- Filosofía política y neoconservadurismo.
Desgraciadamente, lo que en Francia se ha llamado "el retorno de la filosofía política" en los años ochenta, se ha realizado en contra de las ciencias sociales y con una visión miope de los autores y las cuestiones tratadas. Así, el ensayo de Luc ferry y Alain Renaut, La pensée 68. Essai sur l'anti-humanisme contemporain (18), marca una reaparición en la escena intelectual de la filosofía política contra las filosofías (como las de Michel Foucault y Jacques Derrida) y las sociologías (Pierre Bordieur) críticas, particularmente productivas en la década de los setenta. Las nociones de "Estado de derecho" y "democracia representativa" han sido las más revalorizadas, ya se reivindique uno como perteneciente a la tradición del liberalismo político (Alain Renaut) o de la República (Blandine Kriegel), en una común desconfianza respecto a las ciencias sociales. En torno al calificativo "liberal", en algunos se ha creado una amalgama entre liberalismo político (centrado en el equilibrio de los poderes y los derechos individuales) y liberalismo económico (en torno al papel regulador atribuido al mercado).
Jacques Rancière, uno de los filósofos políticos atípicos en los últimos años del siglo XX, ha identificado con nitidez estos usos neoconservadores del "retorno de la filosofía política" en el contexto francés de los ochenta y noventa:
"La filosofía política restaurada apenas parece llevar su reflexión más allá de lo que los gestores del Estado pueden argüir sobre la democracia y la ley, el derecho y el Estado de derecho. En resumen, sobre todo parece asegurar la comunicación entre las grandes doctrinas clásicas y las formas de legitimación comunes de los Estados llamados de democracia liberal" (19).
Haciendo esto, la filosofía política se transforma con demasiada frecuencia en discurso de justificación de formas políticas existentes, desconectándose de la crítica social.
Sin embargo, después de la rebelión neozapatista a la que el subcomandante Marcos ha prestado su pluma en las montañas mexicanas de Chiapas, en 1994 (20), después de los movimientos sociales de noviembre-diciembre de 1995 en Francia y el renacer de la crítica intelectual encarnada por Pierre Bourdieu (21), o de los desarrollos mundiales de la galaxia alternativa a la globalización (22), se inicia una reorientación de la filosofía política. Requiere otra lectura de la tradición, en oposición a los usos neoconservadores, promoviendo: 1) una articulación entre el análisis crítico de las dimensiones opresoras de los cuadros sociales (cuestionamiento de la explotación, de las dominaciones, las alienaciones, los poderes, etc.) y la reflexión sobre lo positivo de los lazos sociales (desde el punto de vista de las potencialidades existentes y/o deseables en el futuro); 2) un diálogo entre la filosofía política y las ciencia sociales (en este sentido, este libro es complementario de nuestra obra precedente sobre "Les Nouvelles sociologies") (23); y 3) la atención a los cuestionamientos nacidos del liberalismo político (distinto del liberalismo económico), pero sin hacer de ellos el referente exclusivo o incluso central del pensamiento político. Es en este sentido en el que este libro presentará 'vías críticas en filosofía política', fuera de los pensamientos del consenso.
Partiendo de una entrada por autores, el presente libro se presenta como un cruce entre una organización 'problemática' de la reflexión (remitiendo los tres capítulos de que consta a tres grandes problemas) y una estructuración 'cronológica' (dentro de cada capítulo los autores se suceden cronológicamente). El primer capítulo aborda la cuestión de las relaciones entre conceptos de lo humano y conceptos de la ciudad (polis), antropologías y filosofías políticas. El segundo capítulo explora las relaciones entre críticas de la dominación y visiones de la justicia. Y, por último, el tercero se interesa por el debate entre filosofías políticas con base en fundamentos naturales y/o universales e interrogantes que realizan una deconstrucción relativista de esos fundamentos.
Este libro es una introducción, y no pretende ser exhaustivo. En primer lugar, se limita a las referencias de la cultura occidental (dejando de lado el pensamiento islámico, chino o budista, por ejemplo). Y, en razón del abanico de cuestiones que se han omitido, también deja de lado una serie de autores importantes en esta cultura (como Hegel, entre los clásicos, o Michel Foucault y Jürgen Habermas, entre los contemporáneos). En cada capítulo no se trata el conjunto de la obra de un autor, sino las aportaciones de ese autor en cuanto al problema en cuestión. La lectura de este libro no sustituye la lectura de los autores clásicos o contemporáneos, sino al contrario: es una invitación a dicha lectura.
- Pares de oposición tradicionales.
A menudo, la tradición filosófica se ha fundamentado en oposiciones, que se han reactivado en nuevos contextos a través de los siglos. Estos pares de opuestos participan así de nuestra herencia filosófica y por tanto de nuestras herramientas intelectuales: idealismo/materialismo, subjetivo/objetivo o individual/colectivo, por ejemplo (24). Nos detendremos aquí en tres pares que encontraremos en diferentes momentos del libro: esencia/apariencia, uno/múltiple y mismo/otro/. Estas oposiciones tradicionales, transmitidas por la historia de la filosofía, aparecen a la vez como recursos y como obstáculos. Como recursos, nos ayudan a pensar problemas. Como obstáculos, aprisionan nuestra reflexión dentro de ciertos límites y pueden hacer rutinarias o incluso dogmáticas nuestras respuestas.
Esencia/apariencia.-
"Apariencia" remite a una representación superficial de la realidad, mientras que "esencia" apunta "a lo que se considera que forma el fondo del ser, por oposición a las modificaciones que no le atañen más que superficial o temporalmente" (25). "Apariencia" puede también asociarse a ilusión y "esencia" a realidad, ya que a menudo están encajados los significados de los diferentes pares. Se trata de una manera de representarse el mundo, importante en Platón, en cierto modo con dos capas de realidad: una capa superficial y hasta ilusoria, y otra profunda (más real, más verdadera y/o más determinante). Este par tiene la ventaja de plantear la cuestión de la importancia respectiva de los diferentes aspectos de un problema o de un fenómeno, sugiriendo ya 'a priori' que no todo vale lo mismo. Sus inconvenientes son al menos de dos órdenes: 1) pensar de forma binaria, con dos estados solamente, cosa que reduce la diversidad pensable; y 2) caer en la trampa del sustancialismo, que ya se ha señalado en la introducción.
Uno/múltiple.-
La tradición filosófica ha distinguido dos modos de abordar un fenómeno: de manera unitaria, como algo homogéneo (lo uno) o destacando la pluralidad (lo múltiple). En Platón, lo uno forma parte del polo más importante, con la esencia, y lo múltiple, del más superficial, con la apariencia. El interés de esta oposición es que abarca dos dimensiones de nuestra experiencia del mundo: la unificación y la dispersión. Su doble inconveniente es que fija ambos aspectos como cosas separadas y los jerarquiza en provecho de una de las dos.
Mismo/otro.-
A la oposición uno/múltiple se ha asociado con frecuencia un par próximo: o se consideran los fenómenos desde el punto de vista de la identidad (formando parte de la 'misma' cosa) o bien desde el punto de vista de las diferencias (cada fenómeno es un 'otro', irreductible a los otros). Vemos aquí una ventaja (doble dimensión de nuestra experiencia) y un doble inconveniente (estados fijados y jerarquizados), similares al par precedente. La figura del 'análogo' (como 'lo mismo en lo otro' o 'lo otro en lo mismo') tiende a desplazar la mirada en relación con esta polaridad.
(Notas):
(18) París, Gallimard, 1985.
(19) "La Mésentente", París, Galilée, p. 10 [trad. esp.: "El desacuerdo", Buenos Aires, Edic. Nueva Visión, 1996].
(20) Véase el libro del historiador medievalista Jérôme Baschet, que enseña en la École des Hautes Études en Sciences Sociales en París y en la Universidad Autónoma de Chiapas, "L'Éticelle zapatiste. Insurrection indienne et résistance planétaire", París, Denoël, 2002.
(21) Véase Daniel Bensaïd y Philipp Corcuff, 'Le travail intellectuel au risque de l'engagement', "Agone" (Marsella), núm. 18-19, 1998.
(22) Véase en especial el núm. 2 de la revista "Contre Temps" (textual): 'Changer le monde sans prendre le pouvoir? Nouveaux libertaires, nouveaux communistes' (núm. 6, febrero de 2003) y 'Penser radicalement à gauche' (núm. 11, septiembre de 2004).
(23) París, Nathan, 1995, 2ª ed., refundida A. Collin, 2005 [trad. esp., "Las nuevas sociologías", Madrid, Alianza Editorial, 2005].
(24) Estos tres pares son tratados en el caphttp://www.blogger.com/img/blank.gifítulo 1 de nuestras "Nuevas sociologías", 'op. cit.'.
(25) "Vocabulaire technique et critique de la philosophie" de André Lalande, París, PUF, col. 'Quadrige', 2 tomos, 1992 (1ª ed.: 1926), p. 301 [trad. esp.: "Vocabulario técnico y crítico de la filosofía", Buenos Aires, Librería El Ateneo, 1967].
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Traducción de Elena Bombín Izquierdo, Alianza Editorial