran escala. Por este motivo, el segundo proyecto de ley modificará el código laboral de Rusia.

La medida “permitirá eliminar el déficit de especialistas en varias organizaciones de defensa para cumplir con los contratos”, explicó el viceprimer ministro.

(Gonzalo Aragonés, La Vanguardia, 07/07/22)