Pregunta.– ¿Por qué una huelga en este momento?
Respuesta.– Porque la empresa no nos ha dejado ninguna otra salida y sigue empeñada en incumplir acuerdos de la fusión con British Airways. El motivo principal de la huelga es la creación de una empresa que se lleva 40 aviones de Iberia y va a costar 5.000 puestos de trabajo. Es una violación unilateral y prepotente de una empresa con sus trabajadores, de acuerdos firmados entre Fernando Conte [el anterior presidente de Iberia] y la plantilla.
P.– Usted asegura que la nueva Iberia Express es ilegal. ¿Por qué no lo ha denunciado?
R.– Si denunciáramos, la sentencia vendría dentro de tres años, cuando la aerolínea ya estuviera funcionando y con un ERE aprobado. No es compatible una huelga con ir por la vía judicial. Conte y yo firmamos un convenio colectivo para hacer unas cosas, y se están haciendo otras. En la disposición final quinta de nuestro convenio dice que «la dirección de la empresa se compromete a no segregar de Iberia la operación de vuelo salvo acuerdo previo con la sección sindical de Iberia».
Es más, también se firmó un acuerdo de programación conjunta que señala lo siguiente [lee textualmente]: «Se entiende por programación conjunta el resultado de ordenar conjunta y centralizadamente los recursos humanos, materiales y de todo tipo de las sociedades del grupo Iberia y sociedades participadas. Iberia y la sección sindical acuerdan que Iberia no podrá acudir a la programación conjunta, salvo pacto expreso con la sección sindical del Sepla». La empresa está incumpliendo estos dos acuerdos.
P.– ¿Sabe que con esta huelga pone a su empresa en una situación más crítica de la que se encuentra?
R.– De lo que somos conscientes es de que si no hacemos esto Iberia se va a quedar en la mitad de lo que es. La empresa está provocando esta huelga para justificar sus pérdidas. De hecho, hasta el pasado mes de septiembre, ya había perdido más de 60 millones de euros. Si hubiesen firmado el acuerdo con los pilotos, Iberia tendría ahora más de 100 millones de beneficios.
P.– ¿Qué esperan conseguir con estos dos días de paro?
R.– Que la empresa recapacite y empiece a negociar en el punto en que lo dejamos antes de que decidiera crear una low cost fuera de Iberia. Hacerla dentro, con la plantilla de Iberia, es más eficiente. Queremos que no se decrezca, que se cumplan los acuerdos de fusión y que no nos conviertan en una low cost de British Airways.
P.– ¿Se considera un privilegiado por ganar el sueldo que gana?
R.– Me considero un privilegiado por ser español con un puesto de trabajo remunerado en función de su cargo.
P.– ¿En qué consiste la propuesta de su sindicato?
R.– Estamos ofreciendo a la empresa reducir en un 50% los costes de los vuelos europeos y nacionales, para ser igual de competitivos que easyJet y Ryanair. Una cosa histórica. Con nuestra oferta, un piloto que entre en Iberia cobraría 36.000 euros brutos al año y a un comandante se le rebajaría el sueldo 10.000 euros anuales, además de una congelación salarial durante cuatro años. No hay que olvidar que la productividad se incrementaría un 20%. Trabajaríamos más, cobrando menos. Con el sueldo de 11 directivos de Iberia se pagarían los salarios de 400 pilotos en las condiciones ofrecidas por Sepla.
Nuestro sindicato es transparente en sus cifras, pero la dirección de Iberia da números que no explica, hace pura demagogia y miente.
M. R., Mercados, El Mundo