Con firme voluntad de tener un perfil político discreto en este congreso del PSC, la aún ministra de Defensa, Carme Chacón, ha aprovechado el cónclave de los socialistas catalanes para mirar de recomponer puentes con su partido. Es fácilmente medible el enojo con la ministra en muchos cuadros de la organización por su actitud política en Madrid, en la que dejó sin voz al PSC durante los últimos cuatro años e incluso cuando esta se oyó desde el ministerio fue en ocasiones para tomar distancia con la política del president Montilla. Muchos atribuyeron esa actitud a su deseo de disputar a Alfredo Pérez Rubalcaba la nominación a la candidatura a la presidencia del gobierno, pero, al final, la ministra no dio el paso atendiendo, dicen, las directrices de su mentor José Luis Rodríguez Zapatero
. En las largas horas que se han pasado los delegados del congreso del PSC en los pasillos, muchos han sido los que han aprovechado para tratar de arrancar a la ministra su hoja de ruta para los próximos tiempos. Un convencimiento general: irá a las primarias para dirigir el PSOE el próximo mes de febrero. Varios aseguraban incluso que en sus conversaciones la ministra no rehuía el tema y su voluntad era inequívoca. Habrá que ver si el PSC que surja hoy del congreso y su nueva dirección alrededor del alcalde de Terrassa, Pere Navarro, inicia un distanciamiento de Rubalcaba o por el contrario reafirma la apuesta en quien parece tiene los números para obtener el triunfo en el próximo congreso. Porque al final, si Rubalcaba perdió, Chacón también. Si la derrota del primero fue apabullante, la ministra batió récords, ya que nunca el PSC había perdido unas elecciones en Catalunya.
La Vanguardia