La organización presidida por Christine Lagarde ha revisado fuertemente al alza sus previsiones respecto a la edición de septiembre de su informe, concretamente en 1,7 puntos porcentuales para 2012 y en 1,9 puntos porcentuales para 2013. De esta manera, la economía española es la que ha visto empeorada en mayor medida sus cifras para estos dos años de todas la analizadas por el Fondo.
Asimismo, la institución ha actualizado su estimación sobre el déficit que ha registrado la economía española en 2011, elevándolo desde el 6,2% hasta el 8%, cifra que está en consonancia con la que prevé el Gobierno del Partido Popular surgido de las elecciones generales del 20 de noviembre.
De esta manera, el FMI cree que España se aleja aún más de los objetivos marcados para 2012, cuando debería alcanzar el 4,4%, y para 2013, año en el que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento Europeo marca que debe cerrar en el 3%.
En esta misma línea, el FMI ha revisado al alza en 2,6 puntos porcentuales su previsión de deuda respecto al Producto Interior Bruto (PIB) para 2011, que ascenderá hasta el 70,1%, en comparación con el informe de septiembre. Sin embargo, este deterioro será aún mayor en los dos ejercicios posteriores, ya que ha empeorado sus estimaciones en 7,9 puntos porcentuales para 2012, hasta el 78,1%, y en 11,2 puntos porcentuales para 2013, hasta el 84%.
Pese a esta revisión al alza de sus previsiones de déficit, el FMI destaca que España, como otras muchas economías avanzadas, ha aprobado ya nuevas medidas para lograr alcanzar sus objetivos de déficit.
Así, subraya el primer paquete de medidas adoptado por el nuevo Gobierno español, que equivale al 1,1% del PIB, incluye recortes del gasto e incrementos temporales de impuestos a los ingresos, el capital y las viviendas de mayor valor, pero también supone un limitado incremento del gasto social y fiscal, como son las deducciones por vivienda.
- Consolidación y crecimiento.
En su informe, el FMI asegura que continuar con los ajustes es necesario para la sostenibilidad de la deuda en el medio plazo, pero defiende que lo ideal es que sea realizado a un ritmo que respalde el crecimiento "adecuado" de la producción y el empleo.
"Dado el gran ajuste que ya está en marcha este año, los gobiernos deberían evitar responder a cualquier caída inesperada del crecimiento ajustando aún más sus políticas, y deberían en cambio permitir que operen los estabilizadores automáticos, siempre y cuando haya financiación disponible y lo permitan las dudas sobre la sostenibilidad", sugiere.
El fondo destaca que los déficits de muchas economías avanzadas se redujeron de forma significativa en 2011, lo que ha situado el recorte medio del déficit entre los países miembros del FMI en el 1%, al mismo tiempo que subraya que muchos países también tienen previsto llevar a cabo ajustes "significativos" este año.
Por ello, cree que aquellas economías con suficiente espacio fiscal, incluidas algunas de la eurozona, deberían reconsiderar el ritmo de ajustes en el corto plazo, al mismo tiempo que reclamó a Estados Unidos y Japón que clarifique sus estrategias para reducir el déficit en el medio plazo.
Asimismo, el FMI también incidió en la necesidad de que los ajustes estén respaldados por la disponibilidad de una financiación adecuada fuera de los mercados, como debe ocurrir en la eurozona, cuando la confianza del mercado tarde en responder las reformas.
"Un mayor ajuste durante una caída podría exacerbar más que aliviar las tensiones en los mercados a través de su impacto negativo en el crecimiento", añadió.
Europa Press