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Rubalcaba manda callar al PSOE pero Vara se revuelve

El extremeño le replica que nunca habla de más y se declara aliado suyo «de aquí al 20-N»El candidato elude decir si el 38 Congreso será en febrero: «No se preocupen, avisaremos con tiempo».

Lejos de amainar, arrecia el debate abierto en el seno del PSOE respecto al futuro del partido tras el 20-N. Alfredo Pérez Rubalcaba mostró ayer en un desayuno-coloquio de Europa Press su clara intención de cortarlo de raíz, a propósito deunas palabras del secretario general de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, el día anterior. Pero, contra pronóstico, éste no tardaría en replicar al candidato horas después. Había señalado Vara el lunes que sigue apoyando a Rubalcaba, incluso para convertirse en secretario general, aunque con matices: si en las elecciones el resultado es muy malo, «cuanto antes» debe llevarse a cabo el 38 Congreso Federal, que suponga una «convulsión», un pasar página, como fue el 35 Congreso en el que ganó José Luis Rodríguez Zapatero.

El extremeño no hizo sino decir en público lo que otros barones en privado. Y no es el único. El presidente de la Junta de Andalucía y actual líder del PSOE-A, José Antonio Griñán, ya había marcado el camino hace diez días, durante la Conferencia Política, cuando señaló que el congreso federal «se puede celebrar antes» que las elecciones andaluzas de primavera. De hecho, ABC detallaba en su edición de ayer que la Dirección del PSOE prepara el 38 Congreso para la primera quincena de febrero, lo cual obligará al Comité Federal aconvocarlo en los primeros días de diciembre. El partido ya ha hecho una reserva de uso en el Palacio de Congreso de IFEMA (Madrid) para esos fines de semana, según fuentes socialistas.

A Rubalcaba, que todavía tiene mes y medio de campaña y unas elecciones por delante, no le conviene nada que se instale ese debate y ayer lo intentó frenar aprovechado su presencia en el desayuno-coloquio. «Voy a recomendar a algunos compañeros de mi partido que hablen menos y a Rajoy que hable más», empezó irónico. Y cuando se le preguntó a quién se refería, puso la diana: «Guillermo (Fernández Vara) (...), que ha tenido días más felices». «Un mal día lo tiene cualquiera», insistió. Lo que no se esperaba el candidato es que el aludido le iba a replicar dos horas después desde Mérida. «Yo no creo hablar nunca más de la cuenta —avisó Vara—. Yo siempre hablo desde una actitud leal y crítica, que creo que es lo que ha caracterizado siempre a esta federación». Fernández Vara insistió en que Rubalcaba sabe perfectamente «que en mí va a tener un magnífico aliado de aquí al 20 de noviembre», sobre todo porque él fue de los primeros en apoyar su nombre como candidato socialista.

- «España sabe mi apuesta».

«Toda España sabe quién fue la primera persona que apostó por Alfredo Pérez Rubalcaba cuando en aquellos momentos había la posibilidad de que hubiera más de un candidato», añadió el secretario de los socialistas extremeños en referencia Carme Chacón y a la posibilidad de que ella y Rubalcaba hubiesen acabado dirimiendo la candidatura en unas primarias. «Si hay alguien convencido —recalcó Vara— de que es el mejor candidato que podía tener el PSOE, ése soy yo». Y añadió que su partido convocará el 38 Congreso Federal «cuando lo tenga que hacer».

Por la mañana, en Madrid, Alfredo Pérez Rubalcaba no quiso confirmar el adelanto a febrero, como quieren la mayoría de los barones, para evitar que el PSOE quede sin liderazgo hasta julio, mes en el que, inicialmente, esta previsto convocar el conclave socialista. «No se preocupe, avisaremos con tiempo», respondió Rubalcaba al director de Ep, Javier García Vila.

Tampoco quiso dar pábulo al rumor de que Felipe González puede convertirse en el próximo presidente del PSOE, en sustitución de Manuel Chaves. «Esa es una fantástica pregunta» para el día después de las elecciones. El candidato socialista también se negó a definir qué sería una «derrota dulce». «Es una excelente pregunta», comentó, para acabar diciendo: «lo único que garantiza una derrota, en cualquier aspecto de la vida, es no dar la batalla» porque entonces «estás liquidado». «Yo la voy a dar hasta el final. Tengo razones y las voy a exponer una y otra vez y si consigo que me oigan, que lo conseguiré, pues vamos a ver qué pasa, pero hasta el final, hasta el último día dando la batalla».

A pesar de que proclamó su «responsabilidad» en todas y cada una de las actuaciones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero durante los últimos siete años, el candidato socialista no perdió la oportunidad de distanciarse de la que ha sido su última medida más polémica: la adhesión de España al escudo antimisiles que prepara EE.UU. Preguntado si el presidente del Gobierno le informó previamente, Alfredo Pérez Rubalcaba respondió que sí, y cuando se le repreguntó si está de acuerdo, eludió pronunciarse: «me informó», se limitó a señalar.

Para el candidato del PSOE «lo inquietante» del PP es la música de lo que propone en materia de recortes y lo que van desgranando por error o por descuido sus distintos portavoces. En principio, está dispuesto a hablar de la reducción a 300 diputados, como proponen los populares, aunque avisa que eso puede fomentar aun más el bipartidismo. Además, insistió, si de verdad se quieren ahorrar mil sueldos es quitando mil diputados provinciales y creando los consejos de alcaldes como él ha propuesto. «Pero el PP no quiere eso.

Rubalcaba ironizó también al decir que el PP «inventa el Código Penal» cuando dice que hay que procesar a los malos gestores. «Eso ya existe, se llama malversación», comentó el candidato socialista.

Gabriel Sanz, ABC