Esta multinacional de capital canadiense tiene previsto iniciar, por un periodo de cerca de un mes, una serie de investigaciones con el objetivo de buscar gas y bolsas de petróleo en una superficie marina de más de 150.000 hectáreas del litoral malagueño.
No obstante, en total fueron solicitados, a finales de 2006, cuatro permisos en el entorno del mar de Alborán, que en su conjunto suman más de 330.000 hectáreas. Éstos fueron, finalmente, autorizados por el Consejo de Ministros hace menos de un año.
Desde Izquierda Unida han señalado a Europa Press que estas prospecciones son "incompatibles" con el turismo y con la pesca, "actuales motores de la economía en la zona". En concreto, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Caleta de Vélez, en Vélez-Málaga, José Luis Guerrero, cifra la reducción de la actividad pesquera en un 50 por ciento.
Así, de llevarse a cabo, la flota pesquera, compuesta por 100 barcos, 400 trabajadores y 109 armadores, tendría que hacer frente a un paro de, al menos, un mes por el cierre del caladero mientras se prolongan las pruebas. Asimismo, deberían esperar hasta un año para la regeneración de la zona.
- Medio ambiente.
La búsqueda de gas y petróleo también tiene "nefastas" consecuencias para el medio ambiente, "contra el que atenta directamente". Según se explica en la moción, estos sondeos se ejecutan mediante burbujas de aire comprimido que dan lugar a detonaciones submarinas de hasta 250 decibelios.
Esto, según IU, tiene un impacto negativo directo sobre la flora y la fauna, ya que "desorienta a los cetáceos, hace desaparecer a los pescados pelágicos, como la sardina, el boquerón o el jurel, y dan lugar a malformaciones en los pescados demersales, como el rape o el besugo".
Por todo ello, desde la coalición de izquierdas piden que se suspendan los permisos de investigación de hidrocarburos frente a las costas de la provincia malagueña y que no se conceda ninguno más.
Europa Press, El Economista